La familia White se reunió en la perfección nevada de Aspen para festejar la boda relámpago de Rosie, la hija más joven, que se casaba el día de Nochebuena. Los primeros en llegar fueron Maggie y Nick, los progenitores de la novia. El matrimonio de su hija era un jalón que estaban resueltos a festejar con entusiasmo, mas ocultaban un enorme secreto: estaban a puntito de separarse. Después de haber vivido separados a lo largo de 6 meses, lo que menos precisaban era verse atrapados juntos en un marco invernal inigualable y también irreprimiblemente romántico.
Katie, la hermana mayor de Rosie, también temía esa boda. Le preocupaba que su cariñosa y también impetuosa hermana cometiese un fallo y estaba resuelta a salvar a Rosie de sí. Si lograba que el apuesto padrino dejase de insmiscuirse en sus planes, claro.
Rosie, la novia, amaba a su prometido, mas comenzaba a tener serias dudas. Si bien, si ya se había apartado toda la familia, ¿de qué forma les iba a decir que no estaba segura? Con el enorme día acercándose y los sentimientos a flor de piel, ningún miembro de la familia White olvidaría nunca esa Navidad.