Copycat
Copycat (1995) *
También habitual como:
– “El imitador” (Hispanoamérica)
Duración: 123 min.
Música: Christopher Young
Fotografía: Laszlo Kovacs
Guion: Ann Biderman, David Madsen
Dirección: Jon Amiel
Intérpretes: Sigourney Weaver (Helen Hudson), Holly Hunter (M.J. Monahan), Dermot Mulroney (Ruben Goetz), William McNamara (Peter Foley), Harry Connick, Jr (Daryll Lee Cullum), Will Patton (Nicoletti), John Rothman (Andy), J. E. Freeman (Teniente Thomas Quinn), Shannon O’Hurley (Susan Schiffer).
La doctora Helen Hudson brinda una charla frente una nutrida concurrencia, sobre asesinos en serie, dando por seguramente esos tipos no sienten compromiso por sus homicidos, sino decepción, debido a que siempre esperan más exitación y que quizá la próxima vez será mejor.
Asegura que lo que les excita es el padecimiento y el mal de sus víctimas y que la mayoría de estos asesinos, 9 de cada 10 son de raza blanca y de entre 20 y 35 años, y personas en los que sus víctimas confiaban.
Súbitamente le se ve ver entre el público a un hombre que le hace un gesto amenazador y pierde durante unos segundos la concentración, más allá de lo cual la charla es un éxito.
Acude tras el acto al baño acompañada por un policía que comprueba todas las cabinas, observando que hay únicamente una ocupada, observando por la parte de abajo que es una mujer.
Ignora que quien calza los tacones es el hombre al que creyó ver amenazándola en la salón, que cuando sale el policía del baño y prepara una horca llevando a cabo que un cable metálico baje, atándola por el cuello y llevando a cabo que cuelgue aunque no muere porque se agarra al cable y se sujeta con las manos, logrando ver desde esa posición cómo el policía entra para ver si hay algún problema y es asombrado por el asesino, Daryll Lee Cullum, y le quita la pistola mientras le pone un cuchillo en la garganta.
Ella, colgada, no tiene la posibilidad de hacer nada mientras Cullum le pregunta a ella si es conveniente dispararle al policía o rajarle, llevando a cabo ámbas cosas.
Consigue salvarse a través de la llegada de un segundo policía.
13 meses más tarde Helen se despierta con pesadillas y busca unas pastillas.
Ve que en televisión hablan con un sujeto que transporta confinada 6 meses en el lugar de vida, comentando que ella transporta ya 13 y que se pasa el día durmiendo.
M. J. Monahan y Ruben Goetz son una pareja de policías que hacen prácticas de tiro, recriminándole la primera al segundo su impulsividad.
Una muchacha sale a correr sin comprender que alguien la está grabando.
Poco después los policías acuden a una casa, avisados por una vecina, encontrando a la muchacha estrangulada en la bañera, comentando que su caso es similar al caso de otras dos mujeres que fallecieron de modo muy parecido, contándoles el primer agente que llegó que cuando lo logró llevaba el cadáver tenía una media cerca del cuello, aunque algún compañero debió llevársela.
Helen, confinada en su casa, no es con la aptitud de salir unos metros para agarrar el periódico, que trata de poder con su escoba, debido a que ve peligro por todas partes.
Lee que la policía sigue desconcertada por la desaparición de una tercera mujer de un método similar a otras dos.
En comisaría, un policía interroga a un hombre que dice que es el asesino y mató a la chica porque era una guarra, diciendo que la apuñaló 7 oportunidades, aunque el policía lo manda marcharse.
M.J. recibe otra llamada de quien llaman “garganta profunda” que tratan de localizar sin éxito, una mujer que dice que el asesino sigue un período lunar, aunque la mujer que llama cuelga cuando oye que le afirman que es una maniaca.
Poco después estudian la situacion de Helen Hudson, que trabajó como experta contra Daryll Lee Cullum, el hombre que después la atacó.
