Resumen del libro “Sobre héroes y tumbas”

Sobre héroes y tumbas

Conoce a través de nuestro articulo la Novela:  Sobre héroes y tumbas, redactada por Ernesto Sabato, un escritor de origen argentino que fue editada en 1961 en la localidad de Buenos Aires y de allí fué un icono de la literatura mundial.

Ernesto Roque Sábato, (nacido el 24 de junio de 1911 en Rojas, Argentina, fallecido el 30 de abril de 2011 en Buenos Aires), novelista, periodista y ensayista argentino, cuyas novelas resaltan por su preocupación por cuestiones filosóficas y psicológicas y cuyos estudios políticos y sociales fueron de colosal forma predominantes en Argentina en la segunda mitad del siglo XX.

Educado como físico y matemático, Sábato asistió a la Facultad Nacional de La Plata (1929-36), donde recibió un doctorado en física en 1937. Realizó trabajos de postdoctorado en el Laboratorio Curie en París en 1938 y el Instituto de Tecnología de Massachusetts en 1939 y regresó a la Argentina en 1940.

De 1940 a 1945 enseñó física teórica en la Facultad Nacional de La Plata y en un colegio de maestros en Buenos Aires. Comenzó a ayudar a la sección literaria de La Nación, uno de los más atrayentes periódicos argentinos, artículos que expresaban su oposición al gobierno de Juan Domingo Perón, y como resultado fue removido de sus puestos docentes en 1945.

Uno y el universo (1945), una serie de aforismos, afirmaciones y visualizaciones personales de Sábato sobre diversos asuntos filosóficos, sociales y políticos, fue su primer éxito literario. La novela El túnel (1948) ganó el anuncio nacional e en todo el mundo de Sábato. El personaje considerable de la novela es un antihéroe existencial típico que no puede estar comunicado con nadie.

Enfrentado con lo absurdo de la condición humana, se quita de la sociedad. Sábato más adelante publicó proyectos de no ficción como Hombres y engranajes (1951), que examina el mito del avance y la utilización de la tecnología de las máquinas como modelo de las producciones sociales.

Heterodoxia (1953), debe ver con los inconvenientes de la civilización actualizada y lo que Sábato vio como una pérdida concomitante de fundamentos morales y  anteriores.

Después de la caída de Perón en 1955, Sábato publicó El otro rostro del  peronismo (1956, «La otra cara del peronismo»), que es un intento de estudiar las causas históricas y políticas de la crueldad y el descontento del régimen de Juan Domingo Perón. El ensayo «El caso Sábato» (1956) es un llamado a la reconciliación de las fuerzas peronistas y antiperonistas.

Su segunda novela, Sobre héroes y tumbas, es un estudio psicológico penetrante del hombre, entretejido con ideas filosóficas y visualizaciones antes tratadas en sus ensayos.

La novela Abaddón el exterminador, (1974, corregida y revisada, 1978; tiene dentro las declaraciones irónicas sobre literatura, arte, filosofía y los excesos del racionalismo que caracterizan su trabajo.

Sábato en 1984 recibió el Premio Cervantes, el premio más respetado de la literatura hispana. El premio siguió a la publicación en España del «Informe Sábato» (1984; Nunca más), una investigación sobre violaciones de derechos humanos en Argentina, de la cual Sábato fue el constructor importante.

El archivo fue considerable para asistir al enjuiciamiento de los líderes militares causantes de los homicidos de unos 10.000 a 30.000 ciudadanos a lo largo de la Guerra Sucia del país (1976-83). En 2000, en su cumpleaños  89, Sábato lanzó un nuevo trabajo, una reflexión sobre la cultura occidental titulada La resistencia, en Internet antes de su publicación impresa.

Resumen de Sobre héroes y tumbas

Martín Castillo, de diecinueve años, es un chico de Buenos Aires que intenta hallar su sendero en la vida. Conoce y se conquista de Alejandra Vidal Olmos, quien con su padre Fernando representa a la «vieja época», poscolonial y autóctona Argentina, que se ve mutando en la mitad de un «nuevo» mundo extraño e inquietante. La novela da un retrato evocador de la región de Buenos Aires y su gente.

Resumen por capítulos de Sobre héroes y tumbas

Sobre héroes y tumbas, es una novela de 1961, un libro caótico y surrealista escrito por Ernesto Sábato ambientada en Buenos Aires, que empieza con una nota de un periódico local que habla de las oportunidades sospechosas en las que una niña asesinó a su padre y después se suicidó  prendiendo la vivienda con fuego.

