Dios mío, ¿pero qué te hicimos?
Qu’est-ce qu’on a fait au bon Dieu? (2014) Francia
Duración: 97 min.
Música: Marc Chouarain
Fotografía: Vincent Mathias
Guion: Philippe de Chauveron y Guy Laurent
Dirección: Philippe de Chauveron
Intérpretes: Christian Clavier (Claude Verneuil), Chantal Lauby (Marie Verneuil), Ary Abittan (David Benichou), Medi Sadoun (Rachid Ben Assem), Frédéric Chau (Chao Ling), Noom Diawara (Charles Koffi), Frédérique Bel (Isabelle), Julia Piaton (Odile), Émilie Caen (Ségolène), Élodie Fontan (Laure), Pascal Nzonzi (André), Salimata Kamate (Madeleine), Tatiana Rojo (Vivian), Loïc Legendre (Sacerdote de Chinon).
En el Ayuntamiento de Chinon, Departamento de Indre y Loira se festeja la boda de Rachid Ben Assem con Isabelle Verneuil frente sus respectivas familias, una, la del primero abundante y ruidosa, y otra, la de la segunda corta y comedida.
Un año después, y otra vez en el mismo ayuntamiento de Chinon se casan Odile Verneuil con David Benichou, que es judío, repitiéndose otra vez la misma proporción entre los invitados de uno y de la otra.
Y un año después, y otra vez en el mismo ayuntamiento se festeja otra boda, en esta ocasión de otra hermana, Ségolène Verneuil con Chao Ling, que es chino, siendo también más grande la familia de él, debiendo pedirles a la puerta del ayuntamiento el fotógrafo a los padres de ella que sonrían, ya que no parecen contentos.
Seis meses más tarde Claude y Marie Verneuil, los padres de las chicas acuden en París a la ceremonia de circuncisión de Benjamin, su nieto, afirmando Claude que será una carnicería, llevando muy mal que le vayan a cortar el pito a su nieto, topándose en el ascensor con Isabelle, en adelantado estado de gestación y con Rachid, contándoles que dudan en ponerle a su hijo Antoine, Luca o Mahmud, riéndose después el matrimonio de la cara que pusieron sus padres por la broma.
Una vez en el hogar tratan de seducir a su hija de que bautice a su hijo mientras ella les afirma que la circuncisión no transforma a su hijo en judío.
Y tras la ceremonia, donde la familia de David canta feliz, les entregan el prepucio a los abuelos en una cajita, explicándoles el rabino que tienen que enterrarlo en el jardín.
Toda la familia acude a una comida en el hogar de Ségolène y Chao, habiendo listo este un guiso con carne de avestruz, dado que sus cuñados no tienen la posibilidad de tomar cerdo, que encuentran todos bastante seco, afirmando Rachid que aunque no come cerdo no es integrista, y de hecho toma vino, lo mismo que David.
Cuando se despierta Benjamín, la abuela asegura que no se ve traumatizado, detallando David que el sistema nervioso del niño no está aun formado, y que es peor para los musulmanes, que lo hacen a los 6 años, preguntando Rachid si insinúa que ellos son unos salvajes, ofendiéndose también Isabelle por el tono, intentando Chao de mediar, no admitiendo bien sus cuñados que se misión en medio, afirmando estos que aunque discuten establen contacto y no como los chinos, que no se conoce lo que opínan y que no se esfuerzan por tener relaciones y no sonríen ni saludan, habiéndose quedado además con todos los bares, diciendo David que por lo menos los árabes son buenos negociantes, señalando Chao que los chinos se quedaron con barrios enteros de judíos y árabes, por lo cual son superiores negociantes aun.
Tratan de cambiar de tema, y hablan de la exposición que hará Ségolène, hablando su padre irónicamente que sus cuadros son cada vez más entretenidos, haciéndole ver Marie que no debe comentar así de ella ya que es muy sensible.
