La historia de empieza cuando sus tíos la invitan a pasar unos días en las Termas de Colinahuel. De camino a las Termas, adquirieron un jarro de greda que el vendedor envolvió en una hoja de un diario de dos años atrás. En esa nueva se señalaba un crimen de una señora a la que le habían dejado la carta de Dama Negra de los cartas.
Una vez instalados en el hotel, Emilia se puso a dialogar con el resto huéspedes. Joaquín, que era cineasta, invitó a todos jugar un juego de cartas esa noche: la dama negra. Cabe apuntar que Joaquín deseaba grabar una película de terror en ese sitio.
En un camino por los aledaños de la hostería, Emilia se logra con Joaquín en un camino que estaba rodeado por un precipicio. Allá Joaquín le comentó que grabaría una de las escenas de su película llamada “Horror Verde”. Una película sobre un crimen perfecto en que los espectadores saben todo, mas los personajes jamás se dan cuenta.
En la película participaría su novia Betty, que es la actriz primordial, y en su papel caería por ese camino y moriría. El inconveniente para Joaquín era localizar un doble, puesto que Betty padecía de vértigo. Ya en la hostelería, Emilia escuchó a Doña Hortensia conminar Adelina, la camarera, con echarla. No era la primera vez que lo hacía.
Tras cenar, Joaquín organiza el juego de cartas y explica que el juego consiste en intentar deshacerse de la Dama Negra. Justo en ese instante Emilia recuerda que esa era la carta que le dejaron a aquella mujer asesinada de la que charlaban las noticias.
Los hurtos
Mientras que jugaban, Emilia y Betty se dieron cuenta que Doña Hortensia discutía en voz baja con el maestresala. La novia de Joaquín le afirmó a Emilia que creía que la dueña de la hostería estaba enamorada del maestresala y que de ahí que discutían.
Mientras que, Hernán había dejado su boli Mont Blanc sobre la hoja donde escribía los nombres de los jugadores. Indudablemente una lapicera atractiva, tanto que Rafael le pregunto si verdaderamente era una Mont Blanc, a lo que Hernán le respondió afirmativamente. Al finalizar el juego, la Mont Blanc había desaparecido.
Doña Hortensia se puso inquieta, puesto que creía que había un ladrón en la hostería. En 2 noches habían desaparecido la lapicera de Hernán y el mechero de oro de Betty. Para Emilia la carta de cartas traía mala suerte y de esta forma lo comentó. Doña Hortensia la escuchó y murmuro: “Por favor, no mienten más esa carta maldita delante mío”.
El rechazo era pues el papá de Doña Hortensia le afirmaba “Dama Negra” a su hermana y jamás más la volvió a ver. Al paso que su segunda hermana era la protagonista de aquella nueva del periódico.
Por la mañana siguiente, Emilia y sus tíos bajaron a desayunar. Adelina se aproximó a Hernán y comentó que Doña Hortensia no se despertaba y estaba pálida. Hernán fue a verla así como Emilia. En la habitación ya se hallaba el maestresala. Hernán la examinó y afirmó que estaba intoxicada.
Lo llamativo es que Doña Hortensia no habituaba a ingerir somníferos. Lo máximo que hacía cuando estaba inquieta era tomar una copa de licor de cacao para relajarse. Con lo que Emilia dedicó a observar el cuarto de doña Hortensia. Emilia se percató de una foto en la que aparecía una señora muy similar a ella. Con lo que creyó que era su madre.
La sospecha
Rafael acordó reunirse con Emilia a las diez en la pileta de los leones para dialogar. Allá le afirmó que sospechaba que doña Hortensia se había dopado para llamar la atención de Humberto. Rafael sabía que Hortensia estaba enamorada de Humberto. A quien había hecho asociado de la hostería.
Rafael era el único heredero de la hostería y desconfiaba de Humberto. Asimismo le afirmó a Emilia que el ladrón del Mont Blanc era Sara y que asimismo había robado el mechero. Él podía probarlo por el hecho de que un día la vio echando en su cartera una cuchase y, en consecuencia, podía ser ladrona o bien ladrona.
Esta acusación ya se la había contado a Teresa, la enfermera, mas no le había creído. Por esa razón, Rafael le solicitó ayuda a Emilia a fin de que registrase el cuarto de Sara. Emilia fue a buscar un jersey para Rafael cuando de súbito escuchó una charla que delataba el idilio de Joaquín con Teresa.
A la hora del almuerzo apareció doña Hortensia y se aproximó a la mesa de Hernán para darle las gracias. Hernán aprovechó para preguntarle si había tomado algún sedante y la mujer afirmó que no. Añadió que le habían robado un portarretratos de su tocador y que creyó que para hacer este latrocinio de ella la habían sedado.
Emilia aprovechó un baño termal que se daba Sara y examinó el cuarto con una llave que Rafael le había proporcionado. Emilia halló arriba del ropero tres cucharas, un mechero de oro, un cenicero de cristal y un lapicero labial en un estuche dorado. Aparte de un marco portarretratos de plata ovalado sin fotografía, un llavero de nácar y la lapicera Mont Blanc.
La ladrona y el cadáver
Emilia y Rafael se dirigieron a donde estaba Doña Hortensia y escucharon que esta discutía con Adelina y la acusaba de ladrona. Adelina se defendía diciendo que no era ninguna ladrona. Cuando Adelina se retiró, entraron Rafael y Emilia y le contaron lo que habían descubierto.
