La llegada del verano

Un grupo de amigos compuesto por numerosos niños y niñas deciden en el pueblo ofrecer la bienvenida a la llegada del verano. Están muy contentos no solo porque piensa el objetivo de las clases, sino porque el verano piensa la llegada de varias cosas buenas y divertidas.
Por un lado, Laura, Victor y Ana deciden que se encargaran del adornado para la fiesta; además, Dulce, Manuel y Silvia se encargarán de la comida que pondrán en la fiesta para la merienda.
A Laura le gusta bastante que sus padres la ayuden con su adornado, así que les cuenta la iniciativa y les pregunta ué era el verano para ellos cuando eran pequeños. Papá y mamá se sienten realmente bien porque la pequeña les pregunte y le cuentan un montón de historias.
Laura se queda alucinada de la de cosas que vivían sus padres al llegar el verano. Un montón de aventuras divertidas, vacaciones en la playa, excursiones a cuevas que podían ser de piratas, caminar las olas encima de una tabla de surf, comidas hasta ver las estrellas con sus amigos durante la noche… Reuniones con los abuelos cerca de una hoguera, partidos de tenis en la playa… ¡Qué entretenido es el verano!
Para llevar a cabo la decoración Laura escoge capturar fotos a la naturaleza, a la playa, a las calles del pueblo. También saca imágenes antiguas que tiene en el hogar para colgarlas en unas cuerdas a la entrada de su fiesta.
Víctor decidió colorear un enorme sol con unas ceras particulares y sprays de colores. Será un sol tan guay que parecerá que es el real.
Ana, para el adornado, decidió llevar unos platos y vasos de colores que tiene mamá en el hogar y que acostumbran usar cuando llegan los cumpleaños. El color le recuerda a la alegría de las flores, así que quizá enfrente de cada vaso ponga una flor y así están colores y flores todo juntos. ¡Qué divertido!
Dulce, Manuel y Silvia deciden el menú entre todos. Organizan unas magdalenas con la receta de la abuela de Dulce y se lo pasaban en grand,e porque más allá de que se manchan toda la ropa, se cuentan chistes y se hacen bromas. Después la mamá de Silvia les contribuye a llevar a cabo unos sándwiches con diferentes rellenos y el papá de Manuel hace aparición con una empanada con una pinta espectacular.
Al día siguiente ya era viernes, último día de clase y día escogido para la enorme fiesta. Cuando juntan las cosas todos han quedado con la boca abierta. Era increíble, habían conseguido que el verano va a llegar súbitamente a todo el pueblo. El sol brillaba, las flores se dieron a conocer, las fotografías traían la playa a las calles y la alegría de los niños y los padres la calma del verano cuando eres un niño a la vivienda. Brindaron un enorme aplauso y eligieron gozar de la merienda y festejar que ¡el verano ya se encontraba aquí!

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