Cambian otra vez de tema, contando los padres que la noche previo en París cenaron en un bistró que les gustó bastante, aunque al volver se perdieron y acabaron en un vecindario árabe, afirmando que les parecía estar en Argelia, echándole en cara Rachid que todos sus comentarios rozan el límite, acusándolo de racista, afirmando Claude que él es republicano y gaullista tras lo que se marchan enfadados.
En el coche comunican que no aguantan al pelota de Chao, y que David es un fracasado que vive a costa de Odile y que Rachid es un pejiguero.
Entretanto, en la vivienda, las hermanas comunican que se sienten avergonzadas, aunque Chao señala que es habitual que sus suegros se asustaran de estar en un vecindario árabe, preguntándole Rachid qué hubiera dicho si hubieran hecho esos comentarios del vecindario chino, señalando Chao que por lo menos no mencionó que eran unos ladrones, diciendo Rachid qué diría si él le dice que la tiene pequeña, debiendo cortar la conversación Laure, hablando sus hermanas que requiere un novio para relajarse, tras lo que deciden marcharse todos sin comer la tarta que se pasó Chao mejorando todo el día.
Pero abajo continúa la discusión, acusando David a Rachid de haber dejado su coche encajonado, asomándose Chao y diciéndoles que dejen de debatir y suban a tomar su tarta, diciéndole David que si su tarta está tan seca como el avestruz debe metérsela por el culo, diciéndole su mujer que es un grosero, afirmando David que la culpa de todo fue del chino por haber hablado del cerdo, diciéndole Chao al llegar a la calle que debe descuidarse del crédito que le iba a ofrecer su banco para su emprendimiento de teléfonos “vintage”, afirmando David que tiene otros varios contactos, afirmando Chao que en este momento son los chinos quienes dominan el planeta y no los judíos, frente lo que David escoge lanzarse contra él a pegarle, siendo parado por Chao con un fácil golpe que hace caer a David.
Claude se dispone a realizar la labor encomendada de enterrar el prepucio de Benjamin bajo el manzano de su jardín, cuando se le cae la caja que lo contenía y se lo come el perro, optando por enterrar un trozo de jamón, dado que nadie lo sabrá jamás.
Chinon. 18 meses más tarde Marie, preocupada porque no posee hambre ni duerme, acude al médico, que tras examinarla le dice que lo tiene todo bien y que su inconveniente está en su cabeza, ya que tiene los síntomas de una depresión, recomendándole averiguar con un experto.
Marie acude tras ello a confesarse a la iglesia frente el joven párroco que exhibe cierto hastío frente ella, dedicándose a lo largo de la confesión a averiguar en su iPad el catálogo de casullas, mientras ella le cuenta que ha dedicado su historia a proteger de sus hijas a las que en este momento no ve, diciéndole el sacerdote que debe ajustarse a los inconvenientes de la globalización, dándole esperanzas ee que su hija Laure se case con un católico.
De regreso a su casa Claude no le proporciona consideración a su depresión mientras prepara un alegato que debe ofrecer en el colegio notarial, aunque al verla tan mal habla con ella, que le dice que quiere invitar por Navidad a sus hijas y sus nietos.
David ve en su enésima entrevista cómo le deniegan el crédito para montar un negocio de comida Kosher bio, recibiendo al irse la llamada de Odile, desde su clínica dental diciéndole que irán en Navidad a Chinon, preguntando él si irán Jackie Chan y Arafat.
Rachid sale de un juicio donde defendió a un drogadicto cuando recibe la llamada de Isabelle dándole la novedad, preguntándole si irán Bruce Lee y Woody Allen.
Chao pregunta poco después si estarán Gadaffi y Netanyahu mientras les proporciona de comer a sus gemelas y Ségolène pinta
Laure le cuenta a su novio que irá a pasar la Navidad con su familia, preguntándole este, Charles Koffi, de raza negra, si está invitado, respondiendo ella que en las próximas, quejándose él de que sean todos bien recibidos menos los negros, a eso que ella le responde que ella tampoco conoce a su familia, a eso que Charles le replica que es por la distancia, pero que en su casa son muy tolerantes, excusándose ella y pidiéndole paciencia hasta que los prepare para el shock.
