Resumen de la película Fellini 8½

 

 

Fellini 8½

 

Fellini 8½ (1963) * Italia / Francia

Duración: 140 min.

Música: Nino Rota

Fotografía: Gianni di Vinanzo

Guion: Federico Fellini, Tullio Pinelli, Ennio Flaiano, Brunello Rondi (Historia: Federico Fellini y Ennio Flaiano)

Dirección: Federico Fellini

Intérpretes: Marcello Mastroianni (Guido Anselmi), Claudia Cardinale (Claudia), Anouk Aimée (Luisa), Sandra Milo (Carla), Rossella Falk (Rosella), Barbara Steele (Gloria Morin), Madeleine LeBeau (Madeleine), Caterina Boratto (Señora misteriosa), Edra Gale (Saraghina), Guido Alberti (Productor Pace), Mario Conocchia (Director de producción), Bruno Agostini (Bruno), Cesarino Miceli Picardi (Cesarino), Jean Rougeul (Crítico Carini), Mario Pisu (Mario Mezzabotta), Yvonne Casadei (Jacqueline Bonbon), Giuditta Rissone (Madre de Guido).

En el transcurso de un atasco, un hombre mira cómo su coche se llena de humo, intentando sin ningún éxito de hallar que los pasajeros que le cubren reparen en él mientras trata inútilmente de romper el cristal para salir.

El hombre muere asfixiado y su cuerpo empieza a sobrevolar los coches izándose hacia el cielo.

Poco después el hombre sigue volando sobre la playa, donde otra persona sujeta una cuerda atada a su pie hasta que otro hombre que monta a caballo le pide que tire de la cuerda, cayendo desde una enorme altura al mar.

El hombre, el director de cine Guido Anselmi, despierta, observando que está cubierto de médicos y enfermeras que aseguran contemplar sus películas y que le someten a un régimen de reposo, ya que le comentan que está agotado y que la cura le irá bien, debiendo tomar cada mañana agua termal y baños de barros cada dos días.

En el balneario hay un abundante conjunto de individuos, la mayoría ancianos, que toman las aguas, así como un grupo de religiosas, realizando todos una extendida cola hacia las fuentes donde toman con enorme fe las aguas.

Él, al tomar su vaso se piensa que se lo distribución una hermosa actriz, aunque de todos modos se la distribución una de las enfermeras.

Recibe tras ello a un crítico al que le ha pedido que revise su Guion, diciéndole el hombre que lo ve incoherente, un grupo de situaciones que no forman un grupo, y aunque puede ser entretenido le falta inspiración poética y tiene todos los defectos de las películas vanguardistas, pero ninguna de sus características.

Allí encuentra a un amigo, Mario Mezzabotta con una muchacha que le muestra como Gloria Morin, a la que Guido toma por su hija, contándole él que es su prometida y que está aguardando la anulación de su matrimonio con Tina, presentándose como una admiradora de la obra del crítico, contándole que ha estudiado Filosofía y está mejorando su proposición.

Guido lee las notas del crítico donde le dice que las misteriosas visualizaciones de la joven en su crónica, son, de todos los símbolos, el peor.

Guido acude a la estación para aguardar al tren en que llegará Carla cargada de maletas y trajes de noche, recordándole él que allí no hay ocupaciones nocturnas, ya que la multitud va a reposar, explicándole que la instaló en otro hotel para no llamar la atención.

Después, y mientras comen, ella protesta de la carencia de ambición de su marido y de que siga con el mismo trabajo y con el mismo sueldo, necesitando de alguien que le dé un empujón, pidiéndole a Guido que le ayude a buscar un empleo.

Durante la noche, y ya en la habitación Guido le pide que ponga cara de fulana y que salga de la habitación cubierta solo con una sábana y simule haberse equivocado, aunque la llegada de la encargada del hotel frustra su representación.

Esa noche sueña con su madre y con su padre, preguntándole su padre al productor cómo va su hijo, haciéndole ver que no va bien, yendo él vestido de cura.

Su madre le besa entonces en la boca, transformándose tras ello en Luisa, su mujer.

