Días de radio
Radio days (1987) * USA
Duración: 85 minutos
Música: Numerosos autores
Fotografía: Carlo DiPalma
Guion y Dirección: Woody Allen
Intérpretes: : Seth Green (Joe), Danny Aiello (Rocco), Dianne Wiest (Tía Bea), Michael Tucker (Padre de Joe), Mia Farrow (Sally White), Julie Kavner (Madre de Joe), Josh Mostel (Tío Abe), Wallace Shawn (Vengador Enmascarado), Jeff Daniels (Biff Baxter), Mike Starr (Ladrón), Paul Herman (Ladrón), Diane Keaton (Cantante), Larry David (Vecino Comunista), Kenneth Mars (Rabbi Baumel), Gina DeAngelis (Madre de Rocco), Todd Field (Crooner).
Joe recuerda su niñez en los años 40 en el vecindario de Rockaway, cuando la radio transportaba a él y a su familia a espectaculares mundos imaginarios.
Las anécdotas radiofónicas eran varias, como la de los dos ladrones que mientras desvalijaban una vivienda contestaron la llamada de un certamen ganando el primer premio, por lo cual los dueños de la vivienda, aunque perdieron 50 dólares y los cubiertos de plata, vieron cómo al día siguiente llegó un camión lleno de electrodomésticos para ellos.
Entonces Joe y sus padres convivían con sus abuelos, sus tíos Abe, su mujer y su hija Lucy, obsesionada con la música actualizada y que imitaba a Carmen Miranda y que se pasaba el día espiando las diálogos telefónicas de sus vecinos.
Vivían también con su tía Bea, una solterona obsesionada con hallar marido y que tuvo varios novios, como Sidney Manulis, un hombre más grande que un día simuló una avería de su coche en la mitad de la niebla, aunque no le sirvió de nada, ya que puso la radio, oyendo cómo retransmitían la invasión de la tierra por los marcianos, por lo cual salió corriendo asustado dejándola sola.
Tuvo otro novio y con él llevó a Joe por vez primera al magnífico Radio City Musi Hall.
Y cuando por fin se enamoró del hombre especial, resultó ser gay.
El software favorito de Joe era “El Vengador Enmascarado”, y deseaba más que nada en el planeta tener su anillo con compartimento misterio. Tanto que no dudó en gastar todo el dinero obtenido en una colecta para la creación del estado de Israel en comprarse uno, lo que le valió una paliza y la devolución del anillo.
La madre de Roger escuchaba cada mañana el software “Desayuno con Roger e Irene”, que le llevaba a mundos con los que solo podía soñar.
Pero aunque parecían la pareja ideal Roger era un mujeriego, y un día, a lo largo de una fiesta, también retransmitida se subió a la azotea con Sally, la vendedora de tabaco de la que era apasionado y a la que le prometía que le encontraría trabajo en la radio.
Pero tras llevar a cabo el cariño se hallaron la puerta clausurada sin poder bajar, siendo sorprendidos allí por Irene, que subía con un playboy latino con el mismo propósito.
Tras ello se oyeron numerosas ediciones. Una, según la cual a Roger lo alcanzó un rayo y tuvo que dejar un tiempo su programa, y otra que decía que Roger e Irene pasaron un fin de semana junto al apasionado latino en una suite en La Habana.
Sally fue despedida y comenzó a trabajar en el guardarropa de un club nocturno comandado por un gánster, siendo testigo de su asesinato por otro mafioso, que no ha podido matarla al fallarle la pistola, pero que se la llevó, conociendo que se habían criado en el mismo vecindario, por lo cual la llevó a conocer a su madre antes de matarla, realizando la madre del gánster que la perdonara, consiguiéndole además a través de un familiar una prueba para la radio, aunque justo el día de su debut suspendieron la función por el bombardeo de Pearl Harbor.
Pero comenzó a ofrecer clases de dicción y más allá de su repugnante voz acabó siendo una estrella de la radio contando las crónicas de Broadway.
Como judíos, en el hogar de Joe se respetaba el Sabbath, indignándose de que sus vecinos comunistas no lo hicieran y escucharan la radio, por lo cual el tío Abe fue a reprenderles, regresando un rato después afirmando que la religión es el opio del pueblo y clamando contra la explotación de los trabajadores, habiendo comido un montón más allá de ser un día de ayuno, lo que le produce un mal de tripa que su mujer interpreta como un castigo divino.
Al tío Abe le gustaban los programas de deportes en los que se glosaba la vida de enormes players como el de un bateador que siguió jugando más allá de perder cazando, primero una pierna, después un brazo y al final la visión, para al final fallecer atropellado por un camión, aunque siguió siendo un campeón en la liga celestial.
A su mujer le gustaba un ventrílocuo más allá de que por radio no se le veían los labios.
A lo largo de la guerra vivían pegados a la radio, y los niños subían a las azoteas intentando de conocer con sus prismáticos a los invasores alemanes, aunque lo que verdaderamente descubrieron fue a una mujer mientras se desnudaba en su casa, y que por una jugada del destino acabó siendo su profesora al sustituir a otra por patología.
En una ocasión se les rompió la radio y enviaron a Joe a recogerla, debiendo coger un taxi, enterándose de ese modo de que su padre era taxista, algo que siempre ocultó.
Un día Joe ha podido comprender la radio por dentro cuando su tía Bea lo llevó, adjuntado con su nuevo novio, un militar casado, que no dejó a su mujer más allá de sus promesas, a conocer un certamen en el que participó su tía como concursante, consiguiendo ganar 50 dólares al responder bien a cuestiones sobre pescados sobre los que era una experta debido a que Abe llevaba pescados cada mañana que le regalaban sus amigos en el puerto.
Además con el dinero del premio le regaló a Joe un juego de química con el que destrozó un abrigo de su madre que su padre le regaló en su aniversario de boda, lo que le reportó una tremenda paliza.
La interrumpió de nuevo la radio retransmitiendo el salve de una niña caída en un pozo, que al final sacaron muerta.
En Noche Vieja escuchaban en la radio cómo se divertían los conocidos, entre los que está Sally, que sale con el enano calvo que interpreta al Vengador Enmascarado, y sube de nuevo a la azotea adjuntado con otros invitados para ver desde allí la localidad, mientras todos esperaban que 1944 fuera un enorme año, agregado él, al que su tía Bea despertó para recibir el nuevo año, que llega con una nevada.
Calificación: 4