Laure transporta a Charles al campo de aviación de regreso de vacaciones a su país, observando cómo antes de marcharse se arrodilla y pide su mano, que ella permite, recordándole él que dado que su deber es oficial, deberá anunciarlo a su familia.
En el hogar de los Verneuil, Marie prepara la sopa cuando llega su marido señalando que Xavier, el hijo de un amigo está en Chinon y que deberían intentar emparejar con él que es católico, trabajador y de buena familia – aunque muy feo – a Laure.
Sendero de Chinon, Odile, le recuerda a su marido, que debe evadir comentar de las tiendas chinas y no ofenderse si sueltan algún tópico.
Lo mismo hace Isabelle con Rachid, al que le pide que no se enfade si alguien mezcla en una conversación inmigración y delincuencia.
Por su lado Chao le pregunta a Ségolène qué debe llevar a cabo si alguien se mete con los chinos, diciéndole ella que sonreír, a eso que él responde, o sea, llevar a cabo de chino.
También Marie alecciona a su marido, recordándole que debe evadir los temas delicados, como Israel, el Dalai Lama, el burka, etc.
Colocan las fotografías de boda de todos y un cuadro de Ségolène que tenían en el desván, para recibirlos, siendo el primero en llegar, de la misma forma que Claude había apostado, el chino.
Al llegar a su país Charles es recibido por André, su padre, Madeleine, su madre y Vivian, su hermana, estando el primero muy enfadado tras darse cuenta de que va a casarse con “Catherine Deneuve”, echándole en cara Charles a su hermana que lo contara, y ella que más allá de que le prometió llevarla a París no lo logró, contándoles a sus padres que llevan viviendo juntos un año y medio.
Cuando llega, Ségolène se expone satisfecha al notar que sus padres tienen su cuadro, disfrutando estos con sus nietas, mostrándoles después a los otros nietos el nacimiento, diciéndoles que Jesús, el hijo de Dios, aunque David y Rachid les comentan después que Jesús es solo un profeta.
Después, toman juntos todos una copa de champán, disculpándose Claude por su previo actitud, tras lo que brindan por la familia, asegurándoles que no son racistas, debiendo admitir los yernos que todos lo son un poco, rompiendo Ségolène a llorar al notar que fuera nieva, afirmando que es la magia de la Navidad.
Poco después Marie saca tres pavos, uno halal, uno kosher, y otro laqueado, afirmando sus yernos que ellos no acostumbran comer comida de ese tipo, por lo cual distribuyen sus propios pavos y bromean, tomándose los hombres un licor mientras las chicas hablan en la cocina contentas de haberse vuelto a reunir.
Rachid, David y Chao aseguran frente su suegro que cuando escuchan la Marsellesa antes de un partido de fútbol se les ponen los pelos de punta, oyendo poco después las chicas desde la cocina cómo los tres yernos entonan la Marsellesa.
Tras ello, los tres cuñados van fuera y hacen un muñeco de nieve con ojos rasgados, kipa y barba, iniciando una guerra de bolas de nieve, acabando la primera en Claude, que salía a comunicar a Chao para proceder a la misa de Gallo, hablando los otros dos que es un lameculos, aunque poco después acuden todos, David y Rachid incluidos, a la misa, hablando un vecino al observarlos que llega la familia Benetton, aunque Claude no se los muestra a sus amigos, que le recuerdan que no los invitaron a las bodas, cantando todos los yernos en la iglesia con enorme entusiasmo.
