Resumen de la película El desconcido

 

 

El desconocido

 

España (2015) *

Duración: 98 min.

Música: Manuel Riveiro

Fotografía: Josu Incháustegui

Guion: Alberto Marini

Dirección: Dani de la Torre

Intérpretes: Luis Tosar (Carlos), Javier Gutiérrez (El Irreconocible / Lucas), Paula del Río (Sara), Elvira Mínguez (Belén), Fernando Cayo (Espinosa), Goya Toledo (Marta), Marco Sanz (Marcos), Antonio Mourelos (Ángel), Ricardo de Barreiro (Víctor).

En un bonito chalet con vistas al mar una familia desayuna.

Marcos, el hijo pequeño explota que su hermana está entretenida con el teléfono para lograr que el perro chupe las galletas que después le deja a su hermana mientras Carlos, su padre consulta la bolsa, siendo apremiados por la madre.

Carlos recibe una llamada de Alejandro, su jefe, que dice estar llamando a todos los directores de sucursales para pedirles que recuperen los derivados que colocaron y que eran fraudulentos, antes de que salga la novedad, pero sin devolverle la inversión a los usuarios, a los que tienen que colocarles a cambio uno de sus fondos.

Cuando van descubren de que el todoterreno se encontraba abierto, pidiéndoles a los niños que vayan detrás porque transporta cosas en la cartera y debe llevar a cabo una llamada de sendero al trabajo, quejándose Marta, su mujer de que no le hubiera avisado de que iba a llevarlos él, habiendo ella cancelado numerosas cosas para eso.

Mientras habla con su segundo para explicarle lo que tienen que llevar a cabo, ve que suena otro teléfono que hay en el coche, observando al responder que hablamos de un hombre que le pregunta qué pensó al notar su coche abierto, tras lo que le dice que están sentados sobre una bomba que explotará si alguno se levanta, colgándole él sin hacerle caso.

Regresa a llamar a la oficina y habla con su asesora para cerrar algunos asuntos y continúa su sendero, volviendo a sonar el otro teléfono, aunque lo corta.

Mientras sus hijos discuten él comienza a palpar debajo del taburete para de ver si nota algo extraño, y cuando el teléfono regresa a sonar ubica el pinganillo.

El hombre le pide que no avise a nadie y le amenaza con volar el coche si regresa a cortarle y les pide que nadie se mueva de sus asientos, ya que de lo opuesto volarán, observando cómo en ese instante Marcos y Sara se pelean, quitándose el primero el cinturón, frente lo que Carlos, asustado, para y le suplica que no se levante.

El irreconocible le dice entonces que quiere su dinero. Sus 67.547 Euros más 420.000 por transferencia instantánea a una cuenta que le apuntó y tiene en el salpicadero, pidiéndole que no dialogue tampoco con los informáticos del banco para falsear los datos.

Carlos le dice que no hay tanta liquidez en el banco y que no podrá transladar esas proporciones sin estar en lo personal en la sucursal, diciéndole su interlocutor que es fin de mes y sabe que tienen en la caja dinero para realizar los pagos nóminas y pensiones.

Le dice que él tampoco tiene los 67.547 Euros para enviárselos desde su cuenta, aunque él le dice todo el dinero que tiene en su cuenta, lo que tiene su mujer en la suya y lo que tienen en un fondo a nombre de su mujer, sumando todo 65.547 Euros.

Le dice también que los sigue por GPS y tiene un control remoto de la bomba, pidiéndole Carlos que le permita dejar a sus hijos en el colegio, observando los niños cómo el padre pasa de extenso al llegar al cole, intentando de bajar cuando para en un semáforo, debiendo pedirles el padre que no lo hagan, y explicándoles lo que le ha dicho el hombre.

Le dice a su interlocutor que será muy difícil conseguir el dinero ya que está todo a nombre de su mujer, fijándose entonces en un motorista que les mira y sospecha de él, aunque entonces se aproxima al coche un grupo de niños de la clase de Marcos al que le piden que les enseñe la pelota con las firmas de los players del Madrid, contándoles el niño que no puede enseñársela porque tienen una bomba, lo que los niños toman como una explicación.

Estan destinados hacia el puerto para evadir el tráfico, disponiéndose él a llamar al banco, escribiéndole entretanto un mensaje a su hija para que avise a su madre.