Al día siguiente le esperan el productor que le apremia para comenzar a rodar cuanto antes, pidiendo que les envíe el Guion ya, ya que si no perderán a Claudia como actriz.

Le llevan a tres ancianos para un papel, aunque él los repudia porque no le parecen lo bastante viejos.

Durante la noche, mientras cena con el conjunto, mira que Carla cena sola, habiendo un óptimo número de ancianos bailando, y entre ellos el embajador Mezzabotta que baila con su jovencísima novia, contándole a Guido que tiene 30 años más que su novia, pero es feliz aunque ella esté con él solo por dinero, dado que no puede soliciar más, ya que la muchacha es joven, atractiva e capaz, contándole que la conoció en Londres, ya que era compañera de piso de su hija.

Ven también un espectáculo en el que hace aparición una telépata que consigue entender con los ojos cerrados qué cosas de los presentes coge su partenaire, adivinando también lo que opínan, pidiéndole más tarde Guido, que lo conoce del pasado que intente acertar qué piensa él, escribiéndolo la mujer en una pizarra: “Asa nisi masa”.

Guido se acuerda entonces de cuando era un niño y huía de su madre cuando esta quería agarrarlo para ponerlo en el baño de vino con los demás niños.

Después, y tras el baño, cuando todos los niños estaban en la cama su prima le dice que de superiores serán ricos, ya que lograrán encontrarán el tesoro escondido de un tío, cuyo cuadro está en la habitación, diciéndole que no debe olvidar las expresiones mágicas: “asa nisi masa”.

Madeleine, la actriz francesa trata de invitarlo a tomar algo con ella, aunque él asegura estar muy casado, aguardando además una llamada de su mujer.

Mientras espera la llamada la actriz le pide que la trate como una amiga, ya que solo así podrá llevar a cabo un óptimo papel.

Después, cuando lo llama, Luisa le pide que venga a buscarlo allí y que les diga a sus amigos que vayan también.

Va tras ello hasta el despacho de producción, donde están realizando los cálculos de producción, habiendo allí una cama que su ayudante comparte con dos chicas.

Al llegar a su habitación regresa a conocer a la joven de la fuente que le abre la cama, y que según el crítico era el símbolo de la pureza y la sinceridad, la cual en camisón se ríe y le asiste para acostarse, diciéndole que fué para poner orden y llevar a cabo limpieza.

Le despierta Carla al teléfono que le dice que piensa que el agua no le sentó bien y le pide que vaya a verla, ya que está mal, observando que de hecho tiene fiebre, contándole ella dice que le pasa comunmente, pero que se le pasa enseguida y él preocupado escoge que tienen que llamar a su marido y le echa en cara que bebiera tanta agua más allá de que no está enferma

Ingresa a comentar con él un cardenal, dado que Guido quiere una opinión cualificada sobre algunos puntos del personaje principal, que recibió una educación religiosa y tiene algunos inconvenientes de conciencia.

Antes del cardenal es recibido por otro espiritual que le dice que no puede combinar amor sagrado y profano.

Le recibe otro espiritual antes del cardenal, el cual al recibirlo llama su atención sobre el canto de un pájaro, aunque mientras todos parecen extasiados con el canto del pájaro, él se fija en una mujer entrada en carnes que avanza enseñando sus piernas, lo que le transporta a acordarse su niñez, cuando, tras escaparse con otros compañeros del colegio espiritual al que iba fueron a la playa, donde en un cuchitril vivía una mujer, la Saraghina, una mujer también entrada en carnes y con una enorme frontal, a la que le piden que baile la rumba para ellos en lugar de dinero.

La mujer se movía bailando sensualmente frente ellos que aplaudían contentos, bailando inclusive alguno con ella, hasta que, descubiertos por los curas los persiguieron, devolviéndolos al colegio donde lo castigan por su acción, diciéndole que debe avergonzarse, ya que lo que hace la Saraghina es un pecado mortal, observando cómo su madre no quiere abrazarlo asegurándole sentirse avergonzada, siendo tras ello llevado frente sus compañeros con un capuchón y un letrero a su espalda: “vergüenza”.

