El Viejo y el Mar
Es una obra de gran magnitud maestra de Ernest Hemingway, que narra la odisea de un pescador en su pelea contra un pez y de como se desvió de la costa hasta llegar a mar adentro.
Ernest Miller Hemingway nació el 21 de julio de 1899 y muere el 2 de julio de 1961) fue un novelista estadounidense, escritor de cuentos y periodista.
Hemingway era un escritor minimalista. El minimalismo se define como la escritura que se disminuye a lo básico con el más grande peso del trabajo puesto en contexto en lugar del uso de un lenguaje descriptivo riguroso. Durante su historia, publicó numerosas novelas y colecciones de cuentos, pero numerosas de sus proyectos también se han publicado póstumamente.
El viejo y el mar fue la última novela que Hemingway publicó antes de su muerte. En 1951, Hemingway escribió esta obra en dos meses, mientras se encontraba en Cuba. Estaba orgulloso de su trabajo.
La novela delgada recibió bastante éxito crítico y comercial. Fue un aspecto considerable en que Hemingway recibió el Premio Pulitzer de Ficción en 1953 y el Premio Noble de Literatura en 1954. La novela todavía se enseña extensamente en las academias de hoy. En este estilo también esta escrita Relato de un Naufrago.
El Viejo y el Mar Resumen
El viejo y el mar es la crónica de una pelea épica entre un viejo pescador experimentado y la más grande captura de su historia. Durante ochenta y 4 días, Santiago, un adulto mayor pescador cubano, se ha embarcado y regresó con las manos vacías. Este pescador vivió una Odisea para hallar lo que quería. (Ver artículo: La Odisea)
Tan claramente desafortunado es que los padres de su joven y devoto aprendiz y amigo, Manolin, lo han obligado a dejar al viejo para pescar en un barco más próspero. Sin embargo, el niño continúa cuidando al adulto mayor a su regreso cada noche.
Él asistencia al adulto mayor a llevar su conjunto a su cabaña destartalada, afirma la comida para él, y examina los últimos desarrollos en el béisbol estadounidense, fundamentalmente las pruebas del héroe del viejo, Joe DiMaggio. Santiago confía en que su racha improductiva próximamente llegará a su fin, y escoge ir más lejos de lo recurrente al día siguiente.
En el día ochenta y cinco de su racha de mala suerte, Santiago hace lo que prometió, explorando su esquife bastante más allá de las aguas costeras poco profundas de la isla y aventurarse en la corriente del Golfo. Él prepara sus líneas y las deja caer. Al mediodía, un enorme pez, que él sabe que es un marlin (Pez Espada), toma el cebo que Santiago ha colocado a cien brazas de hondura en las aguas. El viejo engancha al pez con pericia, pero no puede tirar de él. En cambio, el pez empieza a jalar el bote.
Al no poder atar la línea rápidamente al bote por miedo a que los peces rompieran una línea tensa, el adulto mayor soporta la tensión de la línea con sus hombros, espalda y manos, listo para desatender si el marlín huye.
El pez tira del bote a lo largo de todo el día, a lo largo de la noche, otro día y otra noche. Nada de forma recurrente hacia el noroeste hasta que, por fin, se cansa y nada al este con la corriente. Todo el tiempo, Santiago soporta el recurrente mal de la línea de pesca.
Siempre que el pez se abalanza, salta o se arroja hacia la independencia, el cordón corta mal a Santiago. Aunque herido y agotado, el adulto mayor siente una profunda empatía y admiración por el marlin, su hermano en padecimiento, fuerza y determinación.
En el tercer día, el pez se cansa, y Santiago, privado de sueño, dolorido y delirante, consigue tirar del marlín lo bastante cerca como para matarlo con un golpe de arpón. Muerto al costado del esquife, el marlin es el más grande que Santiago haya visto jamás.
Lo ata en su bote, levanta el pequeño mástil y zarpa hacia su casa.Mientras que Santiago está entretenido por el valor que el marlin traerá al mercado, le preocupa más que la gente que comerán el pescado sean indignas de su excelencia.
Mientras Santiago navega con los peces, la sangre del marlín deja un rastro en el agua y atrae a los tiburones. El primero en agredir es un enorme tiburón mako, que Santiago consigue matar con el arpón. En la pelea, el adulto mayor pierde el arpón y la longitud de una importante cuerda, lo que lo deja vulnerable a otros asaltos de tiburones.
El adulto mayor pelea contra los depredadores sucesivos y crueles lo destacado que puede, apuñalándolos con una tosca lanza que lanza azotando un cuchillo contra un remo y también golpeándolos con la caña del timón.
