CÓMO ESCRIBIR UNA HISTORIA DE TERROR

Afirman que el género más difícil de todos es el humor, seguido muy de cerca por el terror. Estoy en concordancia. Cuando hablamos de escribir una historia de terror, no vale algún cosa. Hay que respetar una secuencia de elementos y encontrar infundir vivencias muy profundas y primarias, valiéndose únicamente de expresiones. Presta atención a estas indicaciones para escribir una historia de terror que no dejará indiferente a nadie.

CÓMO ESCRIBIR UNA HISTORIA DE TERROR EN 5 PASOS

 

1. Familiarízate con el género

Para escribir un género, primero hay que conocerlo. Y para empezar a conocerlo, hay que leer a los gigantes escritores y instructores de ese área. Ojo, ten precaución con la literatura económica, principalmente cuando estamos hablando de un género tan difícil. No es conveniente estudiar de cuentos de terror que no tienen una base experimentada y sólida. No pretendas transformarte en el próximo Stephen King leyendo terror principiante, hay que seguir a lo grande desde el comienzo. He aquí algunos cuentos y novelas para empezar con buen pie:

  • El gato negro de Edgar Allan Poe.
  • Drácula de Bram Stoker.
  • El color que cayó del cielo de H. P. Lovecraft.
  • El Monte de las Ánimas de Gustavo Adolfo Bécquer.
  • La noche boca arriba de Julio Cortázar.

2. Elige el tipo de miedo que vas a utilizar

Terror psicológico, terror gótico, terror mórbido, terror sublime, terror gore… Existen multitud de subgéneros de terror que hacen que cada historia sea totalmente diferente. Estamos muy mal familiarizados y tendemos a pensar que el terror se decrece a muebles que se mueven, fantasmas, asesinos con motosierra o payasos psicópatas. Hollywood nos ha malcriado abusando de un terror que ha perdido todo el criterio y a día de hoy es incapaz de asustar a nadie, de ahí que tengan que tirar de los screemers y los crescendo de violines disonantes para que movamos un poco el culo de la butaca.

No vayas a lo típico (lo cual no piensa que lo típico no consigua ser realmente bueno), indaga un poco más en otros subgéneros de terror hasta prestar con el tuyo. Hay muchas formas de desatar ese instinto primario que conocemos como miedo y cuanto más original sea tu medio, mejor será tu historia.

3. Piensa quién o qué será el objeto de terror

Zombies, fantasmas, vampiros, aliens, son los miedos más típicos cuando se junta el terror con la fantasía o con la ciencia ficción. Además, el clásico asesino en serie o psicópata tiende a ser el eje del terror en un thriller de terror. Pero hay numerosas cosas ahí fuera que dan miedo. H. P. Lovecraft lo sabe mejor que nadie, por eso su literatura es la más terrorífica que hay, porque su objeto de terror es tan absurdo como irrealizable.

El objeto de terror no tiene por qué prestar miedo en primera instancia, puede ser algo adorable e inocente al inicio, pero que, de un método u otro, acaba siendo aterrador o inquietante para el lector.

4. Crea una atmósfera y unos individuos adecuados

Necesitarás una ambientación precisa para ese miedo que has elegido. El contexto es escencial en el terror. Aprovecha que, como escritor, puedes situar a los individuos en algún ámbito posible. Atendiendo a esto, haz creaciones terroríficas:

Por ejemplo cosas, una niña con un viejo camisón en una fiesta del pijama con sus amigas no brinda ningún miedo, ni desentona lo mas mínimo. Pero si ubicamos a esa misma niña en un hospital abandonado a las 3 de la madrugada, la cosa cambia.

Los individuos, no en todos los casos todos, tienen que ser valientes. No, no es que sea un tópico, es que de lo contrario la fórmula no trabaja. Véase de la siguiente manera: Una familia se muda a una casa que acaban de conseguir a un precio sospechosamente bajo. La primera noche empiezan a oír ruidos extraños y sopesan la posibilidad de que consigua estar encantada. A la mañana siguiente la familia, atemorizada, se vuelve a mudar y fin de la historia. Nos quedamos sin narración antes de hecho de haber empezado. Por ello, siempre viene bien alguien con la aptitud de presenciar la experiencia, con agallas para investigar qué ocurrió en esa casa y confrontar a los fantasmas que se le hagan ver.