A su asesora le pide que tenga listo el dinero que Marta irá a agarrar, diciéndole Sara entonces que si tan poco se fía su madre de él que lo tiene todo a su nombre, aunque le envía el mensaje de la misma forma que él le pidió.

También él trata de llamarla para avisarla, aunque tiene el teléfono apagado, comenzando Marcos a quejarse porque tiene ganas de llevar a cabo pis.

Llama tras ello de nuevo a Víctor, el subdirector de la sucursal mientras mira al motorista de antes y le enseña lo ocurrido, contándole Víctor que el hombre de la bomba le ha llamado a él también y está en su coche con Julia, su mujer.

Carlos se arroja contra la moto que está frente a ellos, amenazando a su conductor con llevarlo a cabo explotar con ellos, observando cuando se quita el casco que es solo un chaval, riéndose Marcos que dice que su padre ha atropellado a Javi, el novio de Sara.

Nervioso Carlos le pide a Sara que llame a su madre a la facultad mientras se dirige hacia la vivienda de Víctor, que sentado en el coche con su mujer está muy nervioso, debiendo intentar calmarlo más allá de que admite que fue él quien le contó lo que había en sus cuentas.

Debe distanciarse porque interrumpía el tráfico, llegando a tener una bronca con otro conductor al que le impide aparcar.

Ve que Julia está enojada y no quiere continuar el juego y quiere marcharse, convenciéndola para que cierre la puerta del coche que había abierto, asegurándole que solucionarán el inconveniente y que será mejor quedar como idiotas que jugarse la vida por muy remota que sea la oportunidad de que sean algunas las amenazas.

Carlos trata de hallar un sitio para aparcar y continuar comentando con su compañero cuando le escucha a este gritar “Julia, no”, observando tras ello cómo explota su coche, comprobando de repente que no tenía que ver con una broma, pidiéndole su interlocutor que salga de allí antes de que llegue la policía.

Mientras se alejan, Marcos dice que se hizo pis, aunque comprueban que de todos modos está sangrando porque una esquirla lo ha herido en la pierna, lo cual le preocupa, más allá de lo cual el irreconocible reitera que que le consiga su dinero y que es él el que lo convirtió en un asesino, saliendo Carlos hacia el hospital, señalando su interlocutor que si no le obedece volarán ellos también.

Sara llora al notar la herida sin entender qué llevar a cabo, insistiendo al irreconocible para que le permita llevar a su hijo al hospital mientras Sara llora y le pregunta qué le hizo a ese hombre para que lleve a cabo eso, diciendo él que no hizo nada más que ser el director de una sucursal.

Aparcados con la Torre de Hércules, sigue sin hallar sacar el dinero, pidiéndole su hija que lo saque de las cuentas de sus usuarios, diciéndole él que no puede operar con las cuentas de sus usuarios.

Le regresa a llamar su superior para ver cómo transporta las gestiones asegurándole que todo va bien, aunque le pide que le autorice a cambio otro producto, logrando que le permitan un nuevo fondo bursátil garantizado al 5% y que deberá ubicar esa misma mañana entre los usuarios más destacables, realizando que ese dinero vaya a una cuenta gestionada por él.

Mercedes su asesora le asegura que tiene ya su dinero listo aunque Marta no ha aparecido, por lo cual Carlos le pide a Sara que le diga dónde está su madre, a eso que le responde que podría estar con Ángel, el padre de una amiga suya, dándole el número de su casa al que llama Carlos, contestando Ángel, al que le dice que quiere comentar con Marta, y aunque Ángel niega estar con ella, al final consigue que se ponga insistiendo de manera desesperada.

Tras ponerla alerta de lo que sucede le pide que vaya al banco y recoja el dinero sin contar nada a la policía, asustándose tanto Marta que se niega a continuar oyendo hasta que consigue comentar con sus hijos y comprueba que están bien.

El irreconocible le pide que mueva el coche, ya que llevan un largo tiempo parados y no quiere que llamen la atención, acercándose hasta el banco, donde ve ingresar a Marta, aunque a su vez son vistos por Ángel, que se aproxima a su coche, diciéndole Sara a su padre que Ángel es abogado y podrá empujarlos.