André le dice a Charles mientras acuden a la misa de Gallo, que no debe confiarse de los franceses, ya que son pésimos y tontos, y a él le oprimieron a lo largo de su trayectoria militar, frente lo que su mujer le dice que la culpa no es de su raza, sino de su mal carácter
Y al día siguiente, y mientras los niños juegan con sus regalos llaman a la puerta de la familia, encontrándose Laure al abrirla a Xavier Dupuy-Jambard, el hijo del amigo de Claude, con un ramo de flores, que le cuenta que regresó de Washington, donde trabaja en un fondo de pensiones, por la Navidad, charlando con ellos, observando Xavier mientras lo hacen en el jardín a los tres cuñados, por lo cual les recrimina que hagan trabajar a sus jardineros por Navidad, intentando tras aclarar la situación de establecer conversación, aunque Laure se expone seca.
Charles le exhibe a su hermana el letrero de la obra en que actúa, cuando acude su padre para mencionarle que permite la boda aunque imponiendo tres condiciones: que se celebre a inicios de julio -pues en esa fecha estarán ellos en Francia -, que la familia de la novia se realice cargo de los costos de la boda y que si hacen algún comentario racista los aplastará.
Charles asegura que la familia de Laure es muy condescendiente, contándole que sus otros yernos son un árabe, un judío y un chino, preguntado su padre si son comunistas.
Y cuando sus hermanas se han marchado ya, Laure les dice a sus padres que se va a casar, pensando Claude que Xavier consiguió conquistarla, debiendo ella sacarles del error, aunque al entender que se denomina Charles parecen contentos, alegrándose más cuando se enteran de que es católico y su familia también, aunque no se atreve a contarles que es negro, solo, actor, lo cual a sus padres no les importa en absoluto, sugiriendo ellos que se casen a inicios de julio como ellos, enviándole a Charles un mensaje contándole lo de la boda a inicios de julio, lo que a él le se ve bien.
Durante la noche, en la cama, Claude y Marie comunican satisfechos que después de todo consiguieron que una de las 4 eligiera a un francés habitual, lo que es para ellos un alivio, corriendo Marie al día siguiente feliz a contárselo al sacerdote.
Normalizadas las relaciones, los yernos empiezan a verse más y los abuelos a gozar más de los nietos, regalándoles Ségolène un cuadro a David y su hermana, aceptando Chao estudiar el emprendimiento de David de comida kosher bio.
Laure queda con sus padres en un lugar de comidas para presentarles a su novio, hablando al verla ingresar si el que la acompaña es el aparcacoches, preguntándole Charles al notar la cara de los padres si les explicó que eran negros, respondiendo ella que lo omitió.
A lo largo de la cena bromean, afirmando Charles que si hubieran tenido alguna hija más, esta se habría casado con un gitano.
De regreso a su casa los Verneuil comunican que excepto por el corte de pelo, es lindo, educado, con sentido del humor y con buena planta y que les darán unos mulatitos hermosos, preguntándose entonces “Dios mío, pero qué te hicimos”, mientras Claude afirma que no sabe si podrá soportarlo.
Al día siguiente Claude madruga y corta leña, lo que dice le relaja, hablando después con su mujer que las educaron mal, afirmando Marie que no debieron dejarlas proceder a estudiar a París.
Claude quita el cuadro de Ségolène que les desagrada, pisando el juguete de uno de los nietos y destrozando el cuadro sin querer.
Más tarde, las tres hermanas, comunican en el parque, mientras cuidan a sus hijos, que lo de Laure es bastante fuerte para sus padres y que no lo podrán aguantar, por lo cual le piden a Laure que lo medite, para no terminar con su madre, enfadándose con ellas y afirmando que por lo menos su novio es católico.
Claude, completamente fuera de sí, corta los árboles de la vivienda que asegura que le agobian, en tanto que Marie empieza a ir al psiquiatra.
Observando a sus padres tan mal, los tres matrimonios se reúnen preocupados afirmando que el negro amenaza la estabilidad de la familia y que tienen que evadir que la cuarta hija, del mismo modo que en “Salvar al soldado Ryan”, se case con otro inmigrante.
Chao piensa que tienen que tenderle una trampa utilizando a que los negros son muy calientes, afirmando todos los cuñados comprender a los viejos, ya que ellos mismos no admitirían en la familia a otro integrante de su misma raza.
