El amanecer del Planeta de los Simios
Dawn of the Planet of the Apes (2014) * USA
También popular como:
– “El Planeta de los Simios: Confrontación” (Hispanoamérica)
Duración: 130 min.
Música: Michael Giacchino
Fotografía: Michael Seresin
Guion: Mark Bomback, Rick Jaffa y Amanda Silver
Dirección: Matt Reeves
Intérpretes: Andy Serkis (César), Jason Clarke (Malcolm), Gary Oldman (Dreyfus), Keri Russell (Ellie), Toby Kebbell (Koba), Kodi Smit-McPhee (Alexander), Kirk Acevedo (Carver), Nick Thurston (Ojos Azules), Karin Konoval (Maurice), Judy Greer (Cornelia), Terry Notary (Rocket), Larramie Doc Shaw (Ash), Jon Eyez (Foster), Enrique Murciano (Kemp), Lee Ross (Grey).
Cuando uno de los técnicos de los laboratorios Gen-Sys queda expuesto de manera accidental al retrovirus ALZ 113, un fármaco en fase de prueba contra el alzhéimer, contrae un belicoso virus, al que llamarán gripe de los simios que se expandirá rápidamente por todo el planeta previéndose la desaparición de hasta 150 miles de individuos, sobreviviendo únicamente una de cada 500 infectados, declarándose la ley marcial en varios países dado que hay varios disturbios, muriendo varios de los sobrevivientes en los combates.
Por su lado los simios, con los que se experimentaba el retrovirus se volvieron agresivos y huyeron a los bosques, habiendo crecido su población de enorme manera.
Liderados por César, y con Koba como lugarteniente, van a cazar ciervos, más allá de que cuando tratan de terminar con uno de ellos, que está herido hace aparición un colosal oso salvaje que agrede a Ojos Azules, el hijo de César provocándole algunas cicatrices, saltando inmediatamente su padre sobre el oso para evadir que le lleve a cabo superiores daños, más allá de que es Koba quien termina con el animal valiéndose de su lanza.
Tras la caza vuelven hasta el sitio en que han predeterminado su lugar de vida, en Muir Woods, donde Maurice, el capaz orangután que antes trabajaba en el circo ejerce de instructor para los simios más pequeños, a los que les enseña inclusive la escritura.
A su llegada avisan a César dado que su mujer Cornelia está próximo de ofrecer a luz.
Tras ver nacer a su nuevo hijo, César habla con Maurice y comunican lo lejos que llegaron, preguntándole aquel a César si aun piensa en los humanos, diciéndole él que algunas veces, aunque vio cómo estos se destruyeron entre sí, preguntándose si quedará alguno vivo después de los 10 inviernos pasados, ya que en los dos últimos no vieron a ninguno.
Ojos Azules y Ash van a pescar, y de vuelta se topan con un humano, Carver, que al observarlos se asusta y saca su pistola y dispara lastimando a Ash, resonando el tiro en todo el bosque y realizando que los simios y los acompañantes de Carver se acerquen al lugar, viéndose los humanos de repente rodeados por cientos de simios.
Malcolm, el jefe de la expedición les grita que no quieren hacerles daño, tras lo que ordena a sus cinco acompañantes que bajen las armas, gritando entonces César: “Fuera”, realizando que el grupo huya, seguidos por Koba, que ve que van hasta un emplazamiento en San Francisco.
Allí son recibidos por el jefe del grupo, Dreyfus, al que reportan que la presa está intacta y podría trabajar en solamente una semana, más allá de que se lo impedirán los simios, que, cuentan, tienen la posibilidad de comentar y están armados con lanzas, frente lo que Dreyfus ordena que no cuenten nada al resto de la colonia para no asustarlos.
De vuelta de su misión Koba muestra que tienen que agredir a los humanos antes de que los humanos los ataquen a ellos, frente lo que Maurice les sugiere que no tienen que precipitarse, ya que no tienen idea cuántos son ellos ni con cuántas armas cuentan, opinando César que si van a la guerra tienen la posibilidad de perder su lugar de vida, sus familias y su futuro, diciéndole Koba que, aunque no está en concordancia hará lo que él le diga, ya que fue él quien lo salvó del laboratorio donde lo torturaron.