Aunque aniquila a numerosos tiburones, se muestran más y más, y cuando cae la noche, la continua pelea de Santiago contra los carroñeros es inútil. Ellos devoran la hermosa carne del marlín, dejando solo el esqueleto, la cabeza y la cola.
Santiago se reprueba a sí mismo por ir «demasiado lejos» y por sacrificar a su enorme y digno contrincante. Llega a casa antes del amanecer, tropieza con su choza y duerme intensamente.
A la mañana siguiente, una multitud de pescadores asombrados se reúne cerca del cadáver esquelético del pez, que todavía está amarrado al bote. Sin entender nada de la pelea del adulto mayor, los turistas en un café cercano observan los restos del marlín enorme y lo confunden con un tiburón.
Manolin, quien estuvo preocupado por la sepa del adulto mayor, se emociona cuando encuentra a Santiago seguro en su cama. El niño le trae un café al viejo y los diarios con puntajes de béisbol y lo mira reposar.
Cuando el adulto mayor se despierta, los dos acuerdan pescar como compañeros una vez más. El adulto mayor regresa a reposar y sueña con su sueño recurrente de jugar a los leones en las playas de África.
Mira a través de este vídeo el resumen de esta obra de Ernest Hemingway:
El Viejo y el Mar resumen por capítulos
Esta novela no posee capítulos determinados, pero por la manera en que esta redactada se puede dividir en tres partes:
Introducción: Empieza con un hombre ya adulto mayor llamado Santiago, pero que se ve muy fuerte y su joven amigo Manolin, quien lo ayudaba a pescar pero que por tener mas de 40 días sin poder pescar nada los padres del niño deciden que no lo ayude más, dejando al adulto mayor solo en sus tareas.
Nudo: La historia del adulto mayor que recuerda su juventud y su historia previo de esa y felicidad y su embarque a buscar una pesca digna en el mar adentro y su acercamiento con el Marlin que lo llevan a vivir una odisea en el mar.
Desenlace: cuando el adulto mayor ya muy agotado y habiendo matado al marlin escoge regresar a la costa y los tiburones empiezan a seguirlo para comerse al marlin, y la pelea del adulto mayor por socorrer su preciado pez y regresar a su casa.
Aquí tienes en este vídeo el audio libro de el Viejo y el Mar:
El Viejo y el Mar la Película
El Viejo y el mar es una película de drama de aventuras estadounidense de 1958 apuntada por John Sturgescon la dirección no acreditada de Henry King y Fred Zinnemann. El guión (la interpretación más así, palabra por palabra de una historia redactada que se filmó alguna vez) fue ajustado por Peter Viertel de la novela homónima de Ernest Hemingway. De la misma forma fue llevada al cine la obra de Humberto Eco El Nombre de la Rosa.
Dimitri Tiomkin ganó el Premio de la Academia al Mejor Nivel Original por su trabajo en la película, que también fue nominada a la mejor fotografía en color. El mismo año, Tracy fue nominado para el Premio de la Academia al Mejor Actor.
Elenco
- Spencer Tracy como El viejo
- Felipe Pazos Jr. como Manolin
- Harry Bellaver como Martin
- Don Diamond como dueño de Café
- Don Blackman como luchador de brazo
- Joey Ray como jugador
- Richard Alameda como jugador
- Tony Rosa como jugador
- Carlos Rivero como jugador
- Robert Alderette como jugador
- Don Alvarado ( sin acreditar ) como mesero
La Revista Time señaló que «el guión sigue el libro en todos los detalles», pero llamó a la novela una fábula «no más correcta para la pantalla que The Love Song of J. Alfred Prufrock «.
Time señaló que a Tracy «nunca se le permitió atrapar un marlín» mientras se encontraba en el sitio, por lo cual «la cámara jamás ha podido atraparlo» y el resultado es «Las púas tienen que ser tan interminables: peces, peces Tracy» , Tracy, ese viejo hombre, pierde la vitalidad, la emoción y, más que nada, la generosidad de ritmo que necesita el tema.
Según el productor Hayward, Hemingway se encontraba contento con la película y mencionó que tenía «una extraordinaria calidad emocional y él está muy complacido y satisfecho con la transferencia de su material a la pantalla.
Pensó que Tracy era espectacular (a la luz de su peleas con él esto es todo un cumplido) , la fotografía fue increíble, el manejo de la pesca y el pez mecánico fue realmente bueno. Tuve algunos disgustos inferiores, pero generalmente él se encontraba terriblemente prominente en la imagen y contento con eso.»
