Están ahí. Son un rumor en nuestro planeta, polvo bajo la alfombra. Ciertos han dado pie a leyendas urbanas, historias sobre combates a muerte trasmitidos en riguroso directo por la Deep Web, o bien vendidos después en vídeo a compradores con extrañas apetencias. Diríase que son enfermos desahuciados, fallecidos en vida a los que se les paga una pequeña fortuna a cambio de sangrar y sacarse la piel a tiras. Juan Díaz Olmedo edifica su novela cerca de este alarmante submundo cifrado en el ADN de nuestra sociedad, poblado por seres que viven sus últimos días en una barahúnda de violencia y dinero.