Los simios armados, y con sus líderes a caballo se aproximan a la localidad donde hacen sonar las alarmas reuniendo a todos los asombrados humanos, ya inmunes al virus a los que César se dirige diciendo que los simios no desean la guerra, pero que lucharán si es requisito y, tras devolverle a Alex la bolsa que perdió en su huida, les pide que jamás regresen al bosque.
Dreyfus trata de calmar a los integrantes de la colonia, pero les sugiere que están próximo de quedarse sin combustible y tienen que buscar otra fuente de energía opción, recordándole una vez solos Malcolm, que no hay elecciones, por lo cual Dreyfus señala que entonces deberán confrontar a los simios, frente lo que Malcolm le pide que le deje intentar negociar con ellos, pidiéndole tres días para conseguirlo.
Ellie, su mujer y Alex, su hijo y numerosos humanos más van con él, que les pide que le esperen en el coche y que si no regresa en dos horas que regresen a la localidad, tras lo que se adentra en el bosque hasta ser descubierto por un gorila que avisa a los demás simios, que enseguida cubren al entrometido al que llevan frente César.
Malcolm les pide que lo acompañen, llegando hasta la central eléctrica, que es pequeña, pero que les servirá si alcanzan llevar el cableado a la localidad, ya que la energía nuclear de la que se abastecían se agotó ya.
Les asegura que no quieren hacerles daño, regresando poco después, cubierto de simios hasta el sitio donde están sus compañeros, a los que les muestra que la única condición que pusieron los simios fue que entregaran las armas, que es lo que hacen.
Koba dice que si tienen energía serán más poderosos, pero César los ve desesperados y le enseña que si hay una guerra morirán también varios simios, por lo cual ofrece que les permitan llevar a cabo su trabajo y se marchen.
Entre los acampados en el bosque hay alguna incomodidad dado que los simios no requieren energía, afirmando Carver que los simios acabaron ya con la mayoría de los humanos y que acabarán con ellos, más allá de que Ellie les dice que los simios no tuvieron la culpa de nada, ya que el virus lo hicieron los humanos y los simios eran sencillos cobayas.
Por la mañana inician sus trabajos vigilados por los simios, echando de menos César a Koba, que le dicen fue a cazar, aunque de todos modos fue con otros dos simios hasta la localidad para espiar a los humanos en los que no confía, comprobando que estos están recogiendo y probando todas las armas de un viejo armamento, siendo descubierto Koba por los responsables de probarlas, los cuales le echan de allí sin hacerle nada al ponerse a llevar a cabo las cosas que hacen felicidad a los humanos.
Entretanto Malcolm y sus hombres inspeccionan las instalaciones mientras Alex le transmite a Ellie su condolencia, dado que no sabía que esta había perdido a una hija.
Malcolm revela una obstrucción en uno de los túneles, por lo cual causan una explosión que está próximo de sepultarlos, acabando Carver herido en una pierna, debiendo ser rescatados por los simios, por medio de lo cual salvan sus vidas.
El pequeño hijo de César juguetea con los humanos y se aproxima a una caja de utilidades, reaccionando Carver ferozmente, dado que en ella escondió un arma que no entregó a los simios y que recopila apuntándoles, aunque César se deshace fácilmente de él, estando próximo de golpearlo ferozmente y terminar con él, más allá de que se tiene dentro y lanza el arma al río, y aunque Malcolm afirma que no lo sabía, César les pide que se vayan.
De regreso a su red social, César encuentra a Cornelia muy enferma, mostrándose mientras la atiende Malcolm y Ellie dispuestos a soliciar perdón, asegurándole Malcolm que Ellie puede contribuir a su mujer a curarse, y aunque César le dice que no confía en ellos, por último facilita que Ellie la examine.
César les otorga un día más, aunque para que logren finalizar les ayudarán los simios, aunque encierran a Carver en una de sus furgonetas para que no lleve a cabo nada.
Koba vuelve de su expedición, acudiendo a la presa en busca de César para informarle del armamento de armas que han juntado los humanos, mostrándose violento con Alex, al que Maurice protege.
Koba acusa a César de poner a los simios en riesgo al querer más a los humanos que a sus propios hijos, frente lo que César, indignado se arroja contra él y lo golpea ferozmente, aunque para a tiempo, señalando que “simio no aniquila a simio”.
Tras soliciar perdón, Koba se dirige a Ojos Azules al que le señala que su padre quiere bastante a los humanos y eso le hace blando, temiendo por su historia.