Aquí te dejamos la película de El Viejo y el Mar, con el actor Spencer Tracy:
El Viejo y el Mar análisis
La primera cita del libro se comunica como la de Hemingway: «Era un adulto mayor que pescaba solo en un esquife en la corriente del Golfo y llevaba ya ochenta y 4 días sin pescar». Las expresiones son sencillas, y la composición, dos cláusulas independientes y bien articuladas unidas por una fácil conjunción, son aspectos recurrentes que caracterizan el estilo literario de Hemingway. Esta historia se ve a la del Don Quijote de la Mancha en busca de sus monstruos para tener el cariño de su Dulcinea.
En tanto que en otras proyectos esta economía del lenguaje se usa para comunicar la inmediatez de la vivencia, la inocencia de Hemingway se intensifica aquí hasta el punto de dejar parte importante de la prosa vacía en un nivel y preñada de concepto en el otro; es decir, las oraciones tienden a perder su conexión especial con la verdad pero de forma simultanea alcanzan un carácter más general y simbólico, muy parecido al efecto de la poesía.
El estilo de Hemingway, entonces, asiste para argumentar por qué muchos comentaristas ven su novela más como una fábula que como una ficción.
La utilización del número 40 en la siguiente oración es la primera de muchas alusiones religiosas en la novela corta. Se nos comunica que después de 40 días (el tiempo que le llevó a Cristo vencer a Satanás en el desierto), los padres de Manolin eligieron que «el viejo era en este momento y terminantemente salao, que es la peor forma de mala suerte».
Esta oración proclama uno de los temas de la novela, la heroica pelea contra el destino inmutable. De hecho, todo el primer párrafo enfatiza la visible falta de éxito de Santiago. Por ejemplo, «al niño le entristeció ver que el adulto mayor entraba todos los días con el bote vacío». Y más poderosamente, «La vela se encontraba remendada con sacos de harina y, plegada, parecía la bandera de la derrota permanente».
Esta clase de degradación descriptiva de Santiago continúa con datos de su viejo y gastado cuerpo. Incluso sus cicatrices, legados de éxitos pasados, son «viejas como erosiones en un desierto sin peces».
Todo lo mencionado cambia de repente, por otro lado, cuando Hemingway dice magistralmente: «Todo en él era viejo, excepto sus ojos y tenían el mismo color que el mar, eran alegres e invictos». Esto atrae la atención hacia una dicotomía entre dos tipos de éxito: el éxito exterior, material y el éxito espiritual de adentro.
En tanto que Santiago precisamente no tiene lo primero, la consideración de esta falta queda eclipsada por su posesión del último. Este triunfo del espíritu infatigable sobre los elementos materiales agotables es otro tema considerable de la novela.
Además, el color de ojos de Santiago presagia la comparación cada vez más explícita de Hemingway de Santiago con el mar, lo que recomienda una analogía entre el espíritu indomable de Santiago y la fuerza sin límites del mar.
La relación entre Santiago y Manolin se puede sintetizar en una frase: «El adulto mayor le había enseñado al niño a pescar y el niño lo amaba».
Manolin es aprendiz de Santiago, pero su relación no se restringe solo a los negocios. Manolin idolatra a Santiago, pero el objeto de esta idolatría no es solo el otrora enorme pescador, aunque fracasado en el presente; es una idolatría de especiales.
Esto asiste para argumentar la devoción única y religiosa de Manolin hacia el adulto mayor, subrayada cuando Manolin le pide perdón a Santiago por no volver a pescar con el adulto mayor. Manolin dice: «Fue papá quien me logró irme. Soy un niño y debo obedecerlo», a eso que Santiago contesta: «Lo sé … es muy habitual. No posee mucha fe».
Más allá de la clara jerarquía de esta relación maestro/alumno, Santiago sí enfatiza su igualdad con el niño. Cuando Manolín le pide una cerveza al adulto mayor, Santiago responde: «¿Por qué no? … Entre pescador».
Y cuando Manolín solicita asistencia a Santiago con su pesca, Santiago responde: «Ya eres un hombre». Al mostrar que Santiago tiene poco más que enseñar al niño, esta igualdad presagia la separación inminente de los dos amigos, y también sugiere que esta no será una narración acerca de un niño aprendiendo de un adulto mayor, sino una historia de un adulto mayor aprendiendo las enseñanzas únicas del otoño de la vida.
Hace aparición un tipo semejante de igualdad inesperada cuando Hemingway detalla las distintas formas en que los marlines y los tiburones son tratados en tierra. Si bien esto presagia la pelea entre el marlín de Santiago y los tiburones, también iguala a los competidores.
