Resumen de la película Salvador Puig Antich

 

 

Salvador (Puig Antich)

 

España / Enorme Bretaña (2006) *

Duración: 138 min.

Música: Lluis Llach

Fotografía: David Omedes

Guion: Lluis alcarazo (N.: Francesc Escribano)

Dirección: Manuel Huerga

Intérpretes: Daniel Brühl (Salvador Puig Antich), Tristán Ulloa (Oriol Arau), Leonardo Sbaraglia (Jesús), Joel Joan (Oriol), Leonor Watling (Cuca), Ingrid Rubio (Margalida Bover), Andrea Ros (Merçona), Olalla Escribano (Inma Puig), Carlota Olcina (Carme), Bea Segura (Montse), Celso Bugallo (Padre de Salvador), Joaquim Climent (Policía), Antonio Dechent (Policía), Carlos Fuentes (Paco), Mercedes Sampietro (Madre de Salvador), Oriol Vila (Ignasi), Biel Durán (José Luis), Aida Folch (Marian / “Quesita” ), Marc Rodríguez (Xavier).

A lo largo de los últimos años del franquismo creció la conflictividad popular, suponiendo su represión el encarcelamiento de una cantidad enorme de presos políticos y la desaparición de incontables obreros y alumnos.

Barcelona, 25 de septiembre de 1973. Un conjunto de individuos nerviosas espera en un bar fumando un cigarrillo tras otro, señalando uno de los presentes que no vale la pena aguardar, ya que pasaron ya cinco minutos y que por el momento no aparecerá la persona que esperan, indicándole otro de los presentes que esté relajado y espere.

Poco después otro hombre que esperaba fuera del local avisa a los de dentro de que están llegando, frente lo que los que esperaban sacan sus armas y se esconden mientras le piden al nervioso joven que no realice nada si no quiere que le maten.

Llega de hecho un coche del que se baja un joven al que al ingresar en el bar dan el prominente, desobedeciendo este la orden para salir corriendo, aunque es alcanzado inmediatamente e introducido en un portal cercano, escuchándose al instante numerosos tiros.

Poco después, y en el hospital numerosos de los policías empujan una camilla donde va uno de sus compañeros herido por el tiro de numerosas balas, observando los médicos al examinarlo que el joven está muerto.

Entra en ese instante otra camilla, también empujada por policías donde llevan al joven al que echaron el prominente, al que se dirige Mateo, uno de los policías con ánimo de terminar con él, debiendo detenerlo sus compañeros.

Los médicos observan que el joven tiene una bala en el hombro y otra en la cara además de numerosos golpes en la cabeza, reconociendo uno de los médicos al jóven, puesto que era hermano de uno de sus compañeros de colegio, señalándole al policía que hablamos de Salvado Puig Antich.

Aun sin recobrar del todo, y con la cabeza y el hombro vendados, Salvador ingresa en prisión, donde es aislado del resto de los presos, logrando ser visitado por sus familiares a lo largo de 20 minutos los miércoles y sábados.

Y son sus 4 hermanas las que van a visitarlo, obligándolos los guardias a comentar en español. Ellas le cuentan que fueron al Clínico, pero que no las dejaron pasar, contando él que lo tenían esposado a la cama.

Recibe tras ello la visita de Oriol Arau, que será su abogado, aunque le deja claro que no está según con su manera de razonar ni con su forma de accionar, negándose su padre a visitarlo.

Salvador le cuenta a Arau cómo nació su deber, cuando la policía acabó con Enrique Ruano, un chaval de 20 años, como él, al lanzarlo desde un séptimo piso, y cuyo delito había sido repartir unas octavillas.

Aquel hecho acabó con movilizaciones frente las que el ministro Fraga declaró el estado de excepción y él decidió que había llegado el instante de pelear.

Uno de sus amigos, Xavi le deja libros prohibidos y le muestra a otros jóvenes como Ignasi, que sueñan con crear una sociedad sin clases y libre enserio.

A través de Ignasi conoce también a su hermano Oriol, con el que aprende a perder el miedo y a movilizarse y manifestarse contra la represión franquista y a los grises, teniendo Oriol, además de unas ideas muy visibles, contactos en Toulouse escoge que llegó el instante de coger las armas.

