Resumen de la película Amantes

 

 

Amantes

 

España (1991) *

Duración: 113 min.

Música: José Nieto

Fotografía: José Luis Alcaine

Guion: Carlos Pérez Merinero, Vicente Aranda, Álvaro del Amo

Dirección: Vicente Aranda

Intérpretes: Victoria Abril (Luisa), Jorge Sanz (Paco), Maribel Verdú (Trini), Enrique Cerro (Comandante), Mabel Escaño (Elvira), Alicia Agut (Madre de Trini), José Cerro (Minuta), Gabriel Latorre (Gordo), Saturnino García (Pueblerino).

Madrid, años 50, a inicios de diciembre, y a lo largo de la misa, que se festeja en una capilla castrense, una de las feligresas, Trini, mira de reojo a la parte de atrás, donde, entre los soldados que acuden al acto está Paco, su novio.

A la salida de la misa el comandante le pide a Paco, que es su chófer, que al día siguiente vaya antes, ya que debe ir con su mujer a agarrar a unos parientes.

Sale tras ello con Trini a pasear, más allá de que se queja porque tienen que ir con los hijos del Comandante al Retiro a montar en bicicleta más allá de que al ser fiesta es el día libre de Trini, que trabaja interna en el hogar del comandante.

Mientras los niños montan en bicicleta Trini y Paco hablan sobre el futuro de él cuando concluya el servicio militar, dado que quiere quedarse en Madrid y su única vivencia antes de llevar a cabo la mili era cuidando animales y no le atrae reengancharse, como otros compañeros, ni le agrada trabajar en una fábrica tragando humo.

Pero Trini piensa que encontrará algo a su altura, y hasta entonces ella consiguió ahorrar 19.000 pesetas desde que empezó a ser útil a los 14 años.

Cuando poco después se licencia ella le espera en la salida y le proporciona la dirección de una vivienda donde alquilan una habitación por 60 pesetas por semana, agregado desayuno.

En la vivienda es recibido por la dueña, Luisa, una muchacha viuda que está adornando su árbol de Navidad mientras come mazapanes.

Cuando después queda con Trini esta le pregunta si la casera tiene hijos, hablando él que no lo sabe ni los vió, ya que se pasó la tarde durmiendo.

Paco abraza a su novia por detrás y la besa mientras ella se encarga de la comida, siendo sorprendidos por el Comandante, que por el momento no es su jefe y que le dice que están creando un vecindario más abajo y requieren peones, por lo cual le pide que vaya de su parte a pedir trabajo a su cuñado que tiene una fábrica de ladrillos.

Por medio de ello empieza a trabajar de hecho en la fábrica de ladrillos, aunque el cuñado del comandante le dice que ve que eso no es para él, y Paco, que está en concordancia escoge soliciar el salario por el tiempo trabajado y despedirse.

Un día, al volver a casa Paco se deja la llave y debe aguardar a Luisa sentado en la escalera, donde se queda dormido, siendo asombrado así por Luisa, que le invita a tomar una copa de anís, lo único que le queda de licor, diciéndole que, aunque lo ve compungido, en ocasiones se puede lograr que los días pésimos terminen siendo buenos, realizando alguna disparidad.

Paco le pregunta qué disparidad puede llevar a cabo él, proponiéndole ella hacerla juntos, tras lo que le abre la puerta de su habitación, a la que él entra sin vacilar.

Al amanecer, y mientras Paco todavía duerme ella mete en la habitación el árbol de Navidad y después besa a Paco, diciéndole que le llevó la providencia a esa casa, tras lo que vuelven a besarse y a llevar a cabo el cariño, para lo que le introduce a él un pañuelo en el ano que de a poco va sacando mientras tiene el orgasmo.

Entretanto Trini llora en su casa y le pide a Doña Elvira un consejo tras una semana sin novedades de Paco, aunque la mujer le dice que ya aparecerá.

Luisa le dice a Paco que les ha salido un negocio para el que debe ponerse uno de los trajes de su marido.