Maurice, que vio el cuaderno de Alex y sus dibujos se aproxima hasta el campamento, donde este le distribución un libro y empieza a leérselo.
Por su lado Koba vuelve al lugar donde está el armamento de armas, pidiéndole los responsables de probarlas que se vaya otra vez, aunque comienza a llevar a cabo cabriolas para que se confíen y rían, entrando a ofrecerle para beber alcohol que les escupe a la cara, utilizando su despiste para coger una de sus armas y terminar con ellos.
Entretanto, en la presa los esfuerzos dan su fruto consiguiendo reactivar el generador de energía, logrando escuchar una canción, lo que les hace muy contentos, diciéndole César a Malcolm, mientras le tiende su mano, que confía en él.
Koba, de regreso de la región ve a Carver encerrado en su coche y tras sacarlo por la ventanilla termina con él.
César transporta a Malcolm y a sus hombres hasta su lugar de vida, logrando ver desde lo prominente del mismo las luces de la región encendidas.
Ven también que Cornelia mejoró por medio de los antibióticos, habiendo un instante de armonía entre simios y humanos que se rompe con la llegada de Koba, que tras ocasionar un incendio, y armado con un rifle, dispara a César sin mediar palabra, deshaciéndose tras ello del arma.
Será Ojos Azules quien la encuentre, con la gorra de Carver mostrándoselo a los demás mientras Koba acusa a los humanos del asesinato y del incendio, debiendo escapar Malcolm, Ellie y Alex por medio de la asistencia de Maurice mientras Koba clama contra los humanos y pide vengar la desaparición de César, pidiendo a todos los machos que le acompañen a la localidad para combatir contra los humanos, tras mencionarle a Ojos Azules que tiene la obligación de vengar la desaparición de su padre a manos de los humanos.
Estos, en la localidad, ajenos a lo ocurrido en el bosque celebran contentos la llegada de la luz, llorando Dreyfus al volver a conocer las fotografías de su mujer y sus hijos en su iPad.
Con la energía restablecida, en la salón de control otros hombres tratan de entrar en contacto a través de la radio con otros probables núcleos de sobrevivientes, cuando un hombre les avisa de que los simios tomaron el armamento, por lo cual Dreyfus ordena que se active la alarma frente el desconcierto de la multitud que se encontraba de fiesta y que debe resguardarse después de los muros de la región, mientras provoca que se instalen en lo prominente de los mismos un grupo de tiradores para proteger la fortaleza.
Los simios, con Koba al mando se lanzan, ya armados y a caballo contra los defensores, que causan varias víctimas con sus tiros, más allá de lo cual los simios continúan la pelea, ocasionando Dreyfus con un lanzacohetes que dispara contra numerosos bidones de combustible una enorme explosión más allá de que los simios, trepando por postes y colgándose de los cables se van aproximando a su propósito, observando cómo se arroja un tanque contra ellos, por lo cual Koba va hasta este, y, consiguiendo terminar con sus ocupantes lanza el vehículo contra las puertas de la fortaleza, consiguiendo derribarlas, ordenando Koba que capturen a todos los humanos.
A la mañana siguiente, en el bosque, Malcolm y su familia encuentran a César, que, aunque dificultosamente herido, consiguió subsistir, y les pregunta por su familia, aunque ellos ignoran lo ocurrido con ellos, preguntándose Malcolm cómo consiguió Carver el arma, diciéndole César que el creador no fue Carver, sino un simio.
En la localidad, entretanto los simios van tomando todos los inmuebles, y ordenan que persigan a todos los humanos, y que no dejen que escape ninguno.
Koba consigue desmontar a un hombre que trataba de defenderse de ellos y le ordena a Ash que lo mate, aunque este se niega a llevarlo a cabo alegando que a César no le gustaría, frente lo que Koba lo sube hasta lo prominente del edificio y lo lanza desde allí recordándoles que César por el momento no está y tienen que obedecer a Koba.
Malcolm y su familia observan las llamas en la colonia, no sabiendo dónde resguardarse, frente lo que César les sugiere un espacio, el lugar de vida donde creció con Will.
En la localidad Koba ordena que encierren tanto a los humanos como a los simios que, como Maurice son leales a César.
Instalados en el hogar de Will observan que carecen de medicinas para lograr sanar a César, debiendo Malcolm regresar a la localidad para recogerlas.
