En el cine nada es lo que semeja. En mi matrimonio, tampoco.Vistos desde fuera, Emilio y somos una pareja ejemplar, mas hace demasiado tiempo que el desgaste diario ha transformado nuestro amor en solo cariño.Desde entonces, he guardado mis ilusiones en un globo pequeño, simple de ocultar, y he dedicado mis sacrificios a que nuestras hijas gocen de la dicha a la que he renunciado. Ellas y mi empresa de busca de localizaciones para rodajes, sesiones fotográficas y proyectos audiovisuales es lo que ha mantenido viva mi sonrisa hasta la data.Hoy, en la asamblea más esencial de mi carrera, he conocido a Marc, el encargado de la productora que financiará el próximo taquillazo del cine de España, y el único hombre que ha logrado hacerme vibrar en años. Saber que trabajaré de manera estrecha con él ha provocado que mis ilusiones despierten con un soplo de oxígeno tan puro como peligroso, porque ¿qué va a pasar si no logro contenerlo? ¿Cuánto puede inflarse un globo sin que reviente?