Temiendo la reacción del irreconocible, Carlos escoge marcharse al notar que Ángel se dirige a unos policías, insistiéndole a Marta en que debe ir sola a llevar el dinero hasta una papelera que está al costado del palco de música.

Marta le va relatando sus movimientos por teléfono, hablando que hay mucha policía en el parque, contándole también que han cogido al chantajista.

Pero Carlos oye a este diciéndole por teléfono que querían hacerle caer en una trampa, pidiéndole que cuelgue el teléfono a su mujer y diciéndole que lo ha fastidiado todo, negándole en este momento la oportunidad de ir al hospital con su hijo por culpa de su mujer, asegurándole que morirá en el coche si no consigue su dinero y sin retrasos.

Carlos empieza a llamar a sus usuarios preferenciales para hablarles del nuevo fondo, y cuando tiene ya una parte importante de ese dinero el irreconocible le pide que se lo transfiera a su cuenta mientras Marcos dice que por el momento no le duele la pierna, lo que le asusta bastante, señalando al final el irreconocible que le dejará ir al hospital.

Pero justo en ese instante se muestran unos policías que le piden que apague el motor y se identifique, frente lo que él tiene una reacción saliendo a toda marcha mientras es buscado por la policía, que trata de cortarle el paso, debiendo tomar bastantes peligros, hasta que alcanzan rodearlo en una plaza ayudados por un helicóptero.

Más allá de todo el irreconocible le pide que mantenga la tranquilidad y busque un sitio por el que marchar, algo prácticamente irrealizable.

El policía al mando del gadget, Espinosa se aproxima a su coche y le pide que apague el motor y salga, y él levanta las manos, pero no sale, contándole que tiene una bomba bajo el taburete y si no lo dejan marchar hará explotar el coche igual que explotó otro esa mañana.

Al escucharlo, Espinosa ordena que los coches se echen atrás, pero que bloqueen todas las salidas. Aunque el irreconocible le pide que siga recaudando dinero.

Llegan también los artificieros, estando ya una enorme expectación alrededor de la plaza donde hay también varios periodistas.

Entretanto Carlos sigue llamando y consigue llegar hasta los 226.000 Euros, aunque al notar que se aproxima la jefa de los artificieros, Belén, le pide que no dialogue.

Esta le dice a Carlos que un perro entrenado para oler explosivos rastreará el coche, ratificando que hay, pidiéndole que le permita marcharse, diciéndole ella que no puede dejar que un coche con una bomba circule por la localidad.

Le distribución tras ello una bolsa, en teoría con agua y comida, aunque con un walkie talkie dentro con el que quiere escuchar sus diálogos, aunque mientras lo tiene el irreconocible no habla, pidiéndole por medio de un mensaje que tire el walkie fuera del coche, lo que él hará.

Entretanto Espinosa consigue seducir a Marta para que lea un aviso por medio de un megáfono para desconcierto tanto de Carlos como Belén que teme que con eso hayan puesto más nervioso al delincuente.

Este le hace ver a Carlos que ya ni sus hijos ni su mujer confían en él y le dice que continúe con las llamadas más allá de que Carlos dice que rastrearán las cuentas, diciéndole el irreconocible que no se preocupe, que conseguirá evitarlo.

Fuera empieza a llover con fuerza cuando recibe la llamada de Alejandro, su superior, desde las áreas de trabajo centrales diciéndole que mencionó con la policía, preguntándole si emprendió alguna acción contra la entidad, para después mencionarle que el banco no se hará responsable de sus gestiones y que está grabando su llamada, diciéndole que la llamada está siendo grabada y que responderá en lo personal de cada gestión realizada.

Él le reprocha que le llamen para dejarlo solo tras 15 años haciendo un trabajo con ellos, diciéndole Alejandro que si la cosa se aclara volverá a tener su acompañamiento.

Y de repente se corta la cobertura, contándole Belén que el control remoto está inhibido, tras lo cual abre las puertas observando que la bomba es semejante a la de la explosión de la mañana, una bomba casera que se activa cuando un cuerpo presiona sobre ellas activando un percutor que llevan dentro.

Le pide tras ello el móvil para intentar seguir las llamadas, aunque les proporciona el de el, no el del irreconocible, que pide a Sara que lo esconda.

