Continúa la historia de Sonea y su hijo en la segunda entrega de la trilogía fabulosa que vuelve a llevarnos al cosmos de las «Crónicas del mago negro», y con la que la autora australiana ya ha superado el millón de ejemplares de sus libros vendidos en el mundo entero.
Mientras convive con los rebeldes sachakanos, Lorkin, el hijo de la Maga Negra Sonea, se esmera en aprender todo cuanto puede sobre ellos y su magia única. Mas los Traidores se resisten a desvelar sus secretos a cambio de la curación que tan desesperadamente precisan. Si bien Lorkin en un comienzo supuso que era por miedo a descubrir su existencia al planeta, comienza a sospechar que tienen planes más ambiciosos.
En Imardin, Sonea acentúa la busca del renegado, siendo consciente de que su amigo Cery no va a poder evitar a este asesino indefinidamente. Sin embargo las cosas se dificultan todavía más cuando descubren que la repercusión del maleante en los bajos fondos de la urbe es mayor de lo que temía.
Entre tanto, en Sachaka, lord Dannyl, el embajador kyraliano, ha perdido el respeto de la elite local por haber tolerado que Lorkin se uniera a los Traidores. Además de esto, está preocupado por la llegada del nuevo embajador de Elyne, un hombre al que conoce realmente bien.
Y en la Universidad, 2 chicas practicantes están a puntito de rememorar al Gremio de los Magos que en ocasiones su peor oponente se encuentra en su seno…