Poco después hace aparición Luisa tras el mostrador de un estanco, en cuya trastienda se reúnen numerosas personas para intentar negocios.

Allí un hombre lee un contrato de traspaso del negocio, algunos de cuyos términos ignora, al estar en latín, más allá de lo cual lo firma y distribución una sustancial proporción de dinero, firmando tras él Luisa, como dueña del negocio y numerosos presentes trajeados, uno de los cuales es Paco.

Ya en su casa Luisa le enseña que quien redactó el contrato es el que llaman el Minuta, que es abogado enserio, aunque el cerebro de la operación es el Gordo, que recibe ese nombre no por su complexión, sino porque una vez le tocó el gordo.

Le cuenta que la verídica estanquera se encontraba en el hospital y el Gordo se realizó con las llaves, por lo cual tuvo que llevar a cabo ella de estanquera, dándole a Paco su parte, tras lo que vuelven a acostarse.

Y por fin el día de Noche Buena vuelve a conocer a Trini, llegando cuando el Comandante y su mujer están próximo de irse a pasar la Navidad al pueblo de su mujer.

Él les miente y les enseña que trabaja prestando asistencia al reparto en una fábrica de pan, yendo vestido con el traje, mostrándose Trini dura, aunque está contenta de que apareciera, diciendo él que no quiso presentarse hasta tener otro trabajo tras dejar el de la obra.

Como tienen la vivienda para ellos, Trini elige quedarse allí, habiéndole listo una comida de lujo, que compró con su dinero, ya que el comandante se ve rico, pero no es así.

Ella le afirma que sabía que iba a ir, ya que si no lo hubiera hecho, no volvería a verlo y le dice que si se casan, ella le cuidará como a las niñas de sus ojos, diciéndole que con el dinero ahorrado por ella podrán poner un negocio, dándole tras la cena uno de los puros del comandante, proponiéndole él evaluar la cama de este, tras lo que trata de besarla, aunque ella no abre la boca y comienza a agarrar todo.

Cuando vuelve a casa encuentra a Luisa borracha diciendo que se pasó la noche sola pensando en él y en que se habría acostado con su novia, aunque él le cuenta que jamás se ha acostado con ella, lo que Luisa piensa lo trae loco, aunque él le afirma que cuando piensa en Trini es ella y su cuerpo quien lo ocupa todo y no deja ingresar a Trini en sus pensamientos, tras lo que se acuestan.

Un día Paco y Trini pasean cuando se topan con Luisa, presentándosela a Trini con cierto envaramiento, pidiéndole Luisa cuando se marcha a Paco que no la intente usted, ya que, le dice, hay seguridad.

Tras ello se sientan en el bar del que salió Luisa, donde Trini se expone irritada diciéndole a su novio que no le agrada que la intente tonta, y que él se la había descrito como si fuera una triste viuda y que a él se le puso la cara del color de la cera al verla y que ella lo miraba con cara de zorra, por lo cual le pide que esa misma noche se busque otra casa.

También Luisa se expone dura con él y le dice que no quiere que esté con una fregona, diciéndole él que es su novia y no quiere que dialogue mal de ella, asegurándole que no se acuesta con ella, y, aunque se expone celosa le pide que se vaya a la cama con ella para que después logre explicarle a Trini cómo lo debe llevar a cabo.

El comandante encuentra a su mujer consolando a Trini, que no para de llorar, asegurándole que se acuesta con esa mujer, diciéndole Doña Elvira que todos los hombres se acuestan con otra mujer en algún momento, aunque le dice que ella le ayudará a que vuelva a ella manso.

Le pregunta después si se ha acostado ya con Paco, diciéndole ella que no, frente lo que le dice que será más fácil de lo que creía, aunque le dice que lo primero que debe llevar a cabo es asegurarse, ya que solo tiene supones y después le explicará lo que debe llevar a cabo.

Un día Trini coge un taxi y se planta en la puerta de Paco a aguardar y cuando ve salir a Luisa va hasta el piso muy pintada y arreglada.

Le pregunta a Paco si no trabaja, diciéndole él que hace el momento de noche.