Le obligan a confesarse, y le preguntan si no sabía que Saraghina era la encarnación del diablo, asegurando él que no lo sabía antes de ser absuelto de sus errores, lo que no le impide volver a la playa intentando de verla otra vez, descubriéndola frente a la playa en una silla y quedándose a observarla.

El crítico que contrató le dice que sus recuerdos están bañados en la melancolia y que no es realmente crítico con la religión. Quiere criticar, pero termina siendo complaciente, como un cómplice.

Poco después el productor le dice, mientras van a los baños, que en su Guion refleja la confusión, pero debe llevarlo a cabo de manera más clara no siendo tan orgulloso como para despreciar a la multitud y decir que no le importa que no le entiendan.

Poco después consigue que le atienda el cardenal mientras este toma sus baños, aunque lo único que le dice es nadie es feliz fuera de la iglesia y que no hay salvación fuera de esta.

Después pasea por una feria donde ve subasta, la actuación de un faquir, música, etc., encontrándose allí a Luisa, su mujer, que le dice que fueron al hotel a buscarlo y no lo hallaron, y que fué con Rosella, Enrico y su hermana.

Los dos parecen muy contentos con el reencuentro y bailan, recordando ella que hacía más de un año que no bailaban juntos.

Los encuentra el productor que les pide a todos que vayan con él, llevándolos hasta el sitio donde están montando el adornado de la película. Un gigantesco armazón desde el que se lanzará la astronave en el punto culminante de la película.

Pero la alegría del acercamiento se ve haber cambiado súbitamente, y Luisa está bastante más seria, preguntándole Guido a Rosella por qué cambió de repente su humor, algo que también nota Enrico, que le pregunta a nuestra Luisa por qué está triste.

Entretanto el productor señala que se ha gastado 80 millones en esa construcción, contándoles el emprendimiento, que enseña que la tierra fué destruida por una guerra termonuclear y la raza humana busca refugio en otro planeta en una nave.

Guido le pregunta a Rosella qué piensa de él y dice que Luisa no habla bastante más allá de ser su mejor amiga, y dice que lo único que le gustaría es que él fuese diferente.

También le pregunta si Enrico no le hace la corte a Luisa, respondiendo Rosella que Enrico la escucha y es un óptimo amigo sin más.

Guido le cuenta que había soñado en llevar a cabo una película simple y sin mentiras útil para todos y que ayudara a enterrar las cosas muertas que transporta cada uno dentro y él es el primero que no se atreve a enterrar todo lo que tiene y se pregunta en qué punto s e equivocó.

Le pide tras ello a Rosella que le explique qué dicen los espíritus, diciéndole ella que le dicen: “Eres libre pero tienes que seleccionar próximamente”.

Durante la noche se hace el dormido antes de que llegue Luisa a la habitación y ve que esta trata de comentar con otra habitación, aunque no le contestan, bebiendo después y tomando una pastilla que le dice a él, que le pregunta al verla, que es un tranquilizante y que en ocasiones lo toma para reposar.

Tras ello Luisa rompe a reír y le dice que ella no podría aguantar el ridículo de serle infiel y el cansancio de tener que ocultarlo y mentir, algo tan fácil para él, quejándose Guido de que se dedique a escuchar los chimentos de los demás, diciéndole ella que hace años que no están en el mismo punto, preguntándole para qué la logró ir y qué espera de ella, volviéndose él para reposar y cortando así la discusión.

Al día siguiente, cuando Carla llega al hotel Guido trata de ocultarse tras su periódico, diciéndole Luisa que ya la vio la tarde previo cuando llegaron, pidiéndole que no vuelva a mentirle, aunque él regresa a llevarlo a cabo diciéndole que la termina de ver en ese instante por vez primera, frente lo que Luisa protesta de que dialogue como si dijera la realidad y de que mienta siempre a todo el planeta, diciendo que sabe que le resulta aburrida, preguntándole de qué habla con su apasionado, dando por seguro que le otorga asco que ella siempre esté en la mitad de su relación a lo largo de toda su historia.

