Resumen del libro Cándido o El Optimismo. Voltaire

 

Esta obra empieza en Westfalia, en el castillo del barón de Thunder – ten – tronck, donde habita Cándido, joven dotado de las más encañadoras características. El jóven recibía enseñanzas de Pangloss, preceptor del castillo, quien lo inicia en el estudio de la metafísica.
La hermana del barón tenía una hija, Cunegunda, moza de diecisiete años, gruesa, frescachona, coloradota y muy apetecible, de cuyos encantos Cándido no pudo liberarse.
Cierto día el barón los llama la atención en arrumacos cariñosos, lo cual hace su furia, y entonces, Cándido se ve lanzado de lo que para él significaba el paraíso terrenal.
Errante y sin rumbo, el frágil jóven se topa con dos búlgaros que lo invitan a comer y le ofrecen la gloria eterna. Por un mal comprendido, se ve enrolado en un regimiento de soldados donde sufre una sucesión de torturas que hacen peligrar su crónica. Sólo el rey de los búlgaros consigue liberarlo de aquel tormento, pero al poco tiempo se ve inmiscuido en una guerra que aseguran los búlgaros con el rey de los avaros.
Temblando, se escondió Cándido lo relevante que pudo durante la encarnizada matanza que se suscitó entre esos aguerridos combatientes. Usando un abandono de su oportuno salvador, Cándido huye hasta llegar a Holanda donde un anabaptista llamado Santiago, lo acoge en su casa y lo alimenta.
Allí, en unos paseos, el jóven encuentra a un hombre cubierto de pústulas, nariz roída, boca torcida dientes renegridos, comentar gangoso, que siempre que tosía con crueldad escupía un diente debido al esfuerzo.
RESUMEN CANDIDO – VoltaireGrande fue la sorpresa de Cándido al comprender que aquel monstruo, no era otro que su amado Pangloss, quien le hace comprender que Cunegunda ha muerto.
Al ser requerido por su discípulo sobre la causa que lo ha conducido a aquel estado lamentable en que está, Pangloss confiesa que fue Paquita, una interesante criada del castillo con la que tuvo relaciones, quien le pasó aquella patología contagiosa que lo aqueja.
Con la asistencia de Santiago , Pangloss consigue curarse, pero aun así, pierde un ojo y una oreja.
El anabaptista lo nombra su tenedor de libros, puesto que, el filósofo sabía escribir y era un colosal matemático.
Dos meses después, debiendo Santiago seguir a Lisboa para asuntos comerciales, se transporta consigo a los dos filósofos. El barco en que viajan es azotado por una fuerte tormenta que crea horribles angustias entre los pasajes.
La nave naufraga y todos perecen ahogados a excepción de Pangloss y Cándido que logran llegar a la orilla asidos a una tabla. Una vez recuperados, marcharon presurosos hacia Lisboa.
Apenas llegaron a esta, y después de llorar la desaparición del anabaptista Santiago, sintieron temblar la tierra bajo sus pies¨ un terremoto sacudió la ciudad ocasionando graves daños.
Reunido con varios comensales, sobrevivientes de la catástrofe Pangloss los consuela diciéndoles que no hay mundo más particular que aquél en que habitan, y que las cosas suceden porque tienen que ocurrir, y entonces todo es particular.
Un sacerdote ahí presente, integrante de la Inquisición, discute con el filósofo a quien acusa de estar negando que aquel sismo es producto a través de Dios, en castigo por el pecado original. En un acto de fe que se proporciona al pueblo para omitir la ruina total de la región, Pangloss es ahorcado, mientras su discípulo, impunemente, es azotado.
Una vieja iconomaníaca, libera al jóven y se lo transporta a su casa. Con sorpresa Cándido está allí con Cunegunda. Esta le cuenta que después de ser violada por un colosal búlgaro de seis pies de altura, fue socorrida por un Capitán que la tomó como prisionera de guerra. Tres meses después, habiendo perdido todo su dinero y agotado de ella, éste la vendió a un judío llamado Isaac, banquero de la corte y muy rico.
Cierto día un Inquisidor quedó prendado de la hermosura de Cunegunda, por lo cual solicitó a Isaac que se la cediera. Este se negó, pero al verse amenazado con un auto de fe, accedió a una curiosa proposición: los lunes, miércoles y sábado, el judío sería el amo, y el Inquisidor los demás días de la semana.
Después de contar su crónica, la vieja dióles de comer, puesto que, se hallaban muy hambrientos. Allí los encontró Isaac quien comenzó a insultar a Cunegunda, se produce una gresca entre los dos hombres muriendo el judío.
Antes de que tengan la oportunidad de huír rumbo a Cádiz, hace aparición el Inquisidor, quien también sucumbe a manos de Cándido. Mientras ellos se alejaban, la Santa Hermandad llegó a la vivienda dejada, enteró al Inquisidor en una iglesia y arrojó al judío a un muladar. Sendero a Cádiz, un fraile franciscano roba a Cunegunda su dinero y unos diamantes que tenía.
En Cádiz, después de muchas penurias, se embarcan rumbo al Paraguay, país en el que los jesuitas se habían sublevado contra los reyes de España y Portugal. En la mitad de una travesía, la vieja cuenta los avatares sufridos desde su adolescencia, penurias muy semejantes a las que viene sufriendo la pobre Cunegunda.
Haciendo escala en Buenos Aires, donde el gobernador de esa ciudad se conquista de Cunegunda, Cándido se ve precisado a huír, puesto que, corrió la voz de que iba a desembarcar un alcaide que los venía persiguiendo. Cunegunda y la vieja quedanse en la ciudad mientras Cándido y Cacambo, su asistencia de cámara que había traído de Cádiz, parten rumbo al Paraguay.
Aquí Candido está con una jesuita, que resulta ser el hijo de barón de Thunder – ten – trock quien tiene el… [continua]

Leer Texto Completo

¿Te sirvió este archivo?

(50%) SI    NO (50%)

(adsbyGoogle = window.adsbyGoogle || []).push({});
Compartir este resumen:

O bien, copie y pegue el siguiente código en su portal web, blog o foro:
<a href=”http://www.resumenes10.com/candido-o-el-optimismo-voltaire.html” target=”_blank”>Resúmenes Cándido o El Optimismo. Voltaire</a>