Resumen del libro «El Libro de los Abrazos»

El Libro de los Abrazos

Eduardo Galeano

El libro de los abrazos es una síntesis inalcanzable del imagimario más inspirado de su constructor. Celebraciones, sucedidos, profecías, crónicas, sueños, memorias y desmemorias, deliciosos cuentos breves en los que hasta las paredes hablan.

Un libro ilustrado por partida doble: a la mirada radiante de Galeano se suman sus grabados.

«‘Los colosales escritores caminan en la cuerda del equilibrista y arriesgan el cuello con cada palabra. En ‘Memoría del fuego’, Galeano fue un acróbata triunfante. En ‘El libro de los abrazos’, se desprende de la cuerda y levita». Alan Ryan, The Washington Articulo, USA.

«Lea una historia por día y será usted feliz medio año. Lea una historia por día y será usted triste la otra mitad. Cada página es tan hermosa como el libro». Koos Hageraats, HP/de Tijd, Holanda.

Es un libro para poseerlo a mano, en diferentes rincones de la vivienda o para llevarlo en la cartera, porque tiene dentro contenidos escritos cortos que se leen a sorbos; pero tan intensos, que te acompañan a lo largo de riguroso tiempo.

 

En El libro de los abrazos el lector está con una veta sentimental, humana, íntima, del reconocido constructor y periodista uruguayo. El libro está conformado por extractos, microrrelatos algunas oportunidades de unas escasas líneas, organizados bajo diferentes temáticas: el lenguaje y las expresiones, la voz humana, los que leen, los niños, los sueños, el miedo, el olvido, la noche, la civilización, el arte. Los cuentos abarcan desde entrometidas narraciones sobre la creación de todo el planeta hasta pequeñas ocurrencias, o graffitis pintados como en una pared. Distribuidas en el volumen se detallan también anécdotas referidas a diferentes localidades americanas, reflexiones sobre el exilio que al constructor le tocó vivir, historias narradas de boca en boca, diálogos con alguno que otro escritor latinoamericano.

El deber político de Galeano no puede estar ausente: algunos cuentos ilustran realidades dolorosas que América Latina ha vivido y aún sigue viviendo: “Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada (…) Que no son, aunque sean. Que no hablan lenguajes, sino dialectos. Que no profesan religiones, sino supersticiones.” Se detallan también el terror de las dictaduras de los ’70, y el mal del desarraigo: “Helena volvía a Buenos Aires, pero no sabía en qué idioma comentar ni con qué dinero abonar. Parada en la esquina de Pueyrredón y Las Heras esperaba que pasara el 60, que no venía, que jamás vendría”.

Los abrazos de los que habla Galeano son diversos: el abrazo fraterno, el abrazo de amigos que se reencuentran después del exilio (o se despiden), el abrazo entre un hombre y una mujer que inventan por primera ocasión el cariño, el abrazo que a numerosos les falta, a numerosos hombres, mujeres y niños solos que lo necesitarían.
El libro de los abrazos también juega con la conjunción entre expresiones e imágenes. Las páginas estan pobladas de pequeños dibujos hechos por nuestro Galeano, que acompañan los microrrelatos y aportan una única dimensión a la obra.