La historia tiene en su centro el desafortunado romance entre Alejandra Vidal, una mujer joven, hermosa pero emocionalmente desequilibrado, última heredera de una decadente familia argentina, y de Martín del Castillo, el joven tímido y sin lugar de vida que la ve como la única razón para continuar viviendo.

Este cuento, narrado como una conversación entre Martín y su amigo Bruno años después del suicidio de Alejandra, sirve como telón de fondo para un examen oscuro de la naturaleza de la promesa y la inutilidad del contacto humano, completa con trasfondos freudianos, alegorías mitológicas y algunos análisis serios sobre la nacionalidad de Argentina.

El tercer capítulo, llamado «Informe sobre el ciego» en oportunidades se anunció como un libro totalmente separado. Esta sección, narrada por Fernando Vidal, padre de Alejandra y transigente esquizofrénico , un magnífico bastardo, rompe con el realismo y la línea narrativa del resto del libro al interrumpir la historia con una descripción caótica y existencialista de la misión delirante de Fernando.

Él piensa que la multitud ciegas son en misterio una secta de criaturas no completamente humanas que gestionan todo y todos. Solo él puede detenerlos, quizás no terminantemente, pero es su destino intentarlo. La misión de Fernando es infiltrarse en esta dañina asociación que tiene poderes misterios e ilimitados.

En el progreso, por otro lado, nos comunica sobre la evolución de su disparidad y psicopatía, colocado colocado adjuntado con sus puntos de vista ultra-nihilistas sobre la verdad y algunos pequeños datos que dan el verdadero oscuro misterio detrás de la trama.

A contemplar, que Fernando y Alejandra tuvieron una relación incestuosa antes de que su relación con Martín la hiciera precipitarse a la disparidad, al matar a su padre y después suicidarse.

Ah, y en oportunidades, entre los argumentos, hay una narración histórica de la huida de las fuerzas del General Lavalle de los soldados traidores de Oribe, en la guerra civil argentina. La patada de esta historia es que Lavalle, el heroico comandante, muere a medio sendero, pero sus tropas mantienen el vuelo a través del desierto.

Decidió no dejar que el enemigo tomara la cabeza del héroe y la plantara en una lanza. Este es el segundo libro de la trilogía de Ernesto Sábato, precedido por la novela existencialista El Túnel.

El tercer movimiento o tercera parte del libro, disonante y turbulento, es el » Estudio sobre el ciego », la llamada novela dentro de una novela redactada por el paranoico Fernando, un hombre que se entretuvo de niño al atrapar gorriones y pinchar agujas, en sus ojos y que en este exacto momento está buscado por un miedo loco a una conspiración de ciegos.

Comunican que este pedazo de fantasía es el tributo de Sábato al surrealismo, que le enseñó a ser un joven científico atribulado en París, que el realismo es realismo debe abrazar lo irracional, y es percibido por varios a nivel mundial como su más brillante e imaginativo, algunos dicen excesivamente, logro.

Hay una cópula muy destacable en el desenlace del estudio, no muy distinta de la guerra de los magos en La espada en la piedra de Disney, pero en la mayoría de las ocasiones esta parte tediosamente obsesiva sufre de una falta, no de un exceso, de imaginación.

Tampoco resulta en Sobre héroes y tumbas una catástrofe, puesto que en la sección final – de tono melancólico, contemplativo, purgado de las violentas contradicciones de Alejandra – Martin es rescatada del período inexorable de sótano por lo cual Sabato llama su » metafísica de la esperanza».

El argumento de que el mismo hecho que el hombre espera y quiere es una clase de prueba de un Método Oculto de la Existencia  y también, sí, de la Inmortalidad del Alma.

Martin escoge la vida por arriba de la desaparición, puesto que, si se le otorga la posibilidad, escoge la risa, entre otras cosas cosas cosas, o se deleita con la angustia, y se une a un camionero que conduce hacia el sur, hacia la fría y limpia Patagonia.

Características de la novela Sobre héroes y tumbas

Este trabajo, lleno de imágenes con mucha oscuridad y de contenido emocional, esta establecida como un colosal libro literario de Sabato, y la parte del mismo denominada Informe sobre ciegos, sobre la distorsionada obsesión y miedo de Fernando por los ciegos, es una inquietante, contribución de pesadilla a la literatura latinoamericana.

Entremezclada con el texto de la novela, como un comentario casi surrealista sobre ella, está la narración en cursiva de la huida, muerte y posterior odisea de Juan Lavalle, un clásico sujeto argentino.

