Unas islas paradisiacas en frente de la costa bretona, 3 cadáveres en la playa y un comisario amante del café, el alimento, los ping üinos y las investigaciones a la forma tradicional.
Es lo último que le apetece a Georges Dupin esa mañana: tener que salir corriendo, sin haber podido tomar su segundo café, meterse en una bamboleante patrullera de la policía, atender al perfecto que le incordia a llamadas por el hecho de que un amigo suyo ha desaparecido y no dosponer de la menor pista sobre la identidad de los 3 cadáveres que han aparecido en una playa de las islas Glénan.
¿Quiénes eran esos 3 hombres? ¿Quizás víctimas del violento temporal que golpeó el archipiélago la noche precedente? Todo apunta a que murieron ahogados, hasta el momento en que algo lúcida las dudas del comisario.
Mientras que Dupin, en su cuartel general del bar-restorán de la isla de Saint Nicolas, interroga a los sospechosos, vuelve locos a sus colegas y se sumerge en las oscuras historias de los isleños, una nueva tempestad comienza a gestarse.
Las historias del comisario Georges Dupin, una versión moderna de las novelas tradicionales de detectives, se han transformado, en apenas 3 años, en una de las sorpresas editoriales de Alemania, con una serie, la publicación en múltiples países y un renovado entusiasmo por la Bretaña francesa, que ha visto acrecentar las visitas de turistas a los escenarios de las novelas.