Tras estudiar su expediente M.J. y Ruben van a comprender a Helen, abriéndoles Andy, el secretario de esta que les hace pasar más allá de la petición en sentido contrario de Helen, a la que le afirman que quieren comentar de sus llamadas telefónicas, que ella niega, aunque después debe admitir que lo logró tras comprobar que están frente un asesino múltiple.
Los policías le piden su colaboración, aunque ella les dice que está retirada.
Más allá de todo ellos les detallan las fotografías de los homicidos, sufriendo Helen al verlas un ataque de ansiedad, llegando a desmayarse.
Más allá de esto Andy les pide que dejen las fotografías que él se encargará de que las vea.
Pero la impresión de M.J. es muy negativa, debido a que vió a un sujeto agorafóbica, pastillómana y borracha.
Cuando vuelve en sí, reconoce frente Andy que le gustó el policía, aunque lamenta la imagen que le dio, confesando que echa de menos el sexo.
Andy le distribución las fotografías de la policía y le dice que es hora de que se decida a realizar algo, logrando que se decida a estudiarlas.
Ignora que alguien la vigila desde el edificio de enfrente, y cuando tras ducharse sale de su habitación encuentra sobre su cama el vestido rojo que llevaba cuando fue atacada.
Llama a Monahan y les dice que tras estudiar sus imágenes ha podido comprobar que tres de las víctimas fueron asesinadas por la misma persona, pero hay otro que no y le dice que sabe que intentaban ponerla a prueba.
Les enseña tras ello que el asesino imita al estrangulador de Boston, muerto 20 años antes, por la forma de atar su cuello con una media.
Durante una fiesta pacifista alguien graba con su cámara a una chica mientras baila.
Helen juega al ajedrez en línea y recibe un correo en su PC, observando al abrirlo que es la foto de otra muchacha muerta en una bañera, cuyo cuerpo se eleva, y va marcha atrás hasta que hace aparición su imagen bailando en la fiesta pacifista.
Cuando se lo comunica a M.J., esta le dice que nadie sabe que colabora con ellos, ignorando cómo lo ha popular, a eso que Helen le contesta que es la musa de los asesinos múltiples, tras lo que tratan de volver a comprender el video, que ven que consiguieron borrarlo.
Asustada, Helen elige desconectar el PC, debido a que no quiere trabajar como cebo y el PC es una ventana para los asesinos, aunque le piden que vuelva a conectarlo, decidiendo Ruben quedarse con ella por si envían algún archivo más.
Ruben nota que Helen trata de ligar con él y le aclara que para él es únicamente una testigo.
Un joven le transporta agua a una mujer que está en la cama y que le dice que está loca por él, aunque él no se observa hacerle muy caso, prefiriendo bajar a su sótano, donde tiene bajo llave varios ordenadores, imágenes de homicidos y un libro sobre asesinos en serie.
Tiene allí además a la chica del video que envió a Helen atada y con la cabeza cubierta por una bolsa de plástico.
La chica aparecerá muerta poco tiempo después con una colina desnuda.
Acude Ruben al lugar donde apareció el cadáver, no logrando conectar su asesinato con el del asesino en serie, debido a que es totalmente diferente, observando además que la chica exhibe pinchazos como si fuera drogadicta.
En la colina Ruben coincide con Nicoletti, previo pareja de M.J., y bromea sobre su fachada, ya que transporta la misma ropa del día previo y va sin afeitar, insinuando que está engañando a M.J., a eso que él le responde que sabe que esta lo abandonara, debiendo mediar ella entre los dos.
Más allá de la carencia de coincidencias, M.J. piensa que todo parecía listo, por lo cual vuelve a comprender otra vez a Helen, a la que ordena a conectar otra vez su PC.
Llaman a la policía para mencionarle que descubrieron esperma de varias personas en su cuerpo, entendiendo por ello que el asesino no es el mismo, aunque tras saber en su PC Helen le pregunta si de ámbas clases de esperma uno es secretado y el otro no, algo que ella no le había contado, adivinando que tenía señales de pinchazos y un letrero de “Prohibido verter residuos”.
