El caso de las multas a media noche

Había una vez un ladrón al que le encantaba coger coches ajenos y darse un recorrido con ellos a toda agilidad a lo largo de la noche. Cuando nadie le veía y solamente había tráfico en las calles ni en las rutas, el ladrón habría los coches, los arrancaba con una llave maestra y se iba. Después los devolvía, como si no hubiera pasado nada Al inicio nadie sospechaba nada, así que el ladrón podía llevar a cabo de las suyas sin inconveniente.

Sin embargo, el ladrón se empezó a despistar y a dejar los coches aparcados en donde no era. Esto alertó a los vecinos. Pero como el coche se encontraba como si determinada cosa, todos los achacaron a un despiste. Al final de cuenta, ¿quién no se ha olvidado en algún momento de dónde ha aparcado el coche?
Pero un día la comisaría de policía se llenó de gente protestando porque les habían llegado unas multas de tráfico que no entendían. Todas las multas se habían puesto a altas horas de la madrugada, cuando todos los dueños estaban dormidos.

El capitán de policía puso a todos los agentes de la comisaría a investigar el asunto. El ladrón, al notar la calle plagada de policías en el momento que solía quitar los vehículos, se escondió.
Tras numerosos días de búsqueda sin resultados, el capitán retiró a los agentes. En relación el ladrón vio que no había riesgo vovlió a las andadas. Semanas después las multas volvieron a llegar y la comisaría se volvió a llenar de gente.
-Esta vez le tenderemos una trampa al responsable -pensó el capitán.
El capitán de policía habló con los ciudadanos, uno por uno, para que se ciñeran al plan. Esa misma noche, un agente se escondería en cada vehículo, tapado con una manta en el hueco que hay entre los asientos traseros y delanteros.
-En cuanto el ladrón entre en el coche, lo atraparemos -explicaba el capitán a todos los denunciantes.
Y así fue. En relación el ladrón entró en el coche que había elegido para esa noche, el agente escondido salió de su refugio y le dijo:
-¡Alto, está usted detenido!

El ladrón se llevó un susto tan enorme que salió corriendo y todavía no paró de correr. Comentan que va tan rápido que un radar le ha detectado cruzando por un pueblo a más agilidad de la permitida. Una multa más que habrá que agregar a todas las que debe pagar… si es que le pillan.

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