El coloquio de los perros es una increíble novela llevada a cabo y redactada por el habitual Miguel de Cervantes.
Esta historia tiene que ver con dos perros que sostienen a los nombres de Cipión y Berganza, dos canes que un óptimo día se percataron de una situación que los dejo muy sorprendidos.
Lograron darse cuenta al unísono de que podían comentar realmente bien y entenderse completamente por medio del lenguaje.
Por medio de esto eligieron explotar su novedosa aptitud y tratar todos sus asuntos alerta, en espera de que esta situación durase en todo instante escencial hasta que ellos lograran arreglar las cosas que consideraban indispensables.
Ellos tratarían de explotar al máximo esta situación para hallar aclarar la más grande cantidad posible de inquietudes.
Te dejamos los individuos y el resumen de este libro, en seguida.
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- 1 Personajes de El coloquio de los perros
- 1.1 Berganza
- 1.2 Cipión
- 2 Resumen de El coloquio de los perros
Personajes de El coloquio de los perros
Berganza
Fue un perro que nació en un matadero y fue donde conoció a su primer amo de nombre Nicolás, tenía únicamente una deber en el matadero y era la de ofrecer por día una canasta de carne a una amiga de su amo.
Un óptimo día en el sendero a ofrecer la canasta de carne una mujer se interpuso en su paso y le arrebato esa canasta, Berganza decidió no morderla por el hecho de ver a la mujer muy sucia.
Berganza perdió la canasta y por esta razón cuando regreso al matadero, su amo Nicolás decidió matarlo como castigo por lo cual pasó, por medio de esto Berganza decidió huír de manera instantánea de aquel matadero.
Cipión
En si es el maestro de combate, se limita a escuchar y pocas oportunidades hace presencia en la obra, pero esas pocas oportunidades son para indicarnos la forma donde debería de seguir el dialogo.
Por último el intelecto y la superioridad de Cipión son reconocidas tanto por Berganza como por los que leen.
Resumen de El coloquio de los perros
Novela donde se cuenta la narración de dos perros llamados Cipión y Berganza, dos perros que un día se encontraron y se percataron de algo que los sorprendió muy, se percataron de que podían comentar y podían entenderse a la perfección.
Para ellos lo que pasó era cosa del cielo y no tenia ni la remota idea de cuanto tardaría, por lo cual eligieron tener una popularizada conversación y comentar de las cosas mas indispensables.
Acordaron que cada quien hablaría más que nada lo que les había acontecido durante su crónica, pero antes se aseguraron de que nadie los escuchara.
En la habitación en donde estaban estaba un sujeto, pero esta se encontraba durmiendo.
Berganza comenzó a contar su crónica desde que nació, ya que este se crio en un matadero, allí fue donde tuvo a su primer amo llamado Nicolás, todo marchaba bien a un inicio hasta que un día Berganza no pudo hacer sus responsabilidades en el matadero.
El era el responsable de llevarle una canasta de carne a una amiga de su amo, pero en el sendero una mujer le arrebato la canasta y se la robo, Berganza no pudo defenderse y por no poner su boca en la mujer que el creía sucia terminó por perder la canasta.
De regreso al matadero su amo se enteró de lo que pasó y quiso matarlo por lo cual Berganza tuvo que salir huyendo del matadero.
Es su fuga Berganza llego a unos campos llenos de rebaños de ovejas, en donde Berganza pienso que era un óptimo lugar para quedarse.
En esos campos encontró a su siguiente amo, quien le puso por nombre de Barcino y le dio el trabajo de asegurar a las ovejas del rebaño, para omitir que las bestias feroces llegaran y se las comieran.
Los pastores de los rebaños acostumbraban a que si una oveja aparecía muerta, los perros eran castigados y para la mala suerte de Berganza siempre amanecía una oveja muerta de el rebaño que el estaba cuidando.
Berganza jamás podía ver a el lobo que mataba a las ovejas, de hecho lo buscaba por los alrededores de los campos, un día lo único que vio fue que habían unos hombres que mataban a las ovejas de la misma manera en que los lobos lo hacían y como no podía avisarle a su amo siempre que sucedía, Berganza era duramente castigado.
Agotado del trato que el cura de ovejas le daba, decidió huír hacia Sevilla, allí encontró a su siguiente amo, quien era un mercader muy rico.
Para encontrar entrar a la vivienda, Berganza tenía que esperara a que apareciera su amo y cuando llegaba agachaba la cabeza y le lamia los zapatos, a través de esto el mercader le dio el trabajo de guardia.
Sus amos estaban muy contentos y orgullosos de Berganza, ya que siempre cumplía con sus obligaciones y era un perro leal a su amo.