John Malkovich, actor y director estadounidense,  intentó de adquirir  los derechos de la película para esta novela.  El grupo sueco de death metal melódico At the Gates en su canción  At War with Reality tiene letras fundamentadas en este libro. Su introducción es una cita de este libro.

Han transcurrido 40 años desde la aparición de las ingeniosas Ficciones de Jorge Luis Borges y el masivo tour de force en versión beta de Miguel Ángel Asturias, El Señor Presidente, recurrente por su influyente inicio de » realismo mágico ».

Argumento de sobre héroes y tumbas

«No doy nada a cambio». Así es como empieza el libro: con un análisis de la policía en relación a la catástrofe citada y el posterior hallazgo del atrayente archivo de Fernando, Estudio sobre los ciegos,  lo que  nos comunica se presta a algunas interpretaciones que arrojan luz sobre el delito y hacen que la hipótesis de un acto de disparidad sea menos elogiable que otra explicación más siniestra, más oscura.

Este es un esfuerzo en la catástrofe clásica. La explicación más siniestra, más oscura, más allá de que jamás se cuenta en voz alta, es el incesto. Alejandra, la última en la línea de una decadente pero una vez noble familia argentina, es la hija bastarda de Fernando y Georgina, primos hermanos que nacieron juntos cuando eran niños.

Fernando, según Bruno, sostuvo a Georgina, y más tarde Alejandra (a quien ha podido haber violado ya cuando era niña), bajo el dominio de sus poderes demoníacos. Georgina tiene un parecido asombroso con la madre de Fernando, por  quien sintió una pasión enfermiza e histérica ​​(en cuanto a su padre, lo odiaba tanto que trató de envenenarlo), y la cara de Alejandra era la réplica precisa de la de Georgina.

Bruno, también alienado de sus padres, también estuvo enamorado en un instante u otro con estas tres mujeres, aunque algo más espiritualmente, algo así como El extraño caso del doctor Jekyll y el Señor Hyde.

Una vez, cuando la madre de Fernando, la única aproximación a una madre de carne y hueso le dio a Bruno un beso materno, Fernando intentó matarlo con un cortaplumas.

El cariño no correspondido de Bruno por la caída y en este exacto momento ausente Georgina se ve ser el único amor serio de su crónica reclusiva, en tanto que Fernando, el padre de su pobreza, ha continuado abriéndose paso con las mujeres como una autoproclamada sensualista y sádica.

A Sabato le agrada citar la cita de Flaubert, en  Madame Bovary, «c’est moi», como una clase de inicio de trabajo, pero es precisamente el «moi», no Madame Bovary lo que más le atrae.

El arte, dice Bruno, cerca del final del libro, es el autorretrato, la confesión, un mensaje patético desde lo más profundo de nuestro ser, la creación de un «ser solitario, atormentado, ansioso por comunicarse», sus ansiedades más profundas y más dolorosas.

Es esta autoabsorción lo que hace difícil comentar de los libros de Sábato sin comentar del hombre, pero en el desenlace también es lo que le otorga fuerza y ​​unidad a su trabajo. Por lo que nos queda, en la conjunción de ficción, ensayos, entrevistas y biografía, está el hombre mismo: su crónica excéntrica pero ejemplar.

Sea lo que sea que le falte en el juego imaginativo o en la singularidad del pensamiento, «Sobre héroes y tumbas», con sus autoexploraciones apasionadas y su «obsesión fanática» por comunicarlas, seguirá siendo un apreciado testimonio de esa vida.

Análisis de Sobre héroes y tumbas

A lo largo de el colosal florecimiento de la ficción hispanoamericana que siguió, culminó con el recurrente » Boom » de la década de 1960 que ingresó al planeta a Gabriel García Márquez, constructor de Cien años de soledad,  Carlos Fuentes constructor de El espejo enterrado y  Julio Cortázar.

Nos hemos familiarizados a eso que se ve una voz recurrente, una voz osado, exuberante, erudita pero terrenal, prolífica, radicalmente anti-tiránica (por lo tanto, recurrentemente gótica en su imaginería de tiranía), mitópice, en la mayoría de las oportunidades cómica, de hecho cuando oscuramente, y la mayoria de las oportunidades increíblemente inventivo.

Ernesto Sabato no es un nombre en la mayoría de las oportunidades asociado con este fenómeno. Sin embargo, Sabato, compatriota argentino de Borges y Cortázar quien escribio Rayuela, es un novelista y ensayista cuya distinguida carrera literaria también se remonta a hace más 40 años.