Se brinda cuenta de que el asesino está ahora mismo imitando a Buono, el estrangulador de la colina, debiendo comprobar que como aquel le inyectó un limpiacristales.
El asesino sigue actuando. Ve a una muchacha en un coche y le solicita asistencia diciéndole que está perdido, mostrándose poco después con un tiro en la cabeza.
Llaman a Helen y esta le pregunta si la muerta estaba en el taburete del copiloto y con el radiocasete encendido, lo que es así, tras lo que le pide que ponga el casete para ver si es la Familia Patrick, confirmándolo tras ponerlo.
Pregunta si hay una gasolinera y una cabina cerca, lo cual es así, y le pide a Ruben que busque en esta una nota.
Le enseña que está imitando ahora mismo a David Berkowickz y les sugiere que miren entre la multitud debido a que a Berkowickz le gustaba ver entre esta mientras trabajaba la policía.
Ruben va a la cabina y encuentra de hecho una nota para Helen.
Entretanto el policía que hace guardia en el lugar de vida de Helen sale a la calle tras escuchar la alarma de un coche que suena insistentemente.
M.J. pide que avisen al agente que hace la guardia, aunque este no responde.
Usando su sepa el asesino quita además la alarma de la vivienda.
Helen mira que el policía no está en la puerta y que esta está abierta.
Trata de llamar por teléfono, pero este no trabaja, observando en el piso de arriba un sujeto, aunque su agorafobia le impide huír, y aunque intenta llevarlo a cabo no puede soportarlo y regresa haciéndose con un cuchillo con el que trata de buscar al asesino, al que ve que recorre la parte de arriba de su casa, empezando a mover las persianas para intentar llamar la atención del policía.
Apunta tras ello con su cuchillo al asesino, que sale corriendo, pero no por miedo a ella, sino porque oyó llegar a Ruben.
Helen les pregunta a los policías cómo llegaron de forma tan oportuna, suponiendo que fue por la nota que encontraron en la cabina, aunque M.J. le dice que piensa que es el asesino quien estuvo en su piso y que ella se ve constituir parte de su plan, siendo un tipo muy capaz que les transporta mucha distancia.
Todos los policías analizan la nota y una canción de Police “Asesino paso a paso” que el asesino quiere que escuchen, aunque el comisario les pide a M.J. y a Ruben que no vuelvan a comentar con la doctora Hudson, debido a que piensa que está mal de la cabeza y solo quiere publicitar su libro.
Más allá de esto M.J. le transporta la nota de la cabina que empieza diciendo “Helen, no pierdas la cabeza”, por lo cual piensa que puede intentar imitar a un decapitador.
Helen piensa que el asesino tiene un trabajo técnico que requiere de alguna precisión, deseando editar sus crímenes en arte, deseoso de llegar a el reconocimiento.
De hecho, este trabaja en un laboratorio y graba a sus recientes víctimas en bikini.
Una noche, cuando se acuesta Helen se brinda cuenta súbitamente de que su cama está llena de hormigas, que corretean por toda la habitación, encontrando bajo el colchón un dedo.
Los policías toman su casa para investigar el hecho, aunque no logran comprender a quién le corresponde el dedo, ya que quemaron su huella.
Observan que el dedo dejó una marca de sangre en la página del libro de ella que narra el ataque de Daryll Lee Cullum, observando además que el libro está firmado por Cullum, que le dice a la doctora que espera que le agrade el libro.
Deciden ingresar en contacto con Daryll, que hablará con Helen desde la cárcel a través de la pantalla del PC.
Cullum le confiesa que quien llevó el libro a su casa fue Peter Kurten, un seguidor al que le pidió que se lo llevara, aunque no sabía cómo iba a llevarlo a cabo.
Helen señala que Kurten fue un asesino múltiple de los años 30 en Alemania.