Doña Hortensia llamó a Sara y le afirmó que debía desamparar el cuarto. Sara le confesó que no podía irse aún pues no tenía dinero y su hijo llegaría a procurarla el último día de la semana y pagaría la cuenta. Le solicitó por favor que no le contase nada a su hijo. Doña Hortensia admitió, mas le afirmó que no aceptaría más latrocinios en la hostería.
Esa noche Doña Hortensia le entregó a cada huésped el objeto que le pertenecía. Al día después, en el almuerzo campestre, Rafael le contó a Emilia que su tía había despedido a Adelina y a Teresa. Por cierto motivo Rafael estaba contento con la nueva.
Con la llegada de Diego, el amigo de Emilia, asimismo llegó la nueva del asesinato de Doña Hortensia. Ante el interrogante de Adelina sobre su paradero todos empezaron a procurarla, mas fue Emilia quien la halló abajo en el barranco. Con una cuerda Diego descendió para recobrar su cuerpo.
No tardó en llegar Eugenio Satelices, el inspector de investigaciones, quien prohibió la salida a quienes se hallaban en la hostería. Emilia no creía en un posible suicidio de Doña Hortensia, debido a su carácter fuerte y decidido. Diego le comentó a Emilia que todos, salvo sus tíos Hernán y Pepa, tenían flores de aromo en la cabeza de la misma manera que el cadáver.
Otro cadáver más
De las investigaciones, tanto de Emilia, Diego y del inspector Satelices se halló una piedra con restos de sangre de Doña Hortensia. Con lo que el inspector declaró el hecho como homicidio. Uno a uno fueron rindiendo declaraciones frente al inspector. Tras charlar con todos y cada uno de los huéspedes, el inspector creyó que entonces el asesino de las dos hermanas podría ser exactamente la misma persona.
En la mitad de las investigaciones un nuevo cadáver aparece, el de Teresa. Emilia halló a Adelina desmayada en el piso. Ella descubrió el cadáver de Teresa, el que tenía un cuchillo en el pecho clavado y la Dama Negra al lado. El inspector ordenó a todos presentarse en el bar y en quince minutos todos estaban allá menos Lila. Humberto fue a procurarla, mas la halló dopada.
A Lila le birlaron sus joyas del maletín de productos cosméticos y en su sitio dejaron la fotografía que le había robado a Doña Hortensia. Tras un largo interrogatorio, todos se fueron a dormir. Al despertar por la mañana siguiente Diego le comentó a Emilia que habían tratado de matarla, mas que el atacante había escapado.
Emilia le comentó a Diego que la hermana menor de Hortensia estaba en la hostería y que sabía quien era el asesino de las tres. El inspector de nuevo reunió a todos y afirmó que si el culpable confesaba le rebajaría la pena.
Añadió que había abierto el testamento de Hortensia y que su único heredero era Rafael. No obstante, asimismo había preparado una cantidad notable de dinero a Violeta, la hermana menor de Hortensia, en el caso que estuviese viva y apareciese. Doña Hortensia asimismo dejaba dinero a Humberto y Adelina.
Los culpables
Mientras que el inspector mentaba a los sospechosos y hacía un recuento de las muertes, Emilia solicitó la palabra. Emilia contó lo de las fotografías y que la mirada del padre de Hortensia es exactamente la misma de uno de los huéspedes de la hostería.
Mas no coincidía con la nariz pequeña de la persona. No obstante, recordó una charla que la llevó a percatarse de que esa mujer había alterado su semblante a través de cirugía. Que además de esto las 3 hermanas tenían nombre de Flor: Violeta, Margarita y Hortensia y que la asesina había alterado su nombre a Lila.
De esta manera Emilia prosiguió el relato y desenmascaró Lilia, que había asesinado a Teresa. Quien estaba coaccionando a Sara por el homicidio de Doña Hortensia. En ese instante Lila comenzó a charlar y afirmó que su padre siempre y en toda circunstancia prefirió a sus otras hermanas que a ella. Puesto que al nacer su madre murió, de ahí que le afirmaba “la damita negra”.
Resumen de Emilia y la Dama negra: Personajes
La protagonista de la historia es Emilia, a quien agradan mucho los misterios. Ella es observadora, sociable, inteligente, valiente y tiene mucha personalidad. Todo ello hace que tenga una enorme capacidad analítica. Ella así como su amigo Diego van a solucionar el misterio en esta historia.
Personajes secundarios
El tío de Emilia lleva por nombre Hernán Martínez, que además de esto es su padrino. Es un médico de contextura robusta, con lo que ya sabemos que es de buen comer. Su esposa es Doña Pepa, que asimismo es madrina de Emilia.
Joaquín Benetti es un cineasta de pelo largo recogido por una cola. Joaquín tiene aproximadamente treinta y cinco años y aparte del pelo largo tiene bigotes y una barba del tipo “candado”. Está empeñado en grabar una película de terror en la hostería.
Su novia lleva por nombre Betty, es una rubia de apariencia juvenil, si bien su mirada y sonrisa revelaban a una mujer madura. Ella se dedica a la actuación, mientras que le financia las películas a Joaquín. Padece de vértigo.
Adelina es una camarera de ojos vivos y siempre y en toda circunstancia viste un impecable y almidonado delantal celeste. Ella piensa que los espectros existen y por este motivo les teme. Adelina trabaja en la hostería de Doña Hortensia, una señora de mal carácter. Mujer de figura esbelta, vestida con falda y camisa color caramelo, de pelos rizados y cortísimos.