Más allá de las peleas en el mar, los marlines y los tiburones son masacrados y usados por los humanos en tierra; sus antagonismos no significan nada en la costa. Como en la situacion de Santiago y Manolín, esta igualación revela la preocupación temática de la novela por la unidad de la naturaleza, incluida la raza humana, una unidad que asiste para socorrer a la víctima heroica de la enorme catástrofe.
Hemingway también condimenta la novela con varias referencias a la visión. Se nos comunica, entre otras cosas, que Santiago tiene una vista increíblemente buena para un hombre de su edad y vivencia, en tanto que el nuevo empleador de Manolin es ciego.
Cuando Manolin lo nota, Santiago responde simplemente: «Soy un viejo extraño». Dada la analogía antes citada entre los ojos de Santiago y el mar, uno sospecha que su extrañeza en este aspecto tiene algo que ver con su relación con el mar.
Esta conexión, por otro lado, es un poco problemática debido a que podría sugerir que Santiago tendría éxito como pescador. La simplicidad de la vivienda de Santiago lleva a cabo aún más nuestra visión de Santiago como materialmente sin éxito.
Es atrayente que Hemingway llame la atención sobre las reliquias de la mujer de Santiago en su casa, presentando un aspecto de Santiago que de otro modo estaría ausente en toda la novela.
Esto es importante porque recomienda una alguna dificultad en el carácter de Santiago que lo realiza más de un Hombre común -apropiado para una alegoría- pero mencionarlo sencillamente para quitarlo del ámbito provoca que su sepa sea aún más destacable, y uno podría cuestionar si el personaje de Santiago es bastante duro para aceptar que el lector se identifique totalmente con su crónica.
Mira este vídeo en donde encontraras un análisis terminado de la novela El Viejo y el Mar:
El Viejo y el mar personajes
Desde que empieza esta novela se distinguen dos personajes principales primordiales, ellos son los mas destacables, El viejo pescador Santiago, y el pez que representa la naturaleza, entre ellos se refleja la guerra que se vive día a día para subsistir, y que nos deja como enseñanza que jamás hay enemigo muy grande que no logre ser vencido, ni luchador tan pequeño que no logre ganar. El personaje de Santiago vale a pena hacerle un análisis psicológico al estilo de la novela El tunel.
Este es un corto animado de la crónica de el Viejo y el Mar:
El viejo y el Mar Argumento
Esta novela es sobre la vida de un viejo pescador, que tuvo una vida dura y de mala suerte, que siempre que sale a pescar con su ayudante, siempre llega sin nada hasta que escoge adentrarse en el mar para hallar algo.
En este viaje está con un pez espada que cae en su anzuelo y este lo arrastra por días mar adentro, hasta que se agota y el adulto mayor lo aniquila, y en su regreso a tierra estable los tiburones se comen al pez, al llegar a tierra está tan agotado, adolorido y lastimado en sus manos que se va a su casa y deja su bote en el puerto con los restos de su pesca.
El viejo y el mar Frases
«Era un adulto mayor que pescaba solo en un esquife en la corriente del Golfo y llevaba ya ochenta y 4 días sin pescar»
«el viejo era en este momento y terminantemente salao, que es la peor forma de mala suerte».
«al niño le entristeció ver que el adulto mayor entraba todos los días con el bote vacío».
«La vela se encontraba remendada con sacos de harina y, plegada, parecía la bandera de la derrota permanente».
«Todo en él era viejo, excepto sus ojos y tenían el mismo color que el mar, eran alegres e invictos»
«El adulto mayor le había enseñado al niño a pescar y el niño lo amaba».
«Fue papá quien me logró irme. Soy un niño y debo obedecerlo», a eso que Santiago contesta: «Lo sé … es muy habitual. No posee mucha fe».
El viejo y el Mar Crítica
El Viejo y el Mar sirvieron para revitalizar la reputación literaria de Hemingway y provocaron un nuevo examen de todo su cuerpo de trabajo. La novela fue recibida al principio con mucha popularidad como la novela El Conde de Montecristo; y restauró la seguridad de varios leyentes en la aptitud de Hemingway como creador.
Su editor, Scribner’s, sobre una temprana sobrecubierta, llamó a la novela un «nuevo clásico», y varios críticos la compararon favorablemente con proyectos como la novela de William Faulkner: El oso y la novela de Herman Melville Moby-Dick.
Tal vez este personaje fue tomado de la vida de Gregorio Fuentes, un hombre venido de las Islas Canarias a Cuba, blanco de ojos azules como el mar, quien llego a la isla a la edad de 22 años. Después de 82 años en Cuba, Fuentes intentó reclamar su ciudadanía española en 2001. Los críticos han notado que Santiago tenia al menos 22 años cuando emigró de España a Cuba, y entonces lo bastante más grande como para ser considerado un inmigrante -y un extranjero- en Cuba.