Salvador se encontraba entonces enamorado de Cuca, a la que él acusa de carca por no querer todavía acostarse con él, acabando por dejar su relación.

De sus reuniones con Xavi, Ignasi y Jordi sacan como conclusión que requieren dinero para ofrecer acompañamiento al área más extremista del movimiento obrero en un instante en que Carrero Blanco ha recrudecido la represión, por lo cual deciden que llegó el instante de pasar de la teoría a la práctica, viéndose apoyados por la llegada desde Francia de numerosos anarquistas cargados de libros prohibidos y de armas.

Hacen así su primera acción en Mataró, donde atracan una caja de ahorros, “expropiando el dinero de los bancos para entregárselo a los obreros en pelea”.

Tras esa primera acción, donde él participa como chófer, pasa a tener un nombre falso, un nuevo aspecto y a no tener contacto con la familia, aunque en ocasiones va a conocer a su hermana Merçona de incógnito.

Con el dinero conseguido se hacen con una base en Toulouse, disponiendo de coches robados, pisos y armas, llevando a cabo siempre sus actos a cara descubierta y sin miedo a ser determinados, ya que ninguno se encontraba fichado.

Su grupo, el Movimiento Ibérico de Liberación (MIL) empieza a difundir libros, editando su propia revista, realizando llegar el resto del dinero a los obreros en huelga.

Tendrán la asistencia de Marian, la hermana de Pons, uno de los integrantes del conjunto al que llaman “Queso”, encargando a “Quesita”, que investigue el siguiente banco a atracar, advirtiendo ella que piensa que hay polis, aunque gracias a que tiene solo 16 años y creen que tiene miedo y el enorme botín que esperan conseguir, no le hacen caso, acudiendo a una sucursal del Banco Hispano Americano, donde esperan hallar 5 millones, mostrándose entonces numerosos policías, empezando un tiroteo de parte de Salvador contra ellos para contemplar a sus compañeros de dentro, uno de los cuales hiere a un empleado para evadir que retengan a uno de ellos, saliendo después y entablando con la policía un profundo tiroteo más allá de lo cual alcanzan escapar.

Pero todo cambia desde ese instante, ya que por el momento no se ve un juego, echando en cara uno de ellos a sus compañeros su falta de preparación, habiendo cometido varios fallos como rentar un coche a su nombre, pareciendo divertirles utilizar sus armas, acabando Ignasi por dejar el grupo, siendo fichado Jordi, por lo cual tienen que ser más precavidos, no actuando ya a cara descubierta, no bromeando ni celebrándolo.

Salvador se encargará de continuar manteniendo los contactos con Toulouse.

Va a conocer a Cuca, en este momento con otro novio que hace la mili en Canarias, pidiéndole que le permita recibir telegramas en su casa.

Cuca le cuenta a una hermana de Salvador que el 21 de julio recibió uno de esos telegramas y llamó a Salvador, al que, cuando llegó le pidió que la acompañara a Sant Cugat para asistirle a llevar cosas al piso que termina de adquirir con Toni, con el que se va a casar en unos días.

Allí ella le dice que no quiere recibir más telegramas, y aunque se ve preparada para estrenar con él su dormitorio no ocurrió nada gracias a que él prefirió no aprovecharlo.

Tras la recepción del telegrama fue a conocer a Xavi, que le dice que las cosas no van bien, ya que en Toulouse no les hace bastante caso y los trabajadores no desean su dinero, señalando Xavi que Ignasi lo dejó y él no sabe que quiera seguir.

Con la cabeza aun pensando en Cuca, es echado de los billares por verse violento, olvidando allí su bolsa cargada con armas, dinero y documentación entre la que está el telegrama con la dirección de Cuca, presentándose la policía en su casa para pedirle explicaciones, consiguiendo a través del número de teléfono con el que contactaban llegar hasta el piso franco, donde ellos, que huyeron con lo imprescindible: armas y dinero por el momento no están.

Cuca es puesta en independencia después de tres días de interrogatorios, aguardando que Salva vuelva a ofrecer señales de vida, no haciéndolo hasta el día de la boda de ella, en que, sabiendo que el teléfono está intervenido la llama desde Francia para desearle que sea muy feliz.