La artificiera le dice tras un nuevo rastreo que el perro ha detectado que hay bombas solo en los asientos delanteros y que los cables de los de atrás son un farol, por lo cual sacarán a los niños primero y después volverán a por su padre.

Los artificieros quitan las puertas del todoterreno, perdiendo Marcos el saber, por lo cual lo sacan, aunque Sara se niega a llevarlo a cabo peleándose con los policías

Se disponen a sacar a los niños del coche, pidiendo Sara que la dejen, peleándose con los policías, ya que no quiere dejar solo a su padre. Y mientras fuera cogen al niño y lo llevan a la ambulancia, Sara se deshace de los policías y se pasa al taburete delantero con su padre para desesperación de este, diciendo esta que así evitará que le disparen, ya que los policías le estaban apuntando con sus armas.

Belén critica a Espinosa por su forma de accionar, afirmando este que Carlos está chalado y que puede haberlo ordenado todo él mismo, lo que Belén cree impensable puesto que lo vió despedazado, informándole Espinosa que los engañó, ya que en su móvil no ha recibido llamada alguna, por lo cual le pide que le deje accionar acorde al protocolo, ya que han localizado a su hermano y van a intentar que lo convenza.

En el coche Sara le cuenta entretanto a su padre que su madre y Ángel se conocieron en una reunión de padres del cole de esas a las que él jamás va, preguntándose él por qué no le mencionó que las cosas no mejoraban, respondiendo la niña que la madre sufrió bastante y que debería haberlo visto.

Se aproxima entretanto el hermano de Carlos al coche, diciéndole a este que va a asistirle y le pide que no lleve a cabo ninguna tontería, preguntándole tras ello si se acuerda de él, comprobando que no es así, por lo cual le pide que coja el móvil y mire en la carpeta de imágenes, donde se ve a una mujer y a un niño a la que sí conoce.

El interlocutor le dice a Sara que quiere que su padre le devuelva lo que les ha quitado, intentando la niña de comunicar de que es el hombre que les amenaza, frente lo que el irreconocible le pide que quite la tapa del airbag, observando que hay allí un reloj que avanza hacia cero y en el que se aprecia que quedan solo 5 minutos para que el coche explote, aunque con el mando que tiene consigue que se pare, por lo cual le pide a Carlos que salga de allí y siga realizando gestiones para hallar su dinero, asegurando Carlos que no puede llevar a cabo nada, diciéndole el irreconocible que no suplique, ya que su mujer también le suplicó a él y no le sirvió de nada, poniendo entonces en marcha el temporizador, cogiéndolo entonces Carlos asegurándole que no lo soltará, aunque en el final debe llevarlo a cabo para evadir que muera su hija.

Carlos trata de excusarse diciendo que no lo engañó, que nadie sabía que iba a ser tan riesgoso y que les engañaron a los empleados.

El hombre le proporciona la llave y le pide que salga de allí ya, mientras él se aleja del coche simulando ser un óptimo hermano, rogándole que no lleve a cabo locuras.

Sara le pregunta qué le pasó a su mujer, y le dice que perdió su dinero en una inversión y les embargaron el piso, acabando por suicidarse tirándose por la ventana.

Espinosa se hace con el mando, puesto que no tienen la posibilidad de inhabilitar la bomba, estando convencido de que Carlos es el culpable puesto que no hay pruebas en su teléfono de las supuestas amenazas, habiéndose comportado ferozmente con su hermano.

Y mientras los hombres a sus órdenes empiezan a tomar posiciones y se disponen a intervenir, Belén habla con Marta preguntándole si su marido ha actuado así gracias a los inconvenientes con el juego que le contó el abogado de ella que tenía, respondiendo ella que esos inconvenientes no hay y que Ángel no les pudo decir eso.

Unos policías se aproximan con comida, siendo su misión administrarles narcóticos, observando Sara que el temporizador se pone otra vez en marcha.

Belén le cuenta a Marta que su hermano les contó que Carlos se encontraba enloquecido, señalando Marta que el hermano de Carlos está en Alemania.

Todo se precipita cuando Carlos ve que se aproximan a su coche numerosos policías para llevarles comida, arrancando Carlos en ese instante el coche con el que sale a toda agilidad hacia unas escaleras por las que consigue huír.

