Hace tres mil seiscientos años, los campos manchegos estaban habitados por gentes agrupadas en pequeños poblados, ciertos de ellos situados estratégicamente en cerros protegidos por murallas. Otros estaban emplazados en la mitad de la llanura sin más ni más defensa que unas espectaculares fortalezas edificadas para resguardar su tesoro más preciado: el agua. Estas aldeas se conocen como motillas.
La historia que nos ocupa relata las aventuras de 2 hermanos; Adir y Delina, que se ven forzados a desamparar su clan, apartado a lo largo de cientos de años en uno de los rincones más ásperos de la Sierra Morena entre las presentes provincias de Urbe Real y Jaén. Tras una serie de peligrosos incidentes, su deriva les conduce hasta la llanura manchega, donde florece una sociedad considerablemente más avanzada, provocándoles serias contrariedades para superar el choque cultural que supone el paso del estilo de vida neolítico a la Edad del Bronce.
Estamos frente a una obra de ficción histórica enmarcada en escenarios reales; asentamientos de la Edad del Bronce que pueden ser visitados y que forman la base de una cultura famosa como «El Bronce Manchego». Entre ellos, destacan: El Castillejo del Bonete, próximo a la población de Terrinches, único sitio en la península ibérica donde está a la perfección marcado el solsticio hiemal y, sobre todo, la increíble Motilla del Azuer, cercana a la población de Daimiel.