Ve la habitación de Luisa con la cama deshecha y le pregunta dónde duerme él observando que tiene la cama llevada a cabo.

Paco ve cómo Trini se quita sus bragas y se acuesta en su cama, diciéndole él, nervioso, que no está enamorado de Luisa, diciéndole ella mientras se sube la falda y le exhibe su sexo, que también ella puede ofrecerle todo, tras lo que se acuestan.

Por los Santos Inocentes Luisa se reúne con el Gordo y el Minuta que le aseguran que saben que los ha engañado y se quedó con una partida de Camel y Chesterfield y que les debe por esto 15.000 pesetas, preguntando ella si le darán una paliza si no paga, diciéndole el jefe de la trama, el agraviado que tienen la posibilidad de lograr que su cara parezca una almendra garrapiñada y tendrá que buscar trabajo en un circo, pidiendo ella tiempo.

Cuando Trini sale del piso se sienta en la escalera y regresa a pintarse los labios.

Cuando vuelve Luisa tras su reunión la encuentra en la escalera y le pregunta si tiene algo que mencionarle, diciendo ella que no, que ya se lo contará Paco.

Cuando entra, Paco le dice que la hechó de menos, preguntando ella si lo hicieron en su cama, tras lo que va a la de él para ver los restos, tras lo que lanza con íra un melón al suelo.

Paco le pregunta si es bruja y después dice que no la engañó, que Trini fue a llevar a cabo las paces y que se ve estar acorde con la situación y que no podía reflexionar que iba a dejar tirada a Trini.

Esa noche Luisa no le deja reposar con ella.

Cuando se despierta al día siguiente revela una carta de Paco donde le enseña que se va de viaje por unos días, y que le coge algo de dinero de su cajita.

Va a pasar el objetivo de año con Trini a su pueblo, visitando a su madre, que está coja y a la que le muestra a Paco como su marido, diciéndole que se casaron una semana antes, observando cómo la mujer comunica la boda a todas sus vecinas, dando por seguro que le dieron una alegría muy grande.

Una vez en la habitación él le pregunta si se lo habrá creído su madre, diciéndole ella que en todo caso habrá leído en sus ojos que próximamente se casarán, tras lo que le dice que quiere llevarlo a cabo feliz y serlo ella también, aunque solo sean esos pocos días.

Paco le pregunta si su madre fue siempre coja, contándole ella que se tiró enfrente de un carro porque su padre se entendía con una enfermera para que se sintiera culpable.

Pero más allá de que ella trata de llevarlo a cabo feliz en la cama él no se ve contento, diciéndole ella que aprenderá a contentarle en la cama como lo realiza en la mesa, ya que le quiere más que a su historia y es suya.

Van a pasear entre la multitud que festeja el objetivo de año, tomando las uvas en la plaza, aunque Trini no puede parar de llorar, no dejándolo ni mientras bailan, ya que le dice que ella se ha entregado en cuerpo y alma él solo piensa en esa mujer.

Él le dice entonces que si está así de extraño es porque le han echado de la fábrica de pan, recordándole ella que tiene dinero ahorrado que es como si fuese de el.

Cuando vuelve a Madrid ve que Luisa se cubre los ojos con los lentes de sol, aunque enseguida ve que le han pegado, lo que lo indigna, leyendo una carta que se encontraba escribiendo ella y donde le pide 15.000 pesetas a un viejo amigo de cuando se dedicaban los dos al toco mocho.

Paco le dice que nadie le pondrá la mano encima mientras esté él, tras lo que vuelven a acostarse, diciéndole Paco que inventará algo para que Trini le deje el dinero.

Luisa le pregunta si está dispuesto a sacarle el dinero enserio, y le pregunta si estaría dispuesto a matarla, confesándole que ella mató a su marido y eso no le supuso proceder a la cárcel, y a él tampoco le pasará, aunque elige la cárcel a los matones.