Al inicio, Hemingway planeó usar la crónica de Santiago, que se convirtió en El viejo y el mar, como parte de una privacidad entre madre e hijo. Las relaciones en el libro se relacionan con la Biblia, a la que se refirió como «El Libro del Mar».
Una de las críticas más sinceras de El viejo y el mar es Robert P. Weeks. Su parte de 1962 «Fábula en el viejo y el mar » muestra su afirmación de que la novela es una divergencia débil e inesperada de la típica y verdadera de Hemingway (refiriéndose al resto del cuerpo de trabajo de Hemingway como «glorias anteriores»).
Este critico considera esta obra de Hemingway llena de extraordinaria falsedad, porque un personaje real no esperaría hallar inexactitud ni romanticismo en un elemento natural.
El Viejo y el Mar Moraleja y valores
Esta novela tiene como primordial moraleja y valores lo que explicamos aquí a continuación:
La perseverancia es una ley universal: Hemingway comienza su crónica caracterizando al pescador Santiago a través de su fachada. Un hombre de la tercera edad con cáncer de piel. que refleja la dureza de la vida que tuvo la valentía y la dignidad de combatir contra todo y sobrepasar su mal y agotamiento con tal de vencer a su enemigo. Al final del libro, el creador sintetiza este espíritu con esta famosa frase: «El hombre no está hecho para la derrota. Puede ser destruido pero no derrotado».
El hombre y la bestia son más semejantes de lo que imaginamos (en el buen sentido): Santiago no odia a su contrincante el marlin, sino que lo venera. Esta es la única distingue que es con la capacidad de delinear entre los peces y la clase humana: «No son tan capaces como nosotros que los matamos; aunque son más nobles y más capaces».
Siente respeto por los peces en su pelea. El marlin tiene sus capaces virtudes, y él tiene las suyas. Santiago entiende que en la naturaleza salvaje, toda la vida es igual. El mar no escoge preferidos. El noble pescador se niega a designarse a sí mismo como un supremo señor de los animales, en vez de admitir su enorme fraternidad con todo lo que lo circunda.
Algunas cosas son para continuar siendo un secreto: Santiago se proporciona cuenta de que es injusto haber matado al pez en toda su «grandeza y su gloria». ¿Quién es él para matar a esta hermosa y digna criatura?
Cree que probablemente halla sido un pecado matar a los peces, aunque lo logró para alimentarse a sí mismo y a los demás. Santiago escoge dejar a un lado este sentido de la responsabilidad cósmica, y escoge dejar que más personas calificadas piensen en asuntos de pecado. Él reconcilia sus acciones diciéndose a sí mismo: «Naciste para ser un pescador como el pez nació para ser un pez».
Necesitamos promesa para subsistir a la derrota: Cuando Santiago ata el marlín muerto a su bote, se proporciona cuenta de que es colosal, considerablemente más grande que el bote en sí. Mientras que él ganó en su pelea contra los peces, su trabajo está lejos de finalizar. Se ve que el libro El Arte de la Guerra estuviera que se encuentra en este escrito.
Debe regresar al puerto, y está librando una guerra agotadora contra los tiburones hambrientos. Los pelea con remo y arpón, pero lo abruman, consumiendo la mayoría de su preciada captura. Sin embargo, él no se enfurece contra su destino; no deja que la amargura o la desilusión lo consuman.
En cambio, el pescador espera que no le haya preocupado a la aldea por haberse distanciado bastante, recuerda a la multitud de su país y espera gozar de su «amigo», la cama.
Otras personas no entenderán nuestras luchas, y está bien: Después de que Santiago llega a la costa, los turistas divisan la espina blanca del marlín «que en este momento era solo basura aguardando a la corriente».
Un camarero hispanoparlantes intenta argumentar el espectáculo y consigue decir «shark». Los curiosos turistas malinterpretan, y en su lugar suponen que el esqueleto pertenecía a un tiburón, criaturas que, después de todo, no tienen huesos. Este episodio, que concluye la novela corta, recomienda que la barrera del idioma o no, solo Santiago y el mar conocerán la realidad.
El viejo y el mar tipo de Narrador
Ernest Hemingway escribió esta obra que tiene solo dos individuos primordiales, y una narración en tercera persona, omnisciente y de afuera, de la misma forma que lo tiene El Llano en llamas en uno de sus cuentos Diles que no me maten, que nos ofrece una manera de detallar con mucha objetividad de los dos individuos. El Viejo Santiago y el Niño Manolin son dos individuos humanos y el pez espada y los tiburones representan los papeles antagónicos de esta obra.