Cuentos de la luna pálida
Ugetsu monogatari (1953) * Japón
También habitual como:
– “Cuentos de la luna pálida de agosto” (Hispanoamérica)
Duración: 94 min.
Música: Fumio Hayasaka, Tamekichi Mochizuki, Ichiro Saito
Fotografía: Kazuo Miyagawa
Guion: Yoshikata Yoda, Matsutaro Kagawuchi
Dirección: Kenji Mizoguchi
Intérpretes: Machiko Kyo (Princesa Wakasa), Masayuki Mori (Genjuro), Kinuyo Tanaka (Miyagi), Eitaro Ozawa (Tobei), Mitsuko Mito (Ohama), Ikio Sawamura (Genichi), Kikue Mori (Ukon), Ryosuke Kagawa (Maestro), Eigoro Onoe (Knight), Sugisaku Aoyama (Sacerdote).
Primavera, con la orilla norte del lago Biwa, en territorio Omí. Es época de guerras y Genjuro, creador de cerámica viaja hasta Nagahama a vender sus productos, acompañado por Tobei, un agricultor sin fortuna que quiere transformarse en samurái.
Genjuro regresa tras vender toda la mercancía con muy dinero y con regalos para Miyagi, su mujer, y para su hijo, regresando poco después Tobei cuando le comunican que sin armadura y lanza no podrá transformarse en samurái.
Genjuro, obsesionado con hacerse rico comienza a realizar varios de vasijas ayudado por Tobei deseoso de hallar dinero para encontrar su armadura sin realizar caso de las quejas de Miyagi que piensa que no necesitan más dinero y que preferiría disfrutar más de su hijo.
La llegada de los soldados de Shibata a la población ordena a todos los pobladores a huír a las montañas, puesto que entran de casa en el lugar de vida destruyéndolo todo y robando.
Más allá de la peligrosidad, Genjuro regresa al pueblo para avivar el fuego del horno y omitir que se destruya el resultado de su trabajo, conociendo al llegar que, aunque el fuego se apagó las piezas estaban ya cocidas, por lo cual saldrán a venderlas a Omizo, haciéndolo en barca para no toparse con los soldados, siendo Ohama, la mujer de Tobei la encargada de dirigirla, aunque tras toparse con otra barca donde va un hombre malherido que afirma que fue atacado por los piratas deciden enviar a Miyagi y al niño a tierra.
En la ciudad vende bien su género, recibiendo la visita de una hermosa mujer que le adquisición un destacable número de piezas y que le pide que se las lleve hasta la vivienda Kutsuki.
Entretanto Tobei, tras hacerse con su parte del dinero huye dispuesto a cumplir su sueño, no logrando Ohama, que sale tras él, retenerlo, siendo asombrada ella por un grupo de soldados que la violan y le dejan dinero antes de marcharse.
Genjuro acude a casa de la hermosa princesa Wasaka, compradora de sus cerámicas, que le invita a Sake y que baila para él, acostándose más adelante juntos.
Entretanto Miyagi debe luchar por la vida de su hijo, siendo atacada por soldados hambrientos que le hurtan la comida.
Tobei llama la atención a un soldado que había acabado con el más habitual samurái de la región y le roba su cabeza, convirtiéndose en samurái, tras lo que, acompañado por sus hombres, elige regresar a su casa, parándose a descansar, en un burdel donde revela a Ohama, ahora mismo transformada en prostituta, y cuando le dice que quería ser samurái para que ella estuviera orgullosa, y ella dice que solo piensa en suicidarse, aunque aun le quiere.
En el pueblo un monje le dice a Genjuro que regrese con su familia si no quiere perder su crónica, puesto que Wakasa es un alma en pena, y, aunque no le hace caso deja que cubra su piel con oraciones budistas para omitir que muera.
Cuando regresa, Wakasa le impide irse más allá de que él le confiesa que tiene mujer. Y la criada de Wakasa le afirma que son espíritus, y que Wakasa murió sin abarcar el cariño, y le eligieron a él para proporcionárselo, y le pide que se quede con ella por toda la eternidad.
A través de las oraciones budistas escritas en su piel consigue huír, aunque al irse pierde el entender, siendo descubierto al despertar por un grupo de soldados que, al ver que tiene la espada Kutsuki lo culpan de haberla robado del templo, no suponiendo su crónica, puesto que los Kutsuki fueron exterminados un extenso tiempo atrás y su casa es un del sol en ruinas.
Por último hurtan su dinero, aunque le admiten marcharse, regresando tras ello a su casa, donde Miyagi lo recibe contenta con sake y comida, feliz de poseerlo allí.
Cuando despierta al día siguiente recibe la visita del alcalde, aliviado por encontrar allí al niño, puesto que, le cuentan que Miyagi murió a manos de un samurái un tiempo antes.
Desde su tumba Miyagi es feliz al ver que él olvidó su obsesión por hacerse rico y dedica su tiempo al trabajo, pero también a su hijo.
Tobei, por su lado se deshace de su armadura y vuelve a trabajar la tierra, volviendo a ser feliz con Ohama, que no necesita que él sea un samurái para amarlo.
Calificación: 4