Conoció tras ello, y en el transcurso de un concierto de rock a Margalida a la que acompaña a su casa, donde, ella le habla de las características de los Géminis, el signo de él, fumando tras ello un porro antes de acostarse.

En la cárcel le dejan salir solo un rato, y sin contacto con nadie, dedicándose a encestar en una canasta.

Jesús Irurre, uno de los gobernantes de prisiones solicitado de su supervisión coincide con Arau en un bar y le pregunta cómo transporta proteger a un asesino.

Acosados y aislados, el grupo no puede accionar, aunque tampoco tienen la posibilidad de dejar las armas, observando con estupor cómo en Chile Pinochet llega al poder.

Margalida sueña con una vida simple. En proceder a Goa en la India, donde se vive con poco dinero y venden pasteles de hachis, y también vivir en una masía en el Montseny sin electricidad con un huerto y gallinas, aunque revela que Salvador transporta un arma, confesándole él que está en búsqueda y captura.

Oriol piensa entonces en hacer una exclusiva acción al otro lado de la frontera, algo que a todos les se ve descabellado, ya que hay una intensa supervisión, por lo cual escoge llevarlo a cabo solo con su hermano, apuntándose al final “Queso”.

La acción es un desastre, produciéndose un tiroteo a la salida del banco, y como además se les estropea el coche, tienen que escapar caminando por la montaña perseguidos por la guardia civil, consiguiendo escapar solo Jordi, siendo Oriol y “Queso” detenidos.

La brigada político popular se hace cargo del asunto, presentándose al día siguiente en el hogar de Pons, deteniendo también a “Quesita”, observando cómo tras ello van cayendo uno tras otro los que están aun en Barcelona, por lo cual deciden empujarlos a huír.

Y cuando van a salvar a uno de ellos, Santi Soler, están con que este fue ya detenido y torturado, confesó dónde se reunían, siendo usado como cebo.

Y es cuando van a su acercamiento cuando le dan el alta y lo detienen, siendo salvajemente golpeado en el portal al que le llevan, por lo cual termina sacando su arma, iniciándose un profundo tiroteo.

El colega de Arau interroga al médico que atendió en urgencias a Puig, informándole que el policía fallecido, Francisco Anguas Barragán presentaba 5 o 6 tiros, afirmando el forense que este fue alcanzado solo por 3 de los 4 tiros que logró Salvador, mostrándose dispuesto a testificar, pidiendo además la colaboración de un perito balístico que determine que los tiros salieron de más de un arma.

Los detenidos observan cómo terminan encerrados con ellos la mayoría de la oposición democrática tras formar parte en una asamblea en una iglesia.

Irurre le requisa una carta redactada por Salvador a su padre, tras recordarle que él no lo visitó jamás, observando en esa carta a un jóven deseoso de reconciliarse con su padre al que trata de evitarle algún asomo de mala conciencia, ya que lo educó como supo, aguardando solo su acompañamiento moral.

Termina convenciendo a Irurre en los ratos del patio para que juegue con él al baloncesto, charlando después con él, contándole el funcionario que su hijo tiene inconvenientes de dislexia y que además es zurdo.

Salvador le dice que su hermano es psiquiatra y que los disléxicos no tienen un inconveniente grave, que tienen la posibilidad de estudiar como todos si se les asistencia, lamentando Jesús que un jóven tan capaz podría haber sido con la capacidad de matar.

El padre de Salvador lee en el periódico que pidieron dos sentencias de muerte para su hijo.

Oriol le dice a este que moverán cielo y tierra, comentando con sindicatos, partidos y con la iglesia, afirmando Salvador que no quiere que nadie lo utilice, afirmando Oriol que harán que se dialogue de su caso en toda Europa, y que como España intenta ingresar en el Mercado Común no se atreverán a ejecutarlo salvo que ocurra algo muy gordo.

Y algo muy gordo sucede entonces, al ser ejecutado Carrero Blanco, por lo cual cuando Jesús le comunica el hecho, Salvador asegura que esa bomba le alcanzó también a él.

Así se lo dice a sus hermanas que tratan de calmarlo y mencionarle que él no tiene relación con aquello, afirmando él que requieren una cabeza de turco y ese es él.

El 9 de enero de 1974 tiene lugar el juicio, comprendiendo al notar la composición del tribunal militar, lleno de altos cargos del ejército que pagarán ellos lo ocurrido.