Allí mira la detención de los humanos, y, agarradas las medicinas e instrumental, debe intentar escapar de los simios, que tratan de impedírselo disparándole, siendo asombrado por último por Ojos Azules, también armado, pero que no le hace nada, informándole Malcolm de que su padre está vivo, llevándolo con él a verlo.
Cuando regresa a conocer a su padre, este le comunica que no fueron los humanos, sino Koba, quien le disparó y que confió en Koba porque pensaba que los simios eran mejor que los humanos, dándose cuenta de que son iguales, informándole Ojos Azules de que Koba logró prisioneros a los leales Maurice y Rocket y que mató a Ash, decidiendo César llevar a cabo algo con el apoyo de su hijo.
Este vuelve a la localidad y dibuja en el cristal en que están los simios encerrados el símbolo de César, que es el de la ventana de su vieja habitación, frente lo que los simios se rebelen consiguiendo escapar y liberando también a los humanos.
Durante la noche César se levanta y recorre el que fue su lugar de vida, encontrando una cámara donde están grabadas imágenes de él con Will Rodman, del que Malcolm, que se encontraba detrás le pregunta quién era, respondiéndole que un óptimo hombre como él.
Están preocupados al no entender nada después de dos días de Ojos Azules, cuando de repente le ven llegar con todos sus incondicionales, contándoles que Koba ha ordenado que vayan a buscar a a las hembras y a los jóvenes para que se asocien a ellos.
Deciden por esto proceder a parar a su enemigo, yendo por los túneles del metro hasta la localidad, hasta que un tiro les advierte que fueron descubiertos, observando Malcolm que hablamos de los humanos que huyeron, por lo cual, tras separarse de los simios se muestra frente Dreyfus, que se expone feliz de que haya sobrevivido.
Como Koba y sus fieles se han instalado en una colosal torre, Dreyfus y sus hombres idearon derribar la torre, poniendo para eso explosivos en su base, decidiendo Malcolm evitarlo apuntando a sus amigos con un arma, para que César logre intentar arreglar pacíficamente el conflicto.
En la torre, de hecho, César avanza hacia el que fue su amigo, Koba, que le dice que en este momento no posee sitio allí, ya que los simios le siguen a él porque juntos son fuertes y consiguieron ganar la guerra.
Y mientras César y Koba se pelean, debajo de la torre Malcolm y Dreyfus discuten, afirmando Malcolm que los simios desean lo mismo que ellos, subsistir, en tanto que Dreyfus le dice que son solo animales.
Mientras se pelean, César le dice a Koba que lo consideraba como un hermano, a eso que este le responde que sus hermanos son los humanos y que él es quien se preocupa y pelea por los simios, respondiéndole César que Koba pelea por Koba y debe estar en una jaula.
Debajo de la torre Dreyfus asegura frente Malcolm, que han predeterminado contacto con una base militar del norte que están yendo hacia allí, utilizando el instante de confusión para hacerse con el detonador, afirmando que va a socorrer a la raza humana al apretar el botón.
La explosión provoca que parte de la torre caiga, ocasionando algunos simios caigan heridos, dedicándose César a salvar a los que puede mientras Koba, otra vez con el arma, empieza a disparar hacia los socios de César, el cual consigue sorprenderlo abalanzándose sobre él y realizando que pierda su arma y quede colgado de una cornisa, acercándose César hasta él, que tendiendo su mano para que le ayude le recuerda sus expresiones de que “simio no aniquila a simio”, frente lo que César, que lo tenía sujeto le dice: “tú no eres simio”, tras lo cual suelta su mano y deja que caiga al vacío
Al bajar mira que Malcolm, que sobrevivió a la explosión fué detenido por numerosos simios, por lo cual ordena que lo suelten, diciéndole Malcolm que allí no están seguro, ya que próximamente llegarán soldados y se establecerá una auténtica guerra, frente lo que César asegura que “la guerra ya comenzó” y que los humanos no perdurarán, por lo cual le advierte a Malcolm que debe irse antes de que empieze el combate.
Malcolm le dice que creía que lo conseguirían, afirmando César que él también, tras lo que se abrazan, marchándose Malcolm en busca de los suyos en tanto que César se dirige a buscar a su familia, observando tras ello cómo los simios se inclinan frente él.
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