La primera novela de la cronista María Gómez es una historia sorprendente, original, indispensable.
¿Serías capaz de traicionar a un paciente para eludir un asesinato?
Ana García de la Serna es sicóloga y trabaja por inercia en el departamento de Recursos Humanos de una importante empresa del ámbito audiovisual. Movida por la resolución de su madre de trasladarse a la India y de cederle su sitio en el gabinete de sicología del que es cofundadora, decide admitir el reto y salir de su zona de confort. Mas su primera paciente se transforma en un reto para el que no está preparada. Rosario Jiménez, agente de la Policía Nacional, le revela en consulta que piensa cometer un asesinato y quitarse la vida después. Ana no sabe si debe denunciar la confesión o bien respetar el secreto profesional. Y si bien es siendo consciente de que el odio que Rosario siente en las manos es incontrolable, su instinto le afirma que tras toda esa frialdad, de toda esa saña, se oculta algo aún más espantoso. Y no está presta a parar hasta descubrirlo.
La cronista María Gómez comienza en ficción con una novela absorbente que resalta por su originalidad. Odio en las manos plantea una trama sólida que medita sobre la naturaleza humana en situaciones de increíble agobio sensible. Indispensable, única, sorprendente.
#Siento odio en las manos.
Cuando lo afirmó, mis ojos se abrieron como platos y sus pupilas se contrajeron de cuajo. No pude soportarle la mirada. El corazón se me aceleró; apreciaba las pulsaciones en la garganta y en la cabeza, por en el cráneo [#]. Sentí unas punzadas en el estómago y, de repente, se me encogió, golpeado por un intenso dolor iceberg: solo percibía la punta de todo cuanto estaba por venir.