Los tres acuden al teatro para ver accionar a Charles y vigilarlo, dando enseguida por sentado, al notar que tarda más de una hora en salir tras la función que se está acostando con su compañera de reparto, viéndole salir por último con una mujer a la que transporta cogida por el hombro, dedicándose a seguirlo hasta el hotel donde la llevan y donde lo fotografían con ella, sin entender que esa mujer es su hermana Vivian.
Y al día siguiente le detallan las fotografías a Laure, debiendo aclararles esta que la mujer es su hermana, quejándose Laure de que todos tratan de romper su pareja.
Marie asegura que avanza con el psiquiatra, aunque su marido le hace ver que si sueña con ratoncillos y piensa que estos representan a sus yernos, no está continuando tanto, y menos tras ver que limpia los marcos de sus bodas escupiendo sobre ellos.
Chao habla con David sobre su emprendimiento de comida bio, haciéndole ver aquel que sería bastante superior negocio si en lugar de con comida kosher lo hiciera con halal, dado que el mercado árabe es más variado que el judío.
Por último las tres parejas reciben a Laure y a Charles en desagravio por su acogida, echándoles en cara Charles que no quieran a un negro en la familia.
Claude se pasa el día pescando, debiendo convencerle para que se quede a la presentación de la familia de Charles que harán por skype, contándole este solo unos segundos antes de la conexión que lo que le ha dicho de que su familia era condescendiente no era cierto y que su padre es tan racista como el de el, aunque en negro.
ámbas familias frente a frente empiezan comentando del banquete, que Marie asegura harán clásico, diciendo Charles que harán una mezcla, con un plato africano y otro francés, pensando André que es preferible que el plato primordial sea el africano, ya que con los franceses se come poco y su familia – que él cifra en 400 – debe quedar satisfecha, afirmando Charles que no es exacto invitarlos a todos.
Tras la reunión Claude asegura que no cederá en nada en lo económico, decidiendo Marie irse a reposar al sofá para no escuchar sus comentarios racistas, acusándolo ella de fascista y él a ella de católica izquierdosa.
En la cama, Madeleine le dice a su marido que si se carga la boda de su hijo se pondrá en huelga.
Los novios están seguros de que sus propios padres harán lo viable por arruinar la boda, que prevén será un desastre.
Unos días antes de la boda empiezan los preparativos en el jardín de los Verneuil, observando Claude indignado cómo organizan su habitación para los padres de Charles.
Charles acude a aguardar a sus padres con Laure, observando que André, que siempre viste ropa habitual se puso una túnica, estando seguro Charles de que lo realiza para ocasionar a Claude, afirmando Madeleine que no aguanta más a su marido.
Cuando se reúnen con los Verneuil, Madeleine les dice que en el final no habrá muchos invitados, y que no habrá más que 10, dado que los demás declinaron la invitación, lamentándose Marie de que brindaron ya la señal, preguntando André cómo no se les ocurrió contratar un seguro por cancelación.
Marie y Madeleine van juntas a la iglesia, hablando esta que ha planeado que ellas podrían leer juntas un pasaje de la Biblia, que Marie asegura es su favorito, y cuando el sacerdote las recibe y ve que la madre del novio es negra no puede reprimir la risa.
David y Chao hablan con Rachid sobre el negocio del halal bio, afirmando Rachid que para llevarlo a cabo necesitarán un abogado árabe, ofreciéndose él, al que contratan.
A lo largo de la cena de esa noche, Rachid cuenta que conoció a Isabelle porque era abogada de la otra sección y le ganó en el juicio, pero que él ganó a una mujer, contando Chao que conoció a Ségolène cuando fue a soliciar un crédito, negándose André a escuchar la narración de cómo se conocieron Charles y Laure, yéndose a la cama mientras asegura que son unos comunistas.
Cuando Ségolène revela que su auto retrato no está ya colgado, pregunta si lo vendieron, contándole Claude a sus hermanas la realidad.