En una exclusiva ensoñación ve cómo Luisa se aproxima a Carla y le dice que canta realmente bien y que hacía tiempo que deseaba conocerla y que es muy lindo.

En esta ensoñación un enorme número de mujeres esperan en una enorme mansión expectantes, la llegada de Guido entre la nieve, que transporta un obsequio para todas ellas, afirmando todas que es un tesoro, y también su cuñada, que jamás lo soportó, estando además en el grupo las actrices de su película, la Saraghina y también le llevaron a una negrita de Hawái como sorpresa para él, bailando la muchacha sensualmente para él.

Está también Rosella, que hace el papel de Pepito Grillo y que le dice que por fin consiguió su harén

Las mujeres le meten en el baño y están todas contentas diciendo que están realizando lo que siempre habían esperado, llevándolas entre todas a la cama, aunque una de ellas, Jacqueline protesta de que la hayan enviado al piso superior con las superiores, recordándole él que ese es el reglamento y que todas que hayan superado la edad límite tienen que subir, frente lo que se rebela la mayoría de ellas diciendo que no tienen la posibilidad de ser tratadas como limones que se tiran tras ser exprimidos, rebelándose contra su tiranía y quejándose de que es muy mal apasionado, ya que se queda dormido enseguida.

Para frenar la rebelión debe confrontar a ellas con el látigo, frente lo que Luisa dice que es un hombre increíble, consiguiendo al final controlar la rebelión, agradeciendo a Jacqueline los servicios prestados y diciéndole que fue la única virgen en su historia, permitiéndole que cante y baile una vez más para ellos antes de subir al piso superior.

Guido asegura que había ideado esa escena porque le parecía muy entretenida, habiendo ideado un alegato dirigido a todas las mujeres sentadas a su mesa donde les habría dicho que la alegría es poder decir la realidad sin dañar a nadie mientras Carla tocaba el arpa y Luisa dice mientras friega el suelo que antes no lo había comprendido, pero después de 20 años lo hizo y por el momento no le hace situaciones.

Muy enfadado por el retardo, el productor les cita en una salón de proyección para proyectar todas las pruebas llevadas a cabo y cerrar el casting.

Allí piensa y dice que Luisa debería haber tenido un poco más de paciencia aunque sabe que está cansada.

El crítico empieza a comentar de sus rimbombantes teorías, imaginándose Guido que le ponen una capucha y lo ahorcan en nuestra salón, ya que hay algunas actrices que si no cierran sus contratos las perderán, ya que tienen otras obligaciones.

La primera en manifestarse en pantalla realizando su prueba es Carla, con la misma ropa que tenía esa mañana, viéndolo Luisa.

A lo largo de las proyecciones Guido llega inclusive a dormirse.

Hay una actriz que representa el papel de su mujer y que manifiesta todos los reproches que le hace comunmente, comprendiendo Luisa que está contando su relación desde el criterio de él, frente lo que se marcha, siguiéndola él y preguntándole si le ha ofendido algo, para recordarle que es únicamente una película.

Ella le dice que no posee la insolencia de contarle sus cosas a todos como él para intentar creer al planeta que es espectacular, más allá de ser alguien que jamás dijo la realidad a quien ha vivido con él, diciéndole que le agradece que la hiciera ir al balneario, ya que le ha servido para tomar una decisión, mandándolo al infierno.

Se muestra entonces el gerente de Claudia, que le dice que está allí, marchándose Guido con ella, que dice estar muy contenta de trabajar con él.

Se van juntos en el fabuloso coche de ella, diciéndole Guido que siempre que la ve le late el corazón como un colegial, preguntándole si sería con la capacidad de romper con todo y comenzar desde el inicio, a eso que Claudia responde preguntándole si sería capaz él, diciéndole que no, porque es incapaz de abandonar nada y cambia cada día.