Berganza vivía como rey y fue domesticado para entretenerse con los niños, pero tuvo que volver a su puesto de guardia ya que en la escuela Berganza distraía muy a los niños.
Después regresó a su misma ración de comida, que eran unos huesos que una trabajadora de allí le arrojaba.
Todas las noches esa trabajadora se robaba las llaves del lugar para poder proceder a comprender a uno de los trabajadores del mismo lugar, ya que esta mujer estaba perdidamente enamorada de el.
Esta mujer acostumbraba a robarse cosas de la vivienda, pero Berganza jamás la delato por la misma razón de que ella siempre le daba de comer.
Pero un día decidió Berganza atajarla y no dejarla que siguiera robando, así que la mordió y le aspecto parte de la blusa, la mujer molesta por lo cual pasó decido vengarse de Berganza y no le dio de comer por numerosos días.
Berganza por mas que ladraba por comida nadie le hacia caso, hasta que un día vio la puerta de la vivienda abierta y decidido dejar el sitio.
Berganza al deambular por las calles se encontró con un alguacil amigo de su primer amo, este lo reconoció y se lo llevo de novedosa cuenta a su amigo Nicolás, pero este lo rechazo ya que mencionó que si una vez se había escapado lo haría otra vez.
Entonces el alguacil decidió quedarse con Berganza y se lo llevo a su casa, así fue como Berganza encontró a su cuarto amo, el le dio el trabajo de acompañarlo en todas sus misiones.
Su amo era un hombre muy intrépido, el había ya encarcelado a muy gente y también en una ocasión se enfrento el solo a una banda de seis hombres sin asistencia de nadie.
Estuvo como compañía del alguacil por muy tiempo hasta que agotado de la vida entre ladrones y prostitutas, decidió dejar a el alguacil y huyo hasta llegar a Mairena.
En ese lugar un grupo de soldados tenían la misión de ir en un barco hacia Cartagena, en la embarcación habían 4 soldados quienes eran amigos del alguacil y reconocieron a Berganza y se lo llevaron con ellos.
En ese tiempo un atambor le enseñó a Berganza a bailar y también trucos como saltar, a prestar vueltas, etc.
Estos soldados al ver la aptitud de Berganza de estudiar los trucos eligieron llamarlo “el perro sabio”.
Uno de los soldados tuvo la idea de poder hallar dinero con Berganza así que decidió empezar a realizar muestras en las calles con su perro ahora mismo llamado perro sabio.
Un día Berganza en una de las muestras que hacia se tardo en realizar uno de los trucos, eso fue fundamento para que su amo se incomodara y lo terminara amenazándolo con una hechicera que se encontraba en el sitio.
Pero la mujer que el soldado acusaba de ser una hechicera se molestó y le mencionó que el no se encontraba en lo acertado, que ella no era ninguna hechicera y terminó por correrlos de el sitio.
Esa misma noche la misma mujer que llamaron hechicera se acerco a Berganza y le mencionó que ella sabia cosas de su pasado, pero que le siguiera hasta su casa y que allí le contaría todo lo que a el le convenía comprender.
Así fue como esta mujer le contó que la madre de el se llamaba Montila y que del mismo modo que ella en el pasado habían sido brujas.
Le comento que el era humano pero que una bruja por un enfado que había tenido con Montila, se había molestado y lo había convertido a el y a su hermano en perros ya que esta bruja era mas vigorosa que ella y Montila.
Berganza quedo asombrado por lo cual esta mujer le contó, la mujer le mencionó que se quedara para la mañana siguiente y que le contaría el resto de su crónica y la mujer salió a descansar.
Berganza para que ella le siguiera contando sobre su crónica quiso despertarla y la saco dormida a la calle en donde al despertar la mujer se sintió avergonzada, ya que las demás personas del pueblo la habían visto, enojada con Berganza lo apaleó y el tuvo que salir huyendo.
En el desenlace llego hasta un espacio habitado por gitanos que se dedicaban a remover cosas, se quedó allí con ellos porque le daban de comer y le gustaba escuchar las historias de lo que les pasaba mientras robaban.
Tiempo después se aburrió de estar en la mitad de ladrones y también decidió huír del lugar.
En su sendero se encontró a un poeta quien seria su último amo, no tenia muy para darle pero Berganza comía de las sobras del poeta.
Estuvo con el por un tiempo hasta que un día en una de las muestras del poeta, fueron apedreados por la multitud y acabaron en el hospital del pueblo, mismo lugar dónde estaban ahora mismo Berganza y Cipión.
Y fue allí donde culmino la narración de Berganza, exacto momento en el que el hombre que se encontraba durmiendo en la habitación de el hospital despertó.
Y así es como culmina la narración de El coloquio de los perros.