Otra opción es jugar con el ámbito, de forma que los personajes no tengan escapatoria; están atrapados en una cabaña en mitad de una ventisca, han aparecido en un espacio del que no tienen la oportunidad de salir, están perdidos en un bosque, etcétera. Pero aún así, un elenco de cobardes no será con la aptitud de arreglar ningún enigma, así que la historia quedaría achicada a sustos y más sustos. El más considerable consejo que puedo sugerirte en este punto es: Construye individuos fuertes pero frágiles. Indaga en los superiores temores de estos durante la historia y explótalos. Haz que tus individuos vivan oportunidades extremas, colocalos al límites, solo así se mostrarán así como son.

5. Haz un buen uso del suspense con un colosal final

El suspense debe crecer gradualmente hasta estallar en un grito de pánico. El terror necesita preparación y tono para inquietar al lector cuando haya dejado de leer. Tener al lector comiéndose las uñas durante la más grande parte del tiempo es un óptimo síntoma. Para eso, propicia que en todo momento consigua ocurrir algo terrorífico, aunque después no ocurra nada… hasta el desenlace.

Las historias de miedo no acostumbran tener un final feliz, como muy un final abierto. Tampoco pasa nada si termina bien, siempre y cuando haya supuesto un sacrificio para el personaje primordial. Pasar por algo en teoría terrible y estar como nuevo y sin secuelas al día siguiente… entonces es porque no fué una auténtica experiencia de terror. Asegúrate de torturar a tus individuos como buen escritor de terror que eres.

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CONSEJOS PARA ESCRIBIR TERROR

 

Sé paciente

Stephen King, el maestro de la narrativa de terror, se toma su tiempo en enseñar a los individuos y su ámbito. Imita al maestro y prepara el ámbito meticulosamente e tiene dentro al lector en el mismo gradualmente. Por norma establecida, una historia de miedo precisa de una popularizada introducción, debido a que es muy difícil inspirar terror sin una aceptable contextualización, aunque siempre hay excepciones.

Acércate a la realidad

El lector difícilmente se sentirá reconocido si el personaje primordial o los individuos primordiales son individuos muy excéntricos y atípicos. Y si encima, la historia se transporta a cabo en un espacio tan extraño que es difícil de imaginar, mitigarás el terror hasta reducirlo a la nada. Para omitir este fracaso, cíñete a la realidad, a eso que todos conocemos y estamos familiarizados. Una vez el lector esté cómodo, puedes empezar a distorsionar la realidad todo lo que quieras.

El asco y el miedo van de la mano

Si te cuesta encontrar algo lo muy terrorífico para tu historia, prueba con algo increíblemente asqueroso. Ambas emociones cooperan juntas muy frecuentemente y en la mayoría de las situaciones una desemboca en la otra. Por ejemplo cosas, una rata produce en la mayoría de la multitud una mezcla de miedo y asco difícil de distinguir. Si te cuesta evocar el miedo en el lector, intenta evocarle asco y la emoción consiguiente se te presentará en bandeja de plata.

Escribe sobre tus propios miedos

Sería precisamente difícil inducir terror en el lector a través de una narración que al escritor no le produce ni un despacio escalofrío. La clave está en entender en los miedos más íntimos y profundos, en las fobias de uno mismo, sólo así se desata el auténtico terror sobre las páginas.

Cuando un escritor redacta terror, redacta sobre aquello que más le aterra»

El miedo a lo desconocido

Al ser humano se le hace principalmente terrorífico aquello que no comprende. Esta fórmula es eficiente y en el terror se abusa de ella precisamente por su colosal efectividad. Si crees que lo que nos da miedo es el mero hecho de la presencia del fantasma, te equivocas. Si un fantasma se hace aparición frente ti y te enseña por qué existe y cuales son sus pretenciones, en el momento le perderías el miedo, por muy terrorífico que sea su fachada. Deja siempre en el aire todas las incógnitas que consigas y no desveles la intención del objeto de terror hasta el desenlace de la historia.

Con estos pasos y consejos ya estás listo para escribir una aceptable historia de terror. Cuéntame en los comentarios qué te ha parecido, si estás familiarizado con el género o si pretendes escribir algo del estilo para este Halloween.

De hecho, ten precaución con eso que tienes detrás, no me gusta cómo te está observando.