Resumen de la película El disputado voto del señor Cayo

 

El disputado voto del señor Cayo

España (1986) *

Duración: 94 Min.

Música: Varios

Fotografía: Alejandro Ulloa

Guion: Antonio Giménez-Rico y Manuel Matji (N.: Miguel Delibes)

Dirección: Antonio Giménez-Rico

Intérpretes: Francisco Rabal (Señor Cayo), Juan Luis Galiardo (Víctor Velasco), Iñaki Miramón (Rafael Corral), Lydia Bosch (Laly), Eusebio Lázaro (Dany), Mari Paz Molinero (Mujer de Cayo), Abel Vitón (Ángel Abad), Gabriel Renom (Mauricio), Paco Casares (Carmelo), Juan Jesús Valverde (Arturo González).

Rafael Corral, diputado socialista recibe la novedad de la desaparición de Víctor Velasco, obsoleto diputado que renunció a su acta 8 años antes y del que era amigo personal decidiendo asistir a su entierro más allá de que en su partido no está en concordancia, encontrándose en el cementerio con Lali, una amiga común, con la que recuerda, la campaña de 1977 cuando se conocieron.

Víctor, entonces candidato a diputado por Burgos fue a ofrecer unos mítines a unos pueblos de la sierra acompañado por Lali, entonces una desencantada mujer que se casó a los 19 años para ver cómo su marido la engañaba, y por Rafael, un joven preocupado solo por las mujeres y los bienestares de la vida que más allá de sus 23 años sigue en 2º de Derecho repeliéndole ese pasaje serrano que a sus compañeros les encanta.

Cuando tras comer llegan a Cureña, donde tienen planeado ofrecer un mitin, están con que en la ciudad viven solo dos pobladores, el alcalde, llamado Cayo, que vive con su mujer, que es muda, y otro vecino con el que no se habla.

Los visitantes conversan con el señor Cayo, conociendo un método de vivir tan natural que no requiere para nada del avance que le garantizan sus visitantes.

Él recopila las abejas, trabaja su huerto y adivina el tiempo que se avecina, curando sus patologías a partir de productos naturales de la tierra.

Sólo una vez al mes se baja hasta el cruce del pueblo más cercano para comentar con el distribuidor de la Coca-Cola, que le pone al día de lo que va aconteciendo en el planeta.

La desaparición de Franco no fue para él ningún hecho increíble, como no es así la llegada de la democracia, ya que ni unos ni otros le darán nada que no posea.

Les habla de sus antiguos paisanos, como el hombre que predijo su muerte y acertó porque se ahorcó el día pensado.

Les habla de las fiestas de su pueblo y de los tiempos de la guerra, cuando debían esconderse en una cueva siempre que se acercaban los soldados tanto de un bando como de otro, ya que tan pésimos eran unos como otros para ellos.

Y antes de marcharse llega hasta el pueblo un grupo de falangistas que también quieren llevar a cabo un mitin, estando dispuestos no a soliciar el voto de los pobladores, sino a exigírselo a partir de crueldad si es exacto.

Y como el señor Cayo no se expone tan sumiso como desearían están próximo de pegarle, impidiéndoselo Víctor, que es golpeado con cadenas por los ultras.

Desde esa visita Víctor atraviesa una complicación de valores impresionado por el señor Cayo y su forma natural de vida, crisis que con el tiempo la llevará a dejar su escaño..

Diez años más tarde es Rafael, aquel joven despreocupado, el diputado. En este momento va trajeado y peinado con gomina, tiene coche oficial y come en Lhardy. El poder le transformó y no le quita el sueño como a Víctor y a Laly entender si les votó o no el señor Cayo.

Ella le pide un favor. Que vaya a conocer al señor Cayo y le otorgue el mechero de Víctor,

Él no se encontraba dispuesto a ir, pero los recuerdos de entonces y una canción que escucha en la radio, Marina, que le encantaba a Víctor, le hacen volver para cumplir su promesa.

Lo encontrará solo. Su mujer y su vecino fallecieron y él está muy enfermo. Llama por esto a una ambulancia que se lo transporta, conociendo en su casa un letrero electoral de aquellas selecciones, con la cara del candidato embadurnado por las pinturas de los fascistas.

Calificación: 2