Será nuestro Oriol quien le comunique su condena a muerte, aunque no ámbas. únicamente una, informándole de los 6 años de condena a Quesita y los 30 a su hermano, y asegurándole que recurrirán puesto que no admitieron ninguno de sus presentes, ni las conclusiones del psiquiatra ni las pruebas de balística.

Interponen recurso al Consejo Superior de Justicia Militar.

Entretanto recibe la visita de Merçona, a la que él pidió que enviaran a Nueva York con su hermano Quim para que no viviera esa situación, pidiéndoselo él en lo personal.

Oriol le comunica que el recurso se verá en la 1ª semana de febrero, planteándose sus amigos asaltar el furgón cuando lo trasladen a Madrid, aunque Salvador teme que utilicen para cargárselo, pidiendo que no lo intenten.

En la cárcel Salvador sigue jugando con Jesús al que le cuenta que su padre tiene un almacén de productos químicos y no le va realmente bien.

Le cuenta también que tras la guerra civil estuvo en un campo de concentración en Francia y cuando volvió lo condenaron a muerte, aunque cuando estaban próximo de fusilarlo llegó el indulto, pero no volvió a ser el mismo, viviendo siempre con miedo.

Oriol comunica a la familia que enviarán telegramas al presidente de las Cortes, al príncipe y al mismo Franco, señalando el padre que no servirá de nada, más allá de lo cual envían los telegramas en su nombre.

Salvador juega al ajedrez con Jesús y dice los hechos políticos, aunque al funcionario no parecen importarle

Oriol le comunica a la hermana que ratificaron la sentencia, por lo cual solo cabe la oportunidad de un indulto, aunque unos días después, el 1 de marzo Oriol llama a sus hermanas antes de asistir a la cárcel, donde comunica a Salvador, con un Teniente Coronel que el Consejo de Ministros se dio por enterado de la sentencia y la ratificó, teniendo solamente 12 horas para hallar el indulto.

Tras firmar el enterado le preguntan si requiere un cura o un notario, aunque él los repudia, más allá de lo cual el teniente coronel pide que avisen al padre Manero, el único sacerdote decente según Salvador.

Oriol y su colega tratan de movilizar a todo el planeta para hallar el indulto.

Salvador redacta una carta a Quim despidiéndose, pidiendo Jesús que le permitan escribir en catalán cuando otro funcionario trata de obligarle a llevarlo a cabo en español.

Mentras esperan el milagro del indulto recibe la visita de sus tres hermanas superiores, con las que miran viejas imágenes y recuerdan el pasado.

Entretanto en Toulouse, sus compañeros, desesperados y rabiosos al no lograr realizar nada por él tirotean el consulado español.

En el colegio de abogados todos trabajan tratando hallar el indulto, siendo informados de que el Papa intentó comentar con Franco, que pidió que no lo despertaran.

Recibe la visita del padre Manero, que trata también de consolarlo.

El 2 de marzo suena el despertador en el hogar de los Puig aunque Marçona no duerme.

En prisión sus hermanas tienen que dejar a su hermano, del que se despiden con la promesa de volver a verlo próximamente, intentando de verse fuertes, aunque no Jesús lo consigue.

Al final hacen que salga también Arau que se despide de él entre lágrimas, siendo conducido poco después, y llegada la hora, hasta la salón en que será ajusticiado, donde le atan junto al poste que sujeta el garrote, tapando sus ojos.

El teniente coronel le pregunta si hay algo que quiera decir, respondiendo que no con la cabeza, observando los presentes la lenta agonía del ajusticiado mientras el verdugo hace girar la rosca hasta que muere.

Jesús no puede evadir gritar entonces ¡Hijos de puta!, realizando el teniente coronel que lo saquen de la salón.

El doctor que debe certificar la desaparición mira al examinarlo que aun sigue vivo.

Entretanto la pequeña Merçona juega al baloncesto con sus compañeras del colegio, aunque no puede concentrarse, y cuando la profesora le pregunta qué le sucede ella responde que están matando a su hermano, diciéndole la profesora que se marche.

En la segunda prueba observan que aun respira, impacientándose uno de los policías que asisten al acto, el mismo que antes trató de explicarle a su hermana cómo funcