El Héroe de las Eras es el tercer volumen de la saga «Nacidos de la Niebla (Mistborn)». Una obra iniciada conEl imperio final y parte indispensable del Cosmere, el cosmos destinado a dar forma a la serie más extensa y alucinante nunca escrita en el campo de la fantasía épica.
Durante mil años nada ha cambiado: han caído las cenizas, los skaa han sido esclavizados y el Lord Legislador ha dominado el planeta. Kelsier, el «superviviente», el único que ha conseguido huir de los Pozos de Hathsin, al lado de Vin, una pobre muchacha skaa, se une a la rebelión. Y al fin lo imposible sucede: al fin la revolución ha triunfado. Mas terminar con el Lord Legislador es la parte fácil. El auténtico reto va a consistir en subsistir a las consecuencias de su caída… sin Kelsier.
Vin y el Rey Elend procuran en los últimos escondites de recursos del Lord Legislador y, engañado, el Rey libera del Pozo de la Ascensión algo que debería haber quedado escondo por siempre. Un enorme riesgo avizora a la humanidad, y la auténtica pregunta es si lograrán detenerlo a tiempo.
EnEl héroe de las eras se entiende el porqué de la bruma y las cenizas, las lúgubres acciones del Lord Legislador y la naturaleza del Pozo de la Ascensión. Esta aventura lleva a la trilogía a un clímax trágico y sorprendente.
Desde dos mil seis, y en solo diez años, Brandon Sanderson se ha afianzado como el enorme renovador de la fantasía del siglo veintiuno y el creador del género más fecundo del planeta. Ha conseguido ganarse a 8 millones de lectores, ser publicado en treinta países y transformarse en el heredero de un género.
La crítica ha dicho…
«Brandon Sanderson es una historia legendaria.»
Alexelcapo, @EvilAFM
«Sanderson es un escritor refulgente.»
Patrick Rothfuss
«El renovador de la fantasía, el enorme reinventor de la magia.»
Ricard Ruiz Garzón, Els Matins de TV3
«Sanderson es una bomba a puntito de explotar.»
Ernest Alós,El Periódico de Catalunya
«Si te agrada la literatura fabulosa, lee a Brandon Sanderson.»
Chicote
«Hace tiempo que George R.R. Martin tiene heredero.»
Javier Blánquez,El Mundo