Cullum les cuenta que Kurten debe ayudar a una reunión con un enviado de el, estando dispuesto a decirles el sitio del acercamiento en vez de una de las bragas de la doctora firmadas, contándoles tras ello que el acercamiento debe hacerse esa noche en una fábrica de conservas cárnicas.
Mientras M.J. sale hacia la fábrica, él le dice a Helen que hasta que muera le quedan 6 años de apelaciones y que desde que está en la cárcel tiene múltiples discípulos y que consigue con que les ordene algo para que lo hagan.
En comisaría se forma ese día un altercado. Nicoletti acude a mediar sin cerrar con llave su cajón, lo que es aprovechado por un oriental que está detenido para abrirlo y coger su pistola, cogiendo tras ello a Ruben como rehén, dirigiéndose con él hacia la salida, aunque es asombrado por M.J., que le dispara en el hombro, consiguiendo así dejar en independencia a Ruben, aunque cuando todo se ve que va a finalizar bien el delincuente consigue coger otra vez el arma, tirando con ella a Ruben, que muere.
M.J. está muy mal, echándose la culpa Nicoletti de lo ocurrido y confesando que le deseaba a Ruben la desaparición al ver cómo se trataban, aunque asegura que ahora mismo daría su crónica para que pudiera volver, debido a que todos los policías sueñan con fallecer como héroes y súbitamente mueren por un abandono, señalando que es la primera ocasión que la vió llorar.
Monahan elige devolver su placa, debido a que intentó controlar la situación y lo logró mal, pero el comisario le pide que siga, debido a que no quiere perder tres policías en un solo día.
Monahan va a comprender a Helen y le cuenta la desaparición de Ruben, observando cómo justo en ese momento suena su teléfono y escucha en su contestador parte de su charla, tras lo que se corta la comunicación.
Le ha llamado el asesino desde una discoteca donde está próximo de liberarse de su próxima víctima tras echar unos polvos en una copa que le regala a Andy, el secretario de Helen.
M.J. le pregunta dónde dio su última charla, observando al buscarla en su PC que el asesino va siguiendo el orden marcado por ella, sabiendo así que el siguiente asesinato será de un hombre, debido a que imitará a Dahmer, y tras ello a Ted Bundy.
Pero mientras ellos van al local donde creen que se producirá el asesinato Peter acaba con Andy, cortándolo en trozos tras ello con una sierra, mostrándose al día siguiente su cadáver en el río.
Destrozada Helen más allá de todo ten presente que Bundy, mató a tres chicas en una noche en un club de estudiantes donde pidió asistencia porque llevaba muletas y un brazo escayolado, conduciendo un escarabajo dorado.
Piden un catálogo de los dueños de coches de ese tipo y avisan a las hermandades de estudiantes de que eviten ingresar en contacto con extraños.
En comisaría el amigo de Andy reconoce a Peter como el hombre que le ofreció a Andy una copa, y con el que bailó tras ello
Helen elige enviarle al que dice nombrarse Peter Kurten un montaje fotográfico en que cambia su cara en la foto del día de la boda de la mujer del propio Peter, manifestándole estar lista.
Entretanto los SWAT se disponen para accionar en el domicilio de Peter Foley, deseándole Nicoletti a M.J. suerte antes de salir, confesándole que la quiere, algo que ella sabe.
Los policías cubren la vivienda del asesino, pero antes de accionar ven que sale fuego por la ventana del sótano y entran en la vivienda donde encuentran a la mujer que vivía con el asesino muerta también, bajando tras ello al sótano, aunque no logran entrar, debido a que del mismo sale una fuerte llamarada, comenzando a arder la vivienda completamente antes de producirse una explosión.
Helen ve las noticias por televisión cuando los policías de guardia llaman al timbre, observando al abrir cómo uno de ellos, de todos métodos Peter Foley, que le corta la garganta al verdadero agente antes de abalanzarse sobre ella.