Ven las chicas entonces que su padre trata de vender la vivienda, afirmando que ha planeado ocuparse en el transcurso de un año a ofrecer la vuelta al planeta, aunque les afirma que su madre tendrá su parte, no distribuyendo ya sus mismos valores.
De hecho Marie proporciona clases de zumba con Madeleine y Vivian, sin importarle en absoluto que Claude se vaya a marchar cuando sus hijas se lo dice.
Laure se siente mortal al darse cuenta de que sus padres se van a divorciar.
Claude se dispone a salir a pescar como cada día, cuando André le dice que quiere comentar con él, acompañándolo hasta el río, donde André le dice que está en oposición a la boda, afirmando Claude que él también, comprendiendo entonces que no es comunista como pensaba, sintiéndose reconocido cuando le dice que es gaullista, como él, aunque empiezan a debatir sobre el tema de las colonias y sobre el dinero, estando próximo de llegar a las manos cuando de repente pica un pez y tienen que ayudar los dos ya que es una parte extraordinaria, llevándola juntos hasta el coche, mordiendo el pez a André, que sangra, prestándole Claude su pañuelo.
Tras ello van a un lugar de comidas donde comen un enorme chuletón mientras los dos confiesan haber llegado a suponer en secuestrar al cura.
En el hogar empiezan a echarlos de menos y deciden proceder a buscarlos asustados, pensando en lo que lograron hacerse, aunque ellos están ya borrachos, saliendo del lugar de comidas con la ropa intercambiada.
Charles y Laure van a buscarlos al río, donde encuentran el pañuelo de Claude lleno de sangre y se asustan y discuten sobre quién ha podido atacar a quién.
Entretanto el dueño de una pastelería llama a la policía ya que montan un escándalo a costa de un postre que André asegura llaman cabeza de negro pero que en la pastelería le dicen en merengue con chocolate,
La familia se asusta al notar el pañuelo y deciden llamar a comisarías y hospitales hasta conocer que están enjaulados.
Encerrados juntos, André termina por confrontar a otro compañero, dándole sin querer un golpe a Claude en la nariz.
Los 4 yernos llegan por último a prisión, siendo Rachid quien trate como abogado de ayudarlos, aunque el policía se estima que están de broma al asegurar que pertenecen a la misma familia y no les aceptan sacarlos.
Arruinada su boda, Laure escoge regresar a París y anularla, ya que piensa que sus familias jamás se llevarán bien y que sus padres se van a divorciar por culpa de ellos.
Por último son puestos en independencia al día siguiente, llegando con el pescado contentos, observando cómo sus mujeres les aseguran que si no se llenan de que Laure y Charles estén a las 11 en la iglesia no tienen que molestarse en regresar.
Laure toma el tren de regreso a París, llegando justo antes de que este parta, Claude y André al tren, al que suben, observando esta alucinada a su padre y a su suegro, que tratan de hacerle ver que son enormes amigos, diciéndoles Laure que el tren es directo a París y que no llegarán a la boda, fingiendo entonces André un ataque, afirmando Claude que es el ministro de Economía de Burundi, logrando que paren el tren.
Con la iglesia llena de invitados, solo falta la novia, estando solo Charles frente el altar aguardando que su padre y el de Laure consigan convencerla de que vuelva.
Y cuando todos esperan que la boda se anule, llega un coche a toda agilidad y en él la novia con los dos padres.
André habla a lo largo de el banquete, complacido de ver que su hijo consiguió casarse, afirmando estar orgulloso de su hijo y de su familia política francesa.
Habla tras ello Claude, que le pide a Marie que vaya con él de viaje de novios otra vez, utilizando su vuelta al planeta para conocer a la familia de Chao en China, la de Rachid en Argel, la de David en Telaviv y la de Charles en Costa de Marfil.
Durante la noche todos los invitados bailan, agregado el sacerdote, contentos.
Calificación: 2