Le habla del personaje que está próximo de fallecer y toma las aguas donde hay una aparición, la mujer de la fuente que le otorga el agua que cura y que es su salvación y que será ella, diciendo ella que ese hombre que le detalla no otorga pena y que más allá de comprender a la mujer que puede salvarle la repudia porque no sabe amar, a eso que él replica que porque no quiere contar más mentiras.

Le dice tras ello que no habrá película y que el emprendimiento podría finalizar allí.

Se reúnen con ellos todos los que se habían quedado en la salón de proyección, diciéndole el productor que al día siguiente darán una rueda de prensa en la astronave para enseñar la película.

Y de hecho llevan a Guido contra su intención hasta el sitio de la rueda de prensa, donde el productor llevó además de comida y bebida, una orquesta, habiendo varios periodistas que tratan en vano de hallar alguna declaración.

Los periodistas le agobian, ya que todos preguntan a la vez, no diciendo nada, frente la risa de su mujer que dice que no posee nada que decir, pidiéndole el productor que diga algo, sea lo que sea.

Él comienza a preguntarse dónde está Claudia y Rosella y sus espíritus, apareciéndosele Luisa vestida de novia preguntándose qué debe llevar a cabo, y si debe ocultar, ya que él por el momento no será jamás el mismo de antes y le pregunta cuándo se casará con ella enserio, preguntándole él si es verdad que quiere separarse y le pregunta por qué le deja, diciendo ella que no tienen la posibilidad de continuar así.

Un colaborador le dice que le ha colocado una pistola en el bolsillo izquierdo y él se escabulle de la prensa abajo de la mesa sin llevar a cabo caso al productor, hasta sacar la pistola de su bolsillo, y, sin llevar a cabo caso de su madre a la que ve en la playa preguntándole qué va a llevar a cabo y porqué trata de escapar, disparándose sin escucharla.

De todos modos junto al adornado no están más que él y el productor adjuntado con los operarios a los que le dice que la película no va a hacerse y que tienen que desarmar todo el adornado en 2 días.

Lo espera el crítico que le felicita por su decisión, dando por seguro que ellos los intelectuales tienen que tener las ideas visibles no añadiendo más caos al caos, asegurándole que eliminar es preferible que hacer si no tienen idea qué están creando y que el productor está para perder dinero, y que para este será solo un fracaso económico, pero que para él como director podría ser el objetivo y que si es imposible tener todo la nada es la verídica perfección.

Y mientras escucha al crítico, sentado con él en el coche ve cómo se aproxima a él un hombre vestido de maestro de ceremonias que le dice que todo está listo, observando otra vez a la hermosa Claudia, adjuntado con las actrices de su película, sus padres, la Saraghina, Carla, el arzobispo, Luisa… todos ellos vestidos de blanco puro

Le dice el crítico que su tarea es evitar que vengan al planeta centenares de engendros, y que él intentó dejar una imagen personal pensando presuntuosamente que los demás podrían aprovecharse de los recuerdos de sus fallos y de las historias de la gente a las que no supo amar.

Guido de repente asegura sentir, mientras ve seguir vestidos de blanco a todos los individuos que pasaron por su historia, un resplandor pidiendo perdón a todas sus criaturas tras abarcar que solo debía aceptarlos y amarlos, diciéndole a Luisa que se siente liberado y que todo le se ve bueno, y que todo regresa a ser como antes, sintiéndose como es enserio y no como le gustaría ser, ya sin miedo, diciendo que la vida es una fiesta y le pide que la vivan juntos aceptándolo como es, diciendo ella que no sabe si lo que dice es verdad, aunque puede evaluar.

Una orquesta de payasos precede a todos esos individuos de blanco hasta el adornado mientras todas las luces se encienden, al anochecer, cogiendo él el megáfono para ponerse a dirigir a todos los individuos que bajan por las escaleras y estan destinados a la pista, ya cada uno con sus ropas comunes.

Carla le dice que por fin ha reconocido que no puede prescindir de ellos.

El director pide a todos que se cojan de la mano, cogiendo él a Luisa con la suya, e integrándose entre todos los demás individuos de su historia que siguen el ritmo de la orquesta.

Calificación: 3