Su primera colección de ensayos y aforismos, »Uno mismo y el Universo», se publicó pocos meses después de »Ficciones», de Borges, y su primera novela, »El Túnel», apareció en 1948.

Impulsado por Albert Camus y Thomas Mann y extensamente traducido, »El Tunel» es la corto, obsesiva, en oportunidades delirante confesión de un asesino convicto. Aunque Sabato fué un ensayista con pasión y voluble durante las décadas intermedias, fué menos prolífico como novelista.

Sobre héroes y tumbas, es su segunda novela y solo hay otra, Abaddon, el exterminador, que salió en 1974 y después ganó el respetado premio francés «Prix du Meilleur Livre Etranger».

Por otro lado, más allá de su reputación, Sabato se distingue de la mayoría de los escritores del Boom, y por una aceptable razón. No solo no participa en su voz recurrente, sino que está en guerra con ella.

Él llama a esa escritura ficción gratis, superficial y superficial, un único pasatiempo de la torre de marfil. No tiene ningún interés en el virtuosismo técnico por sí mismo y se niega a preocuparse por la belleza  de su prosa.

No es asombroso que su compatriota Borges sea su propósito especial. Aunque facilita a regañadientes a Borges  constructor de Las ruinas circulares, como poeta, se enfurece con su prosa. Incluso se las arregla para tener dos de sus individuos en «Sobre héroes y tumbas» están con Borges en la calle de Buenos Aires, y después de una juguetona caricatura de sus «tics payasos», su cara parecía ser esbozado y después medio eliminado con un borrador.

Y su aire de modesta ironía, una mezcla de arrogancia secreta y aparente desconfianza, se van y atacan los escritos de Borges, que se califica de cobardes, blasfemo, prominente, pueril, carente de sensibilidad, generosidad y excelencia, y fabricado con bromas pseudofilosóficas’ para no ser tolerado en ningún hombre decente y honorable.

Lo que Sabato quiere es una literatura desnuda y profunda, construída con sangre, relacionada con temas metafísicos universales y oportunidades existenciales extremas de soledad y muerte. Aprehensión del todo, cosmovisiones  que salvarán el alma.

Su colosal modelo es Dostoievski,  escritor de Delito y Castigo, un escritor torturado para quien el estilo es menos considerable que la realidad y que no tuvo miedo de batallar el inconveniente del bien y del mal. Los escritores son instructores, profetas, santos, mártires. o no son nada.

 

Así, uno de los «héroes» del título de este libro, como uno podría dudar, es nuestro constructor. Tal vez, en cierto sentido, el único.

Esa catástrofe por decirlo, es el modo  elegido de Sabato lo cual no es asombroso. Él no es, como ya debe ser aparente, un escritor de cómics o de ficción, asi sea por temperamento o aptitud. El mundo para Ernesto Sabato no es un espacio entretenido, ni lo fué en algún momento.

Era el décimo de 11 hijos en una familia de inmigrantes rurales, un niño introvertido y angustiado que sufría de horribles pesadillas y alucinaciones. Como ha dicho un biógrafo amistoso, cuando era niño, Sabato no sabía cómo jugar. De hecho, el juego se ve ofenderlo.

Tenía una relación intensa pero en parte destacable sin expresiones con su madre autoritaria a la que en este exacto momento llama «patológica». Dos oportunidades, por su propia cuenta, trató de estrangular al hermanito que lo siguió inesperadamente y le quitó las atenciones de su madre, y después tuvo que padecer la culpa de eso.

Señala su propia vida en términos no de sus bienestares, sino de sus crisis psicológicas, morales y metafísicas, a las que se ve haberse enfrentado sin concesiones, pero sin muy sentido del humor.

Conoce lo que dice Ernesto Sabato de su novela Sobre héroes y tumbas:

Personajes de Sobre héroes y tumbas

Hay 4 individuos primordiales en  Sobre héroes y tumbas (también 4 partes o movimientos, puesto que el libro tiene un diseño sinfónico o sonata clásico): La heroína Alejandra, un joven enamorado de ella llamado Martín, su padre loco Fernando y un amigo de los tres llamado Bruno. Y los tres hombres (con Alejandra como el secreto en el centro) representan, de manera transparente y consciente, diferentes puntos del propio Sabato.

