París, reinado de Luis XVI. Élizabeth-Louise Vigée es una joven con un talento inusual para la pintura, a la que se dedicará profesionalmente desde temprana edad. Con pincel en mano y un excepcional coraje, logrará salir adelante en unos tiempos donde ser mujer y no ser parte de la aristocracia jugaban en contra suya. No obstante, su ambición conjuntada con la dulzura y la sensibilidad reflejadas en sus cuadros, la van a llevar a transformarse en pintora de la propia reina Marie-Antoinette. Mientras, va a deber lidiar con un matrimonio desgraciado y con un corazón que late por su siempre y en toda circunstancia leal compañero de la niñez, Jean-Gab. Con la Revolución de mil setecientos ochenta y nueve, Élizabeth se va a ver abocada al exilio, viajes por toda Europa, fiestas, pasión, incertidumbre
Es la historia de una excepcional mujer que halló su sitio en la pintura y que ahora, en primera persona, busca un espacio entre las palabras.