Bienvenidos al norte
Bienvenue chez les Ch’tis (2008) * Francia
También popular como:
– “Bienvenidos al país de la disparidad” (Hispanoamérica)
Duración: 106 Min.
Fotografía: Philippe Ronbi
Guion: Dany Boon, Alexandre Charlot y Franck Magnier
Dirección: Dany Boon
Intérpretes: Kad Merad (Philippe Abrams), Dany Boon (Antoine Bailleul), Zoé Félix (Julie Abrams), Anne Marivin (Annabelle Deconninck), Philippe Duquesne (Fabrice Canoli), Guy Lecluyse (Yann Vandernoout), Zinedine Soualem (Momo), Jérôme Commandeur (Inspector Lebic), Stéphane Freiss (Jean), Line Renaud (Sra. Bailleul), Michel Galabru.
Julie, mujer de Philippe Abrams, solicitado de una oficina de correos en Salon-de-Provence, al sur de Francia, padece episodios depresivos que convierten la vida de Philippe en un verdadero infierno, por lo cual, en un intento de animarla este escoge soliciar el traslado a la Costa Azul.
Pero para evadir que otra persona con más grande puntuación le adelante escoge hacerse pasar por minusválido, asegurándose de ese modo que se lo concedan.
Pero todo se irá al traste cuando un inspector revela la trampa, siendo castigado a moverse a Bergues, una pequeña localidad al norte de Francia, un destino que nadie quiere por temor al frío y a su inentendible dialecto, por lo cual, frente el temor de lo que les puede aguardar allí Julie y su hijo deciden quedarse, trasladándose Philippe solo a Bergues.
Al llegar está con que su novedosa casa no posee muebles, por lo cual Antoine, uno de sus inferiores lo acoge en la suya cediéndole su habitación, donde, por temor a que sea gay, al notar unas imágenes de él disfrazado, se encierra.
Al inicio se siente incómodo. No sabe a la multitud y piensa que todos se ríen de él, aunque después de los recelos iniciales se proporciona cuenta de que son gente muy amable, que le asisten prestándole algunos muebles para que logre instalarse en su casa, comiendo cada día con ellos y aprendiendo a ver la gastronomía local.
Al regresar a Salon-de-Provence él trata de argumentar lo vivido, pero su mujer piensa que lo realiza para sacarle hierro al asunto y que trata de disimular frente ella.
De a poco comienza a entretenerse y su estancia se le hace cada vez menos pesada y las semanas se le pasan volando, sintiendo además que desde que viven separados su relación va mejor y su mujer lo mima más para compensarle del horror de Bergues.
Lo que le preocupa es que Antoine bebe más de la cuenta, por lo cual escoge asistirle yendo con él a repartir las cartas para que aprenda a decir que no a la multitud.
Pero en lugar de asistirle terminan los dos borrachos, siendo él detenido al arrollar con la bicicleta a los usuarios de un bar, no logrando viajar ese viernes, gracias a su estado de embriaguez, pensando Julie que bebe gracias a lo mal que lo está pasando, decidiendo entonces soliciar una excedencia para irse con él.
La novedad no es bien acogida por Philippe que les debe contar a sus inferiores que para Julie son una panda de cazurros maleducados. Y como tales se comportarán frente ella, a la que le hacen creer que vive en un poblacho – un obsoleto pueblo minero abandonado.
Pero al día siguiente ella escoge conocer la oficina de correos y se entera así de la mentira, dándose cuenta de que todo es bastante superior de lo que le habían dicho, sintiéndose traicionada, por lo cual se marcha y lo deja solo otra vez.
Preocupado por Antoine, Philippe le asiste para reconquistar a su compañera Annabelle, tras atreverse a confrontar a su madre, declarando su amor a Annabelle por medio de una pancarta que despliega desde la torre donde hace sonar las campanas.
Y él también escoge aplicarse sus consejos yendo a buscar a su mujer, a la que le pide que vaya con él al norte.
Ya en Bergues acudirán como presentes a la boda de Antoine y Annabelle, viviendo allí a lo largo de tres años, después de los cuales les llega el ansiado traslado a la Costa Azul.
Calificación: 2