Bruno, cuya historia de vida es muy semejante a la de Sabato, es el gerente de la mayoría de los sentimientos ensayísticos del constructor más que nada desde la metafísica hasta el tango, en tanto que Martin, que acude al viejo Bruno en busca de consuelo y consejo, está preocupado por varios de los de corazón puro, inquietudes e ilusiones que su propia vida se muestra en  dos terribles eras.

Fernando, por último, representa la peor parte, el lado nocturno. Fernando de hecho comparte la fecha de nacimiento del constructor, y así, como Sabato, habría celebrado su cumpleaños ese verano si Alejandra, lastimosamente, en la noche del 24 de junio de 1955, hubiera disparado a su padre y después se hubiera encerrado con su cadáver y prendido fuego al lugar.

Y por último, Martin también está atrapado en la red edípica, el hijo de un padre débil y una madre de alcantarillas que intentó abortarlo y siempre le ha dicho con desdén que lamentaba no haber tenido éxito, lo que indudablemente halla impresionado. en su cara de padecimiento, la señal de reconocimiento que atrae a Alejandra tan misteriosamente hacia él en las páginas iniciales y pone el libro en movimiento.

Frases de Sobre héroes y tumbas

No es que las explicaciones de área sean primordiales. la causa se adentra en la catástrofe. Se llama destino. Como dice Bruno, al admitir la sabiduría de Fernando en este aspecto (Martin y Alejandra están de acuerdo), «no existe la a la suerte, solo los actos del destino.

Uno encuentra solo lo que está intentando encontrar, y lo que uno busca es lo que de alguna forma está escondido en las profundidades más profundas y oscuras de nuestro corazón «.

Las cosas suceden en catástrofe porque tienen que, quizás a través de una «conjunción conveniente de estrellas, más recurrentemente a través de las conjunciones dañinos de los padres».

Los sueños son recurrentemente proféticos. Los eventos en el planeta exterior reflejan los eventos en el planeta de adentro. Telepatía es viable. Todo es portentoso y, no porque sea ficción, sino porque, por el opuesto, así es como trabaja el universo, todo es simbólico.

«Fue un colosal esfuerzo para mí estudiar a reír», confiesa su heroína Alejandra, aunque todos sus individuos podrían decir lo mismo, «pero jamás me río por dentro».

Temas que se tratan en Sobre héroes y tumbas

Esta novela tiene inmersas las siguientes temas primeramente, una Conspiración vieja, en donde Fernando piensa que la multitud ciegas forman parte a una.

Ascendencia a un chato superior de vida: Lavalle, después de fallecer de forma poco increíble y tener su cuerpo desacrado por sus populares cercanos, hace aparición cerca del final, en la imaginación de un indio pobre, como una figura más grande que la vida que cabalga gloriosamente por el sendero a Jujuy, el azul de los cielos y la bandera argentina.

Gran familia destrozada: a través de la relación de Alejandra con su padre, y de este con su madre, sus obsesiones y locuras.Aunado a ello está la relación incestuosa de Goergina y Fernando  (Primos) y después de este con Alejandra (su hija). Toda la familia de Alejandra está totalmente loca. Uno de ellos mantiene la cabeza de su abuelo en su habitación (que jamás se va).

Continuidad con el libro previo: Fernando cuenta los eventos en El Tunel, la novela previo de Sábato, y relaciona la historia con su teoría de que la multitud ciegas son malvadas.

Problemas de niños: Martin quizás, pero tiene argumentos más que suficientes para ser uno. Esta razón varía desde lo común (su padre era distante y decepcionante, es muy tímido) hasta lo exactamente traumático: su madre le dice de forma directa que es una desgracia para ella y que intentó repetidamente abortarse a sí misma. Tener a Alejandra como una clase de novia y no tener trabajo o casa sin lugar a dudas tampoco ayude.

Infancia terrible: Fernando solía atrapar los ojos de los pájaros cuando era pequeño, solo por las patadas.

El miedo a los ojos: Fernando en uno de sus delirios en el Estudio de los ciegos, habla sobre que tiene gigantescos pterodáctilos, buitres, murciélagos que perforan sus ojos y los atrapa a los dos mientras está atrapado en el barro impotente.

Inserción de individuos reales: Jorge Luis Borges aparece caminando en las calles y es recibido por Martin y Bruno, dando la posibilidad a Sábato de hallar que un personaje exprese su crítica sobre sus escritos. Cabe poner énfasis que Borges en su vejez se encontraba ciego.

Purificación: Alejandra piensa que el fuego purifica. Ella quiere purificarse a sí misma. por eso ella asesina a su padre y después se suicida quemando su casa con ella adentro.