Resumen del libro «La autopista del sur»

La autopista del sur, es un libro escrito por Julio Cortázar, escrito en 1966 y que pertenece a su libro Todos los fuegos el fuego, sigue leyendo nuestro articulo para que sepas todo sobre el mismo.

 

Resumen de La autopista del sur

La autopista del sur  empieza con un atasco de tráfico en la carretera primordial de regreso a París desde el sur de Francia, un domingo por la tarde de verano. Parece ser una ocurrencia totalmente habitual puesto que los autos se ralentizan, se detienen y vuelven a empezar.

Los conductores y los usuarios miran con irritación sus relojes y empiezan a canjear comentarios con los de los automóviles vecinos. A medida que el tráfico avanza de a poco en movimientos cada vez más infrecuentes, el mismo grupo de automóviles permanece unido y sus ocupantes se habituan gradualmente.

Aunque escrito en tercera persona, la historia se enfoca en las vivencias y pensamientos de un ingeniero en un auto Peugeot 404.Circulan comentarios sobre la causa del embotellamiento: nadie tenía la duda de que se hubiera producido un incidente grave en la región, lo que podría ser la única explicación para un retardo tan increíble.

Y con eso, el gobierno, los impuestos, las condiciones del sendero, un tema tras otro, tres yardas, otro lugar común, cinco yardas, una cita sentenciosa o una maldición contenida. Los conductores están en sus automóviles o cerca de ellos, sofocados por el sol, aguardando que la policía disuelva el cuello de botella, impacientes por mudarse y llegar a París.

Los autos continúan continuando como un grupo y sus conductores conversan para pasar el tiempo, puesto que sufren «el rechazo de ir otra vez a neutral, frenar, frenar, parar, y lo mismo una y otra vez».

En el instante en que cae la noche, los nuevos comentarios traídos por «extraños» a su grupo parecen remotos e increíbles. El grupo comparte comida y bebida; subrepticiamente, hacen sus pretenciones con la carretera.

El tiempo empieza a difuminarse; «Había tan poco que lograr que las horas han comenzado a mezclarse, convirtiéndose en uno en la memoria».

Al día siguiente, avanzan unos pocos metros y continúan aguardando que el sendero próximamente esté despejado. Una vez más un extraño les trae novedades esperanzadoras, pero después descubren de que «el extraño se había aprovechado de la alegría del grupo para soliciar y conseguir una naranja», y se vuelven cautelosos y más conscientes de su cohesión como grupo.

Julio Cortázar también es el creador de El perseguidor, un libro que quizás desees comprender. en este vídeo te dejamos un comprendio de La Autopista del sur:

 

 

 

Análisis de La autopista del sur

Cuando empezamos la historia corta de Julio Cortázar, el creador de otra historia llamada Casa tomada,  en La autopista del sur los individuos están atrapados en el tráfico. El embotellamiento se ve uno ordinario, inclusive predecible. Y los individuos que conocemos reaccionan de forma predecible.

Revisan sus relojes, se mueven unos centímetros siempre que tienen la posibilidad, se cuentan historias contradictorias sobre lo que ha provocado el atasco y esperan a que la autoridad aclare las cosas. Y esto podría ser bastante si esto fuera un atasco de tráfico ordinario.

Pero mientras leemos, las horas se convierten en días y después, de alguna forma, las estaciones empiezan a cambiar y el tráfico se movió a no más de unos centenares de yardas. Los individuos forman grupos, formulan proyectos.

Dirigen su atención desde cómo escapar del embotellamiento hasta cómo lidiar con él. Sabemos que, para todos los propósitos prácticos, el grupo ha recibido las novedosas situaciones cuando empiezan a llevar a cabo el cariño y la desaparición. Esos son los marcadores en los que se han asentado, que creen que la situación llegó para quedarse.

Cortázar también creador de La noche boca arriba, en La autopista del sur cuando el tráfico empieza a desplazarse de nuevo. Hay mucha emoción y promesa y Julio hace un enorme trabajo: «aunque todavía no pudieras ir al tercer lugar, solo moviéndote así, en segundo lugar, sino moviéndote», barriéndonos a nosotros y a sus individuos en una ola que pone los motores en marcha , nos empuja hacia adelante en todo el sendero y nos hace olvidar todo lo demás.

Olvídate, oséa, por un instante. Para cuando los automovilistas entran en tercera, los carriles de tráfico se mueven a diferentes velocidades y el achicado grupo de ocho coches se ha separado para toda la vida.

El ingeniero a través de cuyos ojos conseguimos la historia se aferra resumidamente a la absurda promesa de que el grupo vuelva a formarse y después se resigna a ceder al ritmo, ajustarse mecánicamente a la agilidad de los autos y no reflexionar.

Análisis desde la psicología popular de La autopista del sur

La autopista del sur, redactada por Julio Cortázar el creador de Rayuela, habla tan poderosamente porque hablaba de cosas que se desmoronaban, y de los cambios que uno es con la capacidad de llevar a cabo. Esa situación básica está por todas partes en los escritos de Julio: sus historias, sus novelas, sus escritos políticos.

Al igual que los individuos de la historia, bastante gente están  en una situación cuya enormidad no posee precedentes, una crisis cuya gravedad se ve tan completa como para virar.

Al igual que los individuos de su crónica, las  primeras respuestas fueron tratar el bloqueo como un atasco común: comprobar los relojes, aguardar a los policías para lograr continuar con mi vida. En otras expresiones, la multitud se aferra ingenuamente y después quizás con obstinación y después con desesperación a viejos hábitos, impulsos y elementos inadecuados para mi cambio de situaciones.

Los individuos de la historia se parecen en la vida real cuando eligen por primera oportunidad a un líder de grupo para contribuir a coordinar las ocupaciones primordiales para la supervivencia hasta que la crisis desaparece.

Al igual que en la historia, solo el movimiento del tráfico podría revelar lo apegado que se regresa la  sensación de logro. La fácil revisión mecánica de cambiar el «tú» en el libro por «yo» tiene un asombroso efecto de revelar que la ventana que creía estar viendo era de todos modos un espejo.

Ahora en La autopista del sur dice más. Hasta en este momento, siempre que el tráfico en la historia empieza a desplazarse y el ingeniero salta en su automóvil y empieza a conducir, pensando en cómo él y la mujer de la que se enamoró a lo largo de el embotellamiento próximamente estarán realizando el cariño entre sábanas limpias en su apartamento en París; cada vez que leo esto, quiero gritarle: «¡Detente, detente!.

¿No ves que se encontraba dejando ir esos deseos e impulsos que hicieron que este hermoso amor estuviera utilizable para ti? ¿No ves que lo estás demoliendo? ? uno llega a sentirse mal por el ingeniero que se proporciona cuenta bastante tarde de que ha perdido esta cosa hermosa.

La verdad es que nada nos impide vivir nuestras vidas ordinarias como lo vivimos a lo largo de el embotellamiento. Y esta debería ser una verdad bienvenida porque la vida en un embotellamiento no es sostenible.

Para lograr que la vida ordinaria genere los efectos de una crisis, solo requerimos abrazar nuestra puerta de inseguridad, reconociendo que es exactamente en esos instantes en que se nos escapa nuestro fuerte sentido de identidad que entramos más totalmente en la corriente de la vida.

Otro libro de  este creador que quizás desees comprender es  Continuidad de los parques. Aquí te dejamos el audio de este libro de Julio Cortázar: