Resumen del libro Alegría con Gambo

Etiopía pertence a los países más pobres de todo el mundo y el segundo más poblado de África, con un 85 % de población rural. Esto se traduce en zonas con, etc inconvenientes, una alta tasa de mortalidad materna, perinatal e infantil. Al quedarse embarazada, empieza para la mujer una pelea por la supervivencia: la suya y la de su hijo. Cuando un niño nace, lo realiza con la indecisión de si superará el día de vida, después la semana, el mes y, si tiene suerte, fijará su misión a sobrepasar en el año. Si es aún más favorecido, seguirá sumando años de supervivencia. El hambre —el 52 % de los niños etíopes está desnutrido— y la carencia de medios hacen estragos y causan muchas muertes que, en otros sitios, son impensables. Todo lo mencionado no es nada nuevo, es algo a eso que nos encontramos familiarizados a conocer en televisión, periódicos o comunidades. Entendemos del hambre, de la explotación infantil, de la mutilación genital, de los matrimonios infantiles… como algo por lo cual ni nosotros ni nuestros hijos ni los hijos de nuestros hijos, etc. tendrán que pasar. Y frente esta información poseemos tres opciones: no llevar a cabo nada, ayudar en más grande o menor medida desde nuestro lugar de vida o ir allí y contribuir a arreglar el inconveniente desde el lote. Esta última opción es la que eligió Iñaki Alegría.
Iñaki es médico licenciado y especializado en pediatría. Dejó su Barcelona natal para pasar unos meses en el Hospital General Rural de Gambo, hospital de referencia de la región y único de su distrito, gestionado por los Misioneros de la Consolata. Y la vida le cambió para toda la vida. A través de sus propias expresiones nos cuenta su llegada y lo que allí vivió, conoció y sintió. Nos traslada a esa lugar de este mundo donde cada día alguien muere de hambre, así como de diferentes dolencias que en otro lugar serían evitables dado que se tratarían al momento; donde a los enfermos de lepra les sigue acompañando el estigma popular una vez dejaron atrás la patología. No tienen fortuna en relación a oportunidades la gente que nacen en esta región de Etiopía; menos aún las niñas, en muchas oportunidades obligadas a trabajar transportando agua y leña desde temprana edad, privadas de estudiar, sometidas a la mutilación genital femenina, casadas en oposición a su intención, distribuyendo marido con otras mujeres, violadas, maltratadas y observando fallecer a sus hijos o muriendo ellas al alumbrarlos. ¿Y esto por qué? ¿Solo por haber nativo de ese lugar preciso de todo el mundo? La respuesta es un rotundo sí. Por haber nacido ahí están condenados a vivir en la pobreza; pobreza que no es fruto de la escasez de elementos ni de comestibles, sino de la escasez de principios, solidaridad y empatía. Como ha dicho Pere Casaldàliga e Iñaki resalta en estas páginas: «No es que permanezca un mundo creado y un mundo subdesarrollado, poseemos solo un mundo mal desarrollado».
No obstante, no todo es desgracia y oscuridad. Las sonrisas de los niños arrebatados de los brazos de la desaparición y las de las mamás que los observan iluminan el día a día del conjunto del hospital, en su integridad expertos locales. Y el calor de unas gentes que acogen con los brazos libres y distribuyen por arriba de su propia necesidad provoca que todo el esfuerzo merezca la pena.
«Una vez he puesto un nombre propio, una observación, una historia personal a los niños y niñas que mueren de hambre no puedo mantenerse indiferente», dice Iñaki. Y además de nombre les pone, para nosotros, imagen y voz. Distintas fotografías de la estancia del creador y testimonios reales acompañan al texto en una fusión especial, que te envuelve en un carrusel de emociones y sentimientos del que es imposible salir fácilmente ni sin dejar una sección de ti mismo.
Para finalizar, otra cita de Iñaki; sin comentarios, habla por sí sola:
«Es muy duro ver fallecer a un niño que no debería fallecer, un niño que en nuestro país sobreviviría».Enviado por:
Luna Paniagua

Curiosidades:

Iñaki Alegría Coll, tras su primer paso por Etiopía, fundó la ONG Alegría Sin Fronteras y el emprendimiento Alegría Con Gambo. Volvió al Hospital General Rural de Gambo y hoy en día continúa allí ejerciendo su profesión y su humanidad adjuntado con su mujer, también médico. De igual a igual con las gentes locales luchan por un mundo en el que todos los niños rían y jueguen y la gente tengan los mismos derechos y las mismas oportunidades con independencia del lugar en el que nazcan.
– El 100 % de los resultados positivos de las ventas del libro «Alegría con Gambo» se destinan al emprendimiento del Hospital General Rural de Gambo.
– Adjuntamos el link al blog y a la página web de Luna Paniagua, autora de esta reseña:

Vicky Subirana

Dos libros escritos por dos personas generosas y altruistas que dedican su historia a asistir en países menos favorecidos. VolverMás libros…

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