Los cuentos infantiles ayudan a los pequeños a entender valores que de otra forma sería complicado explicar. Por servirnos de un ejemplo, el tema de la buena educación y enseñarles a solicitar las cosas por favor y a dar las gracias después…
Este cuento corto para niños, que nos traen desde Cuentos para dormir, ejemplariza de forma perfecta de qué manera en ocasiones, completar de fantasía lo que deseamos explicar a un pequeño es más efectivo que reñirles para lograr lo que queremos…
Cuento de El Árbol Mágico
Hace mucho bastante tiempo, un pequeño paseaba por un prado en cuyo centro halló un árbol con un cartel que decía: soy un árbol encantado, si afirmas las palabras mágicas, lo vas a ver.
El pequeño trató de atinar el hechizo, y probó con abracadabra, tan-ta-ta-chán, supercalifragilisticoespialidoso y otras muchas, mas nada.
Rendido, se tiró implorante, diciendo: “¡¡por favor, árbol!!”, y entonces, se abrió una enorme puerta en el árbol. Todo estaba obscuro, menos un cartel que decía: “sigue haciendo magia”.
Entonces el pequeño afirmó “¡¡Gracias, árbol!!”, y se encendió en el árbol una luz que alumbraba un camino cara una enorme montaña de juguetes y chocolate.
El pequeño pudo llevar a sus amigos a aquel árbol y tener la mejor celebración del planeta, y de ahí que se afirma siempre y cuando “por favor” y “gracias”, son las palabras mágicas