Resumen de la película Animales de compañía

 

Animales de compañía

España (2008) *

Duración: 94 min.

Música: Álvaro de Cárdenas

Fotografía: Teo Delgado

Guion: Rodrigo Muñoz y Nicolás Muñoz

Dirección: Nicolás Muñoz

Intérpretes: Miguel Rellán (Rafa), Mireia Ros (Martina), María Botto (Sofía), Nancho Novo (Gregorio), Cristina Alcázar (Esther), Francisco Boira (Ernesto), Javier Pereira (Javier), Blanca Apilánez (Lourdes), Tatiana Astengo (Luci).

Martina llega con un obsequio de rosas para Rafa, su marido, que ese día cumple 65 años, y que se afana en la cocina mejorando una sopa de pescado que según su mujer huele mortal.

Martina le recrimina que no llame a Sofía, su hija y él dice que ya se lo dijeron el domingo previo, y que seguramente llegará tarde como siempre.

Pero contra todo pronóstico, es la primera en llegar, llevando con ella a Gregorio, que dice la buscó al ensayo y lo invitó a ir con ella.

Les cuenta que está pasando unos días en su casa dado que le echaron de la suya.

Gregorio, que es crítico de arte exhibe su desprecio por las fotografías que ve en la vivienda hasta que se entera de que son de la madre de Sofía, metiendo otra vez la pata al criticar las extrañas sillas de la vivienda hasta que se entera de que son diseño del padre, sentándose en una de ellas, donde debe estar tumbado se muestra Rafa, su constructor frente él asegurándole que para que le ayuda de algo debe estar en ella por lo menos media hora, por lo cual lo encuentran así los próximos en llegar, Esther, la más grande, acompañada de Ernesto, su marido, presentador de telediario.

Ellos les reportan de que vieron a su hermano, Javier encadenado a la peletería de un centro comercial.

Cuando Gregorio empieza a comentar sobre Irak y el destrozo generado por la guerra Esther hace sonar una campanita explicándole que en su casa llegaron al acuerdo de que jamás se habla de política y de que cuando alguien lo realiza tocan la campanita, ya que no quieren debatir.

Rafa cada día está más cascarrabias, y por eso critica el obsequio de Esther, una colonia diferente a la que él utiliza comunmente.

Su mujer le regala una fotografía encuadrada de ella desnuda, enseñando que decidió volver a fotografiar desnudos – lo que antes criticó Gregorio frente Sofía -, alternándolo con imágenes de inmuebles en construcción.

Cuando Rafa le pregunta a Gregorio si es de todo el mundo del teatro, este le responde que es crítico, dándose cuenta entonces Martina de que fue la persona que logró unas críticas más feroces sobre su fotografía, lo que les incomoda más allá de que él se disculpa.

Tanto Rafa como Esther suponen que Sofía goza fastidiándolos e incomodándolos.

Martina le devuelve a Ernesto un dinero que les prestó, lamentándose de que Rafa siga tratando vender sillas que nadie compraría.

Por último se sientan a la mesa, en sillas diseñadas por Rafa, cansado de aguardar a Javier, aunque solo él, Gregorio y Esther toman su sopa.

Llega entonces Javier, con numerosas lesiones, aunque reitera que que no le pasa nada.

Javier empieza a debatir con Ernesto sobre la matanza de animales y sobre si es semejante matar para comer o para adornarse, debiendo llevar a cabo sonar Martina la campana.

Hablan del desarrollo de adopción que han iniciado Ernesto y Esther, yendo al día siguiente la psicóloga que ha de evaluarlos.

Aparece una exclusiva discusión donde Javier dice que no tiene que ver con adoptar a un niño para hallar paliar el hambre en el planeta, sino como si fuera una mascota.

Esther termina cansada de tanta crítica y comienza a criticar a sus hermanos. Ella piensa que trata de llegar siempre conciliadora y sus hermanos se burlan de ella, llegan tarde o invitan al primero que encuentran, en alusión a Gregorio, que se pasó toda la cena realizando comentarios sarcásticos.

Javier pide perdón, aunque ella no se lo admite. Le pide que piense antes de decir algo ofensivo, a eso que él responde que lo que dijo es lo que piensa, apoyándolo Sofía, que sugiere que cada uno debe decir lo que piensa y que, si los demás no están en concordancia tienen que rebatirlo con argumentos en lugar de ofenderse.

Sofía echa en cara además a su hermana que esté disfrutando de un piso de la familia, y cuando esta manifiesta que le paga el alquiler a su padre, ella se da a abonar esos 300 Euros, diciendo que ellos arreglaron el piso.

