Resumen del libro Fin de guardia

 

«Al inicio abría los ojos solo cuando estaba seguro de que no había nadie, y no los abría con continuidad. En esa habitación no había muy que ver. En algún instante no le quedaría más remedio que despertar del todo, pero aun entonces debían seguir convencidos de que únicamente pensaba, cuando de hecho pensaba cada día con más grande claridad. Si se enteraban, lo procesarían.
Brady no quería que lo llevaran a juicio.
No cuando quizás aún tuviera cosas que realizar.»

Todos suponen que están seguro de Brady Hartsfield. Todos menos Bill Hodges, el detective retirado que le capturó. El que fuera constructor de la masacre en una salón de recitales con resultado de ocho muertos y múltiples heridos graves transporta cinco años internado en la Unidad de Traumatismos Craneoencefálicos del Kiner Memorial con el diagnóstico desesperanzador de «estado vegetativo persistente». Todos los doctores que le trataron suponen que seguirá siendo un cuerpo con la cabeza dormida hasta el día de su muerte. Todos menos el doctor Babineau, que no tiene remordimiento alguno en vivir un nuevo fármaco con este ser monstruoso habitual como «el asesino del Mercedes».
La responsable de su estado es de todos métodos Holly Gibney, socia de Hodges en la agencia privada que mantienen. La aparentemente chica inofensiva no dudó en aplastarle el cráneo con un calcetín lleno de bolas de cojinete al asesino en masa más riesgoso en la actualidad, si con ello conseguía evadir una única catástrofe. La aptitud de realizar daño de Brady/Mr. Mercedes quedaba así desactivada. Sin embargo, una sucesión de coincidencias que relacionan nuevos accidentes escalofriantes señalan de forma inexplicable hacia Brady.
La aparición de Martine Stover y su madre muertas es el punto de partida de una única línea de investigación para Bill Hodges y Holly Gibney. Según todos los indicios, la madre molió un óptimo número de pastillas, echó el polvo en una botella de vodka y vertió el contenido de la botella en la sonda gástrica de Martine, para después quitarse ella misma también la vida. Se ve lógico pensar que la madre asesinó por compasión a su hija, que llevaba varios años tetrapléjica. Quizás estuviera deprimida, o decidiera por ámbas que la vida no merecía la pena ser vivida así. Pero quienes conocen a madre e hija saben bien que, en su caso, esto no tiene muy sentido.
Cualquier investigador al uso calificaría la situacion de asesinato mas suicidio y lo archivaría rápidamente. Pero los perspicaces Bill y Holly perciben algo que no acaba de cuadrar con esta teoría. No sabrían decir qué es con seguridad, aunque el sexto sentido que tiene esta pareja de detectives proclama a gritos que detrás de lo aparente hay algo más, algo que arrastra otra vez a Hodges hacia Brady, ese monstruoso «príncipe del suicidio» que después de tanto tiempo todavía es su maldita obsesión.
En «Fin de guardia» Stephen King declara que lo inexplicable nos ha acompañado en épocas anteriores y que seguirá haciéndolo en la de hoy. El maestro del terror del siglo XX lo es también del XXI, porque sabe que por muy que cambie la civilización el misterio y el mal son conceptos de los que el hombre jamás se podrá dividir. Los adelantos tecnológicos y científicos que acompañan a la novedosa era no sólo resultan inútiles para clarificar algunos conceptos oscuros y tenebrosos, sino que además tienen la aptitud de llevar a cabo sus propios fantasmas, seres capaces de aprovecharse de los vacíos que posibilita la sociedad y de valerse de utilidades modernas para lograr sus propósitos. Si a esta idea le añades una aceptable dosis de intriga sobrehumano, el cóctel tiene aroma de vanguardia con el gusto del más clásico Stephen King, susurrándote al oído: «Despierta, lector. Cuanto más avance la sociedad, más avanzará el mal».

Enviado por:
Annabel Lee

Curiosidades:

– «Fin de guardia» es el título que cierra la «Trilogía Bill Hodges«, interpretada por un detective privado que transporta este nombre. Esta trilogía, iniciada con «Mr. Mercedes«, seguida por «Quien pierde paga» y concluida con «Fin de guardia», tiene la característica de que con ella Stephen King se adentra en el género de la novela negra, algo que todavía no había hecho a lo largo de su prolífica carrera. No obstante, más allá de adoptar este género, no deja en ningún momento su sello personal ni el estilo que le caracteriza.Otros libros de este autor:

La Torre Oscura I. El pistolero

 

La milla verde

Christine

Misery

Carrie

Cell

El resplandor

La cúpula

It

22/11/63

 

El bazar de los pésimos sueños

 

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