Marcelo Brito
Es un relato de Camilo José Cela comunicado en 1941.
Resumen
Marcelo Brito es un mulato portugués al que se le acusa de un delito. Cuando rehace su crónica, el fatalismo vuelve a cernirse con él. El tremendismo celiano se ve verdaderamente bien ejemplificado en este cuento.
Personajes
Marcelo Brito: Personaje primordial del relato. Es un mulato portugués que se expone como una bestia enternecida. Acaba en la cárcel porque se le acusa de matar a su mujer a hachazos. Su paciencia se la transporta una réplica de la Santa María dentro de una botellita de cristal. Se casa por segunda vez por temor a la soledad.
Doña Justina: Suegra de Marcelo. Es una mujer increíblemente perversa.
Marta: La primera mujer de Marcelo. Era joven cuando murió, tenía 23 años. Su muerte fue un hecho trágico porque fue con un hacha.
Dolores: La segunda mujer de Marcelo. Es viuda, como él, y la desgracia ya se ha cernido sobre ella varias oportunidades, dado que su único hijo murió con 4 años atropellado por un tren.
Marcelo: Es el hijo de Marcelo, que recibe su mismo nombre, y Dolores. Un niño simpático y juguetón.
Resumen más extenso
En el pueblo no se habla de otra cosa: Marcelo Brito, el mulato portugués que trabajaba de soplador de vidrio, acaba de huír del presidio. Se le acusó de matar a su mujer Marta, una muchacha de 23 años, a hachazos. Mientras estuvo en la cárcel, se enfocó en meter toda su íra e impotencia dentro de una botella con fachada de réplica de la carabela Santa María, con sus jarcias, obenques y foques. Aunque Marcelo se derrumbaba en oportunidades en la cárcel, esto se debía no a su sentimiento de compromiso, sino a la añoranza de no tener a Marta con él.
Doña Justina, la suegra de Marcelo, confiesa en el último momento que fue ella la que asesinó a su hija, aunque no recomienda ningún fundamento exactamente. A través de la nota exculpatoria, Marcelo sale de prisión e intenta rehacer su crónica. Empujado por la soledad, empieza a salir con otra chica del pueblo, una tal Dolores, que también es viuda y ha experimentado el mal de perder a un niño (pues su único hijo fue arrollado por un tren que no avisó de su paso). Marcelo, antes de casarse con Dolores, se asegura de que su suegra sea pacífica y no le dé ningún disgusto como el de Doña Justina. Al darle el visto bueno, contrae matrimonio con Dolores.
Al poco tiempo nace el primer hijo de la pareja: un niño robusto y sano al que llaman Marcelo, como el padre. La familia no puede estar más contenta. Los dos tienen trabajo, así que no van apurados de dinero y por las tardes tienen la oportunidad de salir a pasear. Una de sus ocupaciones preferidas es realizar un picnic cerca del río mientras cantan fados con la guitarra o juegan a la brisca. Marcelo hijo va creciendo y se transforma en un muchachito vivaz al que le gusta jugar.
Además, un día la desgracia vuelve a la vida de la pareja. El niño tropieza, se cae, se marea o lo que sea: la situacion es que acaba ahogándose en el río y solo encuentran su cuerpo porque fué a parar a las rejas de un molino, con una gallina que se estaba descomponiendo.