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En los primeros días de la psicología existían dos perspectivas teóricas dominantes sobre cómo funcionaba el cerebro, el estructuralismo y el funcionalismo.

Estructuralismo fue el nombre que se le dio al enfoque iniciado por Wilhelm Wundt (1832-1920), que se centró en descomponer los procesos mentales en los componentes más básicos.

El término se originó en Edward Titchener, un psicólogo estadounidense que había sido formado por Wundt. Wundt fue importante porque separó la psicología de la filosofía al analizar el funcionamiento de la mente de una manera más estructurada, con énfasis en la medición y el control objetivos.

El estructuralismo se basaba en la introspección entrenada, un método de investigación mediante el cual los sujetos relataban lo que estaba pasando en sus mentes mientras realizaban una determinada tarea.

Sin embargo, la introspección demostró ser un método poco confiable porque había demasiada variación individual en las experiencias y los informes de los sujetos de investigación.

A pesar del fracaso de la introspección, Wundt es una figura importante en la historia de la psicología, ya que abrió el primer laboratorio dedicado a la psicología en 1879, y su apertura generalmente se considera el comienzo de la psicología experimental moderna.

Un psicólogo estadounidense llamado William James (1842-1910) desarrolló un enfoque que llegó a conocerse como funcionalismo, que no estaba de acuerdo con el enfoque del estructuralismo.

James argumentó que la mente cambia constantemente y no tiene sentido buscar la estructura de la experiencia consciente. Más bien, propuso que el enfoque debería estar en cómo y por qué un organismo hace algo, es decir, las funciones o el propósito del cerebro.

James sugirió que los psicólogos deberían buscar la causa subyacente del comportamiento y los procesos mentales involucrados. Este énfasis en las causas y consecuencias de la conducta ha influido en la psicología contemporánea.


 

Desde entonces, el estructuralismo y el funcionalismo han sido reemplazados por varios enfoques dominantes e influyentes de la psicología , cada uno respaldado por un conjunto compartido de suposiciones sobre cómo son las personas, qué es importante estudiar y cómo estudiarlo.

El psicoanálisis, fundado por Sigmund Freud (1856-1939), fue el paradigma dominante en psicología a principios del siglo XX. Freud creía que las personas podían curarse haciendo conscientes sus pensamientos y motivaciones inconscientes, obteniendo así una visión.

El psicoanálisis de Freud fue la teoría psicodinámica original, pero el enfoque psicodinámico en su conjunto incluye todas las teorías que se basaron en sus ideas, por ejemplo, Jung (1964), Adler (1927) y Erikson (1950).

Las perspectivas clásicas contemporáneas en psicología para adoptar estrategias científicas fueron los conductistas , que eran reconocidos por su dependencia de experimentos de laboratorio controlados y el rechazo de cualquier fuerza invisible o inconsciente como causa de la conducta.

Más tarde, el enfoque humanista se convirtió en la «tercera fuerza» en psicología y propuso la importancia de la experiencia subjetiva y el crecimiento personal.

Durante las décadas de 1960 y 1970, la psicología inició una revolución cognitiva , adoptando un enfoque científico riguroso, científico y de laboratorio con aplicación a la memoria , la percepción , el desarrollo cognitivo , las enfermedades mentales y mucho más.


 

 

Los cuatro objetivos principales de la psicología son describir, explicar, predecir y cambiar el comportamiento y los procesos mentales de los demás.

 

Para describir

Describir un comportamiento o cognición es el primer objetivo de la psicología. Esto puede permitir a los investigadores desarrollar leyes generales del comportamiento humano.

Por ejemplo, al describir la respuesta de los perros a varios estímulos, Ivan Pavlov ayudó a desarrollar las leyes del aprendizaje conocidas como teoría del condicionamiento clásico.

Para explicar

Una vez que los investigadores han descrito el comportamiento de las leyes generales, el siguiente paso es explicar cómo o por qué ocurre esta tendencia. Los psicólogos propondrán teorías que puedan explicar un comportamiento.

 

Para predecir

La psicología tiene como objetivo poder predecir el comportamiento futuro a partir de los hallazgos de la investigación empírica. Si una predicción no se confirma, es posible que deba revisarse la explicación en la que se basa.

Por ejemplo, el condicionamiento clásico predice que si una persona asocia un resultado negativo con un estímulo, puede desarrollar una fobia o aversión a los estímulos.

Cambiar

Una vez que la psicología ha descrito, explicado y realizado predicciones sobre el comportamiento, se puede intentar cambiar o controlar un comportamiento.

Por ejemplo, las intervenciones basadas en el condicionamiento clásico, como la desensibilización sistemática, se han utilizado para tratar a personas con trastornos de ansiedad, incluidas las fobias.