Resumen de la película Alemania, año cero

 

Alemania, año cero

Germania, anno zero (1948) * Italia

Duración: 72 Min.

Música: Renzo Rossellini

Fotografía: Robert Juliart

Guion: Max Colpet, Roberto Rossellini

Dirección: Roberto Rossellini

Intérpretes: Edmund Moeschke (Edmund), Ernst Pittschau (Padre), Ingetraud Hinze (Eva), Franz-Otto Krüger (Karl-Heinz), Erich Gühne (Sr. Enning), Barbara Hintz (Thilde), Alexandra Manys (Amiga de Eva).

Edmund Keller es un jóven que trata de hallar trabajo cavando tumbas, aunque cuando se dan cuenta que no posee más de 12 años le echan, no logrando hallar otra cartilla de racionamiento para su familia, que vive hacinada en una vivienda adjuntado con otras 4 familias.

Su familia dispone solo de dos cartillas, con las que tienen que alimentarse además de él y su hermana Eva, su padre, enfermo en cama, y su hermano Karl, que vive refugiado sin salir a la calle por temor a que lo envíen a un campo de concentración por haber luchado en el ejército nazi.

Ese día sólo podrá llevar a su casa unos trozos de carbón que perdió un camión.

Eva, su hermana, que sucede las mañanas en la cola con las cartillas de racionamiento, va por las noches a los bares frecuentados por los soldados socios, donde la invitan a fumar, aunque ella se almacena los cigarrillos que después intentará cambiar por dinero o por comida.

Intentando de hallar algo de dinero permite el encargo del dueño de la vivienda en que viven para que venda en el mercado negro una báscula.

Conseguirá venderla, aunque en lugar de 300 marcos recibe solo dos latas de carne.

Coincide tras ello con el señor Enning, su obsoleto instructor, en este momento depurado por sus ideas nazis, que también trata de ganarse la vida como puede, y que le hace un encargo: vender un disco con un alegato de Hitler a unos soldados americanos, consiguiendo 200 marcos.

Para evadir que lo engañaran Enning envió con él a dos tipos, Johan y Kristel dos tipos que viven en la calle y que se ganan la vida robando él y prostituyéndose ella.

Con ellos asaltan un tren cargado con patatas, pasando la noche con Kristel frente la preocupación de su familia, lo que le piensa una reprimenda y una bofetada de su padre.

También se enfadará el señor DenecKet, el dueño de la vivienda al notar que en lugar de los 300 marcos que esperaba le llevan dos latas de carne.

Un ataque de su padre provoca que llamen al médico, que consigue que lo internen, suponiendo su estancia en el hospital un alivio para su familia que tiene más comida.

Pero al hacer mejor debe volver a casa, por lo cual, frente la carencia de trabajo Edmund va a conocer al señor Enning, pidiéndole asistencia.

Este le dice que todos tienen que fallecer, y que si eso sucede dejarán de padecer por contribuir a un viejo inútil, siendo primordial algunas veces sacrificar a los débiles, del mismo modo que en la naturaleza los débiles son eliminados por los fuertes, por lo cual le pide que asuma su compromiso.

De vuelta a su casa, su padre protesta de que regresa a ser una carga, aunque le falta el valor para fallecer.

Edmund le prepara entonces a su padre un té en el que echa un veneno.

Hace aparición entonces la policía en la vivienda y Karl escoge entregarse, cansado de escapar, encontrándose al llegar feliz a casa con que su padre ha muerto.

Edmund acude a conocer otra vez a Enning, al que le dice que siguiendo sus normas acabó con la vida de su padre, frente lo cual su instructor tiene una reacción negando que él le dijera nada parecido y diciéndole que es un monstruo.

Sin ganas de volver a su casa, Edmund vaga por las calles, para ver, al arrimarse a su casa cómo un camión se transporta el cadáver de su padre mientras Eva trata de encontrarlo.

Pero él, al que rechazan tanto los niños que juegan por las calles, como los mayores, termina lanzándose al vacío desde lo prominente de un edificio, frente la desesperación de Eva al descubrirlo.

Calificación: 4