El hijo del comendador de la Fresneda ha aparecido fallecido en la habitación de un burdel y absolutamente nadie, salvo su padre, semeja estimar saber lo que ha ocurrido.
Diego de Torrearuso, comisario de la Inquisición de Zaragoza, deberá hacer en frente de su primera investigación tras 4 años en el exilio, y para esto procurará la ayuda de su hermana Inés, una mujer de bastante difícil carácter a quien sus progenitores sostienen protegida entre las paredes de un convento por su vergonzoso comportamiento. Juntos siempre y en todo momento han resuelto cualquier caso y ahora tendrán que enfrentarse a un pueblo en pos de una historia que va alén de la muerte de un joven.Los fallecidos siempre y en todo momento sonríen es una aventura ambientada a inicios del siglo xvii de España que pretende romper ciertos mitos sobre lo que nos han enseñado de nuestra historia con un ritmo ligero y natural que te va a hacer zambullirte en la investigación y ser uno más de los estudiosos.