Belén pide que detengan al hombre que se realizó pasar por hermano de Carlos, y que despejen el tráfico al notar que el coche con explosivos va a atravesar la localidad.

El coche avanza buscado por la policía mientras el irreconocible regresa a llamarles, diciéndole Sara que su padre está herido, pidiéndoles que vayan hasta el puerto y se dirijan al muelle de trasatlánticos, no realizando caso de Belén, que al llegar a su altura le dice a Carlos que ya saben quién es el irreconocible y que lo tienen.

A quien llama es a Alejandro diciéndole que ha enviado un mensaje a todos los usuarios de los derivados advirtiéndoles que les vendieron un producto de prominente compromiso y que irán también a por él, advirtiéndole que la policía habrá grabado también las llamadas, excusándose Alejandro diciendo que siguió las normas de arriba.

Lucas, el irreconocible le dice que consiguió lo que deseaba, ya que al día siguiente estará el banco en los periódicos, habiendo conseguido castigarles a él, a Víctor y al banco, tras lo que le pide que avance hacia el muelle, lleno en ese instante de gente que baja de un crucero, continuando entre la multitud e impidiendo la actuación policial, explicándoles que bajo el taburete de Sara hay una placa y que si la aprieta no explotará el coche y podrá salir ella, aunque es realmente difícil que salgan los dos.

Carlos le pide a Sara que salga y que les diga a Marcos y a su madre que les quiere, explicándole a su hija que sí sabían lo que vendían y que las inversiones eran tóxicas, pese a eso que se las colocaron a la multitud.

Cuando Sara baja sube Lucas a su lado y le dice que si no consigue su dinero morirán, cogiéndolo Carlos del cuello, frente lo que Lucas pone en marcha otra vez el temporizador, quedando menos de un minuto y medio, preguntándole Carlos qué quiere, a eso que Lucas le responde que su dinero y que sabe cómo conseguirlo, bastando proceder a la sucursal donde por el momento no habrá nadie, y llevar a cabo la transferencia, frente lo que Carlos dice habrán ya cancelado su clave y además tienen a todo un ejército detrás.

Reciben tras ello una llamada de Belén disculpándose por haber dudado de él, comentando otro hombres con Lucas al que le dice que está alerta de lo ocurrido con su mujer, aunque esa no es la solución, respondiendo él que ellos trabajan para los que hunden cada día a la multitud habitual, poniendo al teléfono a la hermana de Lucas que le pide que cese en esa disparidad y piense en su hijo, diciéndole él que está realizando eso por todos los engañados, pidiéndole a su hermana que protega de Pedro.

Fuera, Sara repudia el consuelo de Ángel, mientras Carlos le dice a Lucas que siente lo que le hicieron, preguntándole él qué se siente cuando alguien te lo quita todo, familia, dinero y trabajo, a eso que Carlos le responde que sabe que lo iba a matar de todos métodos, consiguiera o no su dinero.

Lucas le dice que se ha levantado a lo largo de dos años pensando en la venganza y que él lo ha fastidiado todo, señalando que ya todo eso no posee sentido, tras lo que pone en marcha el temporizador y tira el mando fuera, frente lo que Carlos tiene una reacción poniendo el coche a toda agilidad y lanzándolo al mar, poniendo peso sobre su taburete antes de salir y empezar a nadar, saliendo al poco por los aires los restos del coche.

Hace aparición poco después un helicóptero de la policía sobrevolando la región, recogiendo numerosos policías a Carlos, que flota en el agua sin sentido, siendo sometido a reanimación, preguntando tras volver como estaba por su hijo, que le dicen está bien en el hospital, y observando cómo Sara corre hacia él y lo abraza aliviada.

Algún tiempo después Carlos va manejando un pequeño utilitario cuando recibe una llamada telefónica, del nuevo director del banco que tiene el encargo de reflotar la imagen de la entidad, que se explicación por haberlo despedido y demandarlo y que le dice que ellos sí supieron ver la capacidad de su gestión y aptitud de liderato, por lo cual le gustaría que volviera y se uniera a ellos, puesto que sabe que no posee trabajo, aunque Carlos le cuelga sin querer continuar escuchándolo.

Poco después llega a casa de Marta para agarrar a sus hijos, yendo Marcos con muletas aunque bien.

Calificación: 3