Siempre y en toda circunstancia nos han dicho que las brujas no existen. ¿Por qué razón? Probablemente pues absolutamente nadie las ha visto jamás. Fue a lo largo de aquel mes de septiembre cuando Paula vio lo que cambiaría su vida por siempre, algo que solo podría aparecer en las más horripilantes pesadillas que uno pudiese imaginar. Y desde ese instante y sus amigos empezaron a pensar en los monstruos… Jamás olvidarían de qué forma esas siniestras voces surgidas de las más reservadas tinieblas atronaban una y otra vez en sus oídos. De qué forma esas profundas y lúgubres exhalaciones empapaban sus huesos mientras que corrían por las fúnebres supones del edificio buscando una salida imposible de localizar.