«Solo Alberto Vázquez-Figueroa podía contar de modo tan magistral la pasmante epopeya real de sus compatriotas en una historia enternecedora».
En mil setecientos treinta doce familias canarias partieron de su Lanzarote natal y se embarcaron a lo largo de cuarenta y cuatro días con rumbo al estado de Norteamérica de Texas en lo que formó la primera colonización civil de la historia de los U.S.A.. Huyendo de la sequía y de la miseria que por aquel entonces arrasaban las Islas Canarias, estas valientes familias se lanzaron a una aventura agobiada. Su primera parada fue en La Habana, de donde emprendieron senda a Veracruz y de allá, en caravanas tiradas por bueyes y mulas, prosiguieron encarando incontables riesgos y contrariedades a la busca del paraíso prometido.
Una historia única de cooperación, de superación, en la que el lector acompaña por mares y desiertos a los viajantes, cuyo únicos patrimonio era una piedra de moler gofio y una exorbitante determinación por lograr el sueño que se les había prometido.