Paco va a conocer a Trini a casa del Comandante y le enseña que tuvo un concepto para hallar trabajo y dejar a Luisa a la vez, contándole que le han brindado el traspaso de un bar en Aranda de Duero, y así matarían dos pájaros de un tiro, ya que se marcharían de Madrid. Él no podría ver a Luisa y ella podría tener el negocio que siempre soñó, aunque para eso le piden 20.000 pesetas, diciéndole ella que tiene 30.000.

Tras comentar con ella, le cuentan sus proyectos al comandante y a su mujer, que brindan con ellos por su futuro.

Cogen el tren en la estación de Exquisiteces y una vez dentro Trini le pregunta qué le ha dicho a su casera, diciendo él que se echó a llorar, pidiéndole ella que le diga que la olvidará y asegurando él que ya está olvidada.

Pretextando proceder a fumar un cigarrillo recorre el tren hasta hallar a Luisa en otro vagón junto al Gordo, aunque ella le pide que no le diga nada con un gesto.

Esa noche se hospedan en Burgos, saliendo Paco a con la explicación de proceder a comentar con el primo de la viuda dueña del bar para cerrar la visita con el notario.

Burgos está nevado, más allá de lo cual él se sienta en un banco y reza antes de regresar al hostal donde encuentra a Trini dormida y abrazada a su bolso, donde transporta el dinero, utilizando el instante para sacar sigilosamente el dinero y marcharse con él.

Regresa a la calle, al banco donde estuvo sentado antes y donde, a las 6 está con Luisa a la que le distribución las 30.000 pesetas, pidiéndole que regrese con ellas a Madrid y ocultar en el transcurso de un tiempo con lo que le sobre, aunque ella le dice que acabarán en la cárcel, asegurando él que no ocurrirá a nada.

Ella le dice que se verán al día siguiente a las 11 en Aranda y le afirma que Trini quedará contenta con el bar, ya que la verdad es que se traspasa por el triple de lo que le dijeron, comentándole que el Minuta hará de notario.

Paco le pregunta qué ocurrirá con Trini, ya que no puede ni quiere dejarla así.

Pero Luisa le pide que la mate y mientras se aleja tira el dinero que él regresa a agarrar.

Cuando vuelve a la pensión le dice a Trini que Luisa lo ocupa todo en él, que quiere olvidarla y no puede, y que todo lo demás, agregado lo del bar, es mentira, y que solo querían sacarle el dinero.

Trini le dice que ella solo lo ha amado a él pero que solo busca su ruina, a eso que él le dice que tiene su dinero y que no pasará nada más.

Pero Trini se encierra en el servicio y le dice que está muy cansada y no quiere vivir, insistiendo él en que le dijo la realidad porque no quiere que sufra, que se encontraba loco, pero que todo cambiará.

Temiendo que realice una disparidad, Paco rompe el cristal del baño y la ve con su navaja de afeitar próximo de autolesionarse, diciéndole él que jamás la abandonará.

Trini le pide que la saque a pasear por Burgos bajo la lluvia y la nieve, sentándose Trini frente a la catedral en el mismo banco donde él estuvo antes con Luisa, bajo una intensa lluvia de la que él trata de resguardarla con su gabardina.

Ella le pide que le dé un beso, y le dice que no la quiere aunque él dice que no la abandonará, asegurando ella que se mutilará para que él se sienta mal toda su historia.

Le dice también que le gustaría terminar con esa mujer pero que no posee fuerzas, para mencionarle a continuación que quiere fallecer y que sabe que él quiere que muera, tras lo que le pide que la mate y la libre de ese suplicio.

Saca tras ello la navaja que se había guardado y se la pone a Paco en las manos y ella misma la abre.

Se quita tras ello los zapatos y pone sus pies sobre la nieve donde comienza a caer la sangre, con la que poco después cae la navaja.

Paco la deja allí desangrándose.

Al día siguiente Luisa sube al tren observando poco después cómo Paco la llama desde fuera mostrándole sus manos manchadas de sangre mientras sonríe.

Cuando el tren empieza su marcha, ella se baja y se abrazan en la estación mientras el tren se aleja.

Tres días después Paco y Luisa fueron detenidos en Valladolid.

Calificación: 3