David Herbert Richards Lawrence (1885-1930) fue un escritor inglés que más allá de su temprana muerte publicó un colosal número de proyectos. Sus proyectos acostumbran transmitir la temática de la industrialización y la modernización y sus consecuencias deshumanizadoras.
«Hijos y amantes» (1913) es la historia en tres actos de Gertrude Morel, una mujer que vive con su marido, al que no quiere, en la cuenca minera de Nottingham, donde tiene 4 hijos. Es una historia de relaciones, renuncias y luchas. La indispensable relación es la que se establece entre Gertrude y su tercer hijo, Paul; el resto de relaciones de Paul con otras mujeres observaremos que son circunstanciales y carentes de una consideración trascendental. Estamos hablando de un caso de exhibe de bildungsroman, o novela de adelanto de un personaje desde la niñez a la edad avanzada. Lawrence mezcla el realismo de las informaciónes (directas) del día a día de la familia, más que nada en la sección primera de la novela, con la poética descriptiva (entusiasta) de la naturaleza: las puestas de sol, las flores… La distingue de clases es otro de los temas tratados por el autor; además, es un tema que conoce de primera mano debido a que lo vivió en su propia familia. De hecho, la pareja personaje primordial de «Hijos y amantes» comparte alguna semejanza con lo que conocemos de sus propios padres (su padre, un minero que no sabía ni leer, y, su madre, una mujer de más grande cultura que de hecho ejerció como maestra). En la novela, Gertrude y su marido no edifican unas bases sólidas en su familia ya que ellos no sienten un amor verdadero el uno por el otro; ella se hace fuerte en la relación atrayendo el cariño de sus 4 hijos y educándolos en el odio hacia el padre.
Otras temáticas tratadas, de igual consideración que lo ya comentado son: la familia, el cariño, las mujeres y la femineidad, los hombres y la masculinidad, el arte y la civilización (Paul es un con pasión de la pintura; a través de ella descubrimos su faceta más sensible y romántica), la modernización e industrialización, el orgullo (Gertrude se siente de colosal forma orgullosa de la faceta artística de Paul), la esclavitud (por ejemplo, las minas de carbón simbolizan el trabajo forzado y el mísero salario que reportaba a los trabajadores), el complejo de Edipo, la naturaleza (a través del clima, por ejemplo cosas, se comunican los estados de ánimo de los personajes; refleja también un sentimiento de independencia y felicidad), alcoholismo, abandono…
Nos logramos hallar con numerosos individuos además de la familia Morel (Gertrude y Walter, el matrimonio, y los hijos: William, Annie, Paul y Arthur): Miriam, el primer amor de Paul; Clara, amiga de la previo y con la que Paul tiene una aventura apasionada; Baxter, el marido de Clara; Thomas Jordan el jefe de Paul en la fábrica; Beatrice, una amiga de la familia Morel…
Respecto a la narración de esta historia, nuestro constructor se sitúa como narrador omnisciente. En esta situación, además de abarcar todo lo que se relaciona con los individuos y las tramas, conoce todo lo que hay cerca de nuestra novela, debido a que, como he comentado, existen varios reflejos de la vida de Lawrence en esta obra. Como narrador juega un poco con los lectores: sus informaciónes de los individuos nos sitúan fácilmente del lado de unos y en oposición a otros; sin embargo, él se sitúa del lado de todos ellos, enseñando los porqués de cada conducta.
No estamos hablando de una novela rápida en ningún caso, más de seiscientas páginas avalan esta afirmación; sin embargo, sí estamos hablando de una colosal novela de sentimientos familiares reales salpicada del realismo de la época donde vivió el constructor, realismo comprendido a través de su propia experiencia familiar y personal. Enviado por:
Irene Muñoz Serrulla
Curiosidades:
– Adjuntamos el enlace a la página web de Irene Muñoz Serrulla, la autora de esta reseña:
http://www.ims-correcciondeestilos.es/Otros libros de este autor:
El con pasión de Lady Chatterley
Mujeres enamoradas
Olor a crisantemos
Tú me acariciaste y otros cuentos
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Retrato del artista adolescente
James Joyce
Las dos proyectos son buenos ejemplos de «bildungsroman», novelas de formación o estudio en los que se advierte una evolución del personaje personaje primordial a lo largo de sus páginas.
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