M.J. sale para la vivienda, encontrando en el pasillo el cadáver de su compañero, por lo cual pide refuerzos, observando además sangre en la puerta del apartamento al que entra, observando que hay una cámara que la está grabando, y donde un letrero le pide que pulse el play, observando al llevarlo a cabo al asesino en otro lugar con Helen, vestida con su vestido rojo y sin sentido.
El asesino se broma de ella porque llegue siempre tarde y mal y le pide que vaya sola al sitio donde retiene a la doctora o deberá despedirse de ella.
Cuando Helen despierta ve cómo elevan su cuerpo tras ser atada por el cuello como 13 meses antes y precisamente en el mismo sitio, habiendo un policía muerto, de la misma manera que entonces mientras lo graba, asegurándole que la hará la víctima más famosa de todo el planeta.
Le cuenta también que hay más libros sobre Jack el Destripador que sobre Abraham Lincoln, y que él será también habitual
MJ. va sola a toda agilidad más allá de que le piden que espere refuerzos.
El asesino le quita los botones del vestido y después raja su camisón con un bisturí, asegurándole que le hará pequeñas incisiones, tal es así que la desaparición dure horas.
Ella lo realiza diciéndole “que te jodan”, tras lo que le asegura que no es más que un torpe imitador, poco divertido e impotente, consiguiendo enfadarla, tras lo que le asegura que a Daryll tampoco se le alzaba, y escupiéndole tras ello.
Pero él tiene una reacción diciendo que ha comprendido su juego, pero que la matará despacio aunque le suplique que lo haga rápidamente.
Llega al lugar M.J., pero, sin importar su sigilo Peter colocó sensores y se brinda cuenta, dando por seguramente ese fue el fallo de Daryll, no se percató de que había un segundo policía.
M.J. manda un mensaje al teniente diciéndole que siente haberla cagado, tras lo que se dirige al baño de mujeres, donde sabe, encontrará al asesino, observando a Helen colgada, observando que trata de mencionarle algo.
Recorre todas las que sobran puertas del baño sin abarcar a Helen, habiendo únicamente una cabina ocupada, y en ella el policía muerto, dándose cuenta muy tarde de que Peter ocupaba el sitio del policía muerto en el suelo, logrando sorprenderla así.
Peter le pregunta a Helen si raja a Monahan o le dispara, de esta manera que logró Daryll, pero Mary Jane se asegura, por lo cual se le complica más, más allá de lo cual acaba con ella disparándole dos oportunidades, tras lo cual se dispone a degollarla, como logró Daryll, aunque Helen elige entonces cambiar el guion. Se quita el zapato que tenía puesto y se deja ahorcar.
Pero él quiere que lo vea accionar y la descuelga, usando cuando cae al suelo para clavarle al asesino un trozo de espejo en la pierna, tras lo que lo golpea con la cámara.
Le clava un cristal en la pierna y le golpea con la cámara, tras lo cual le lanza un spray a los ojos, consiguiendo así huír mientras grita pidiendo asistencia.
Sube tras ello hasta la azotea del edificio, aunque su claustrofobia le impide salir hasta que ve que se acerca Peter, saliendo entonces mientras pide socorro.
Peter se acerca a ella con su cuchillo asegurándole que ya es muy tarde para ella, que comienza entonces a reírse, impresionando al asesino, al que le pide que vaya hacia ella, observando cómo cuando está próximo de clavarle el cuchillo suena un tiro, que le hace tirarlo.
En esta ocasión Monahan no tendrá inquietudes. No permitirá que Peter consigua dispararle, adelantándose a él tiroteándolo hasta finalizar con él.
En su celda Daryll redacta una carta a Conrad, otro de sus leales al que le otorga las bragas de la doctora Hudson en vez de que culmine el trabajo que Peter no supo hacer al descarriarse, pidiéndole a él que no se complique y así obtendrá la gloria y él su venganza.
Calificación: 3