Al iniciarse la discusión Rafa y Martina terminan marchándose de la mesa, dedicándose él a limpiar el fondo de su piscina más allá de estar en febrero. Mientras lo hacen hablan de la foto que ella le regaló más allá de que sabía que eso le molestaría a él.

Entretanto Gregorio empieza a sentirse mal y debe proceder a tumbarse, tomándose un orfidal.

Sofía le cuenta a su hermano que está embarazada de Gregorio, y le dice que sin siquiera lo sabe él, y se lamenta de que para sus padres todo lo que hace les se ve una provocación, sintiéndose culpable inclusive por estar embarazada, porque logren llegar a reflexionar que hablamos de una provocación hacia Esther por no poder tenerlos.

Rafa comienza a quejarse de que le ha sentado mal la sopa.

Por último se reúnen para la tarta, y cuando alguien recomienda invitar a Luci, la empleada del lugar de vida, empieza una exclusiva discusión donde Javier habla de explotación mientras Esther carga contra los inmigrantes que quitan el trabajo a los españoles que no tienen la posibilidad de desafiar a sus sueldos, mandando todo su dinero a sus países.

Terminan bailando los dos matrimonios y Sofía con Javier y haciéndose una fotografía, aunque cuando está próximo de salir la foto les distraen los gritos de Gregorio que baja asustado dado que la serpiente se escapó.

Todos se asustan, dado que es muy venenosa, más allá de que Sofía había ocultado ese apunte hasta el momento.

Rafa protesta de que Sofía siempre esté provocándolo y de que Martina siempre la defienda, frente lo que esta dice que no tendría que llevarlo a cabo si él no estuviese siempre atacándola, y que si ella actúa así es para llamar la atención, y que si le dedicases solo la mitad de tiempo que a Esther no necesitaría llevarlo a cabo.

Bajando las escaleras Gregorio se cae y comienza a quejarse de la columna.

Entonces llaman a la puerta y llega la asistente popular encargada de gestionar los papeles de adopción de Esther y Ernesto para la acogida de un niño indio, que les sugiere que hay una niña de 8 meses lista para ser adoptada y se puede adelantar el desarrollo, que se podría acortar hasta 4 0 5 semanas, por lo cual piensa que puede explotar la ocasión para comentar con la familia.

Gracias a la búsqueda de la serpiente está todo patas arriba, debiendo proceder a buscar a Esther al estacionamiento, donde está metida en el coche por temor a la picadura de la serpiente, quedándose encerrados en el estacionamiento al desconocer el código para salir y ingresar en el hogar.

Mientras espera a la pareja, la asistenta popular escucha la confesión de Sofía a Gregorio de que está embarazada y la bronca posterior entre ellos cuando Gregorio al darse cuenta de esto le dice que aborrece a los niños y le pide a ella que aborte.

Se muestran tras ello Esther y Ernesto tras conseguir escapar del estacionamiento, pidiéndoles Lourdes, la asistente que bajen sus padres para comentar con ellos.

Tratan de verse como unos buenos padres, cuando de repente hace aparición Gregorio anunciando que Sofía se ha encerrado en su cuarto y asegura haberse tomado una caja entera de orfidales.

Mientras su madre trata de comentar con ella se escucha el grito de Lourdes al notar a la serpiente, después esta se cuela en el fregaplatos, que Rafa cierra y pone en desempeño para matarla.

Hace aparición entonces Sofía, y frente su empeño de socorrer al animal su padre le otorga una bofetada, confesándoles entonces ella que está embarazada.

Mientras discuten en la cocina, en el salón la asistente popular escoge marcharse y olvidar el asunto, emplazándoles a continuar los trámites ordinarios para la adopción.

Seguirá la discusión en el salón con Sofía dando por seguro que abortará para no tener a un hijo que lleve los genes de su familia, frente lo que Rafa dice que no quiere verla más.

Cuando Martina trata de mediar Rafa también salta contra ella afirmando estar cansado de sus fotografías, que nada le importan, recriminándole ella, tras romper la fotografía que le regaló, que jamás la ayudó en su trayectoria, y que si su compañía va mal es por sus carísimas e incómodas sillas que nadie quiere adquirir.

Se va entonces la luz, dejándolos a todos tristes y sin comentar, hasta que alguien hace sonar la campanilla y todos empiezan a reír intranquilamente hasta que regresa la luz.

Martina empieza a repartir helado y Sofía les dice a todos que siente todo lo que ha dicho y que no lo piensa.

Entonces Rafa empieza a quejarse de un mal en el pecho y tienen que salir hacia el hospital.

Cuando le dan el alta y vuelven a su casa son recibidos por los ladridos de un perro, que Luci les enseña llevó Sofía porque mordió a Gregorio y no quieren poseerlo en su casa, por lo cual, al no poder ingresar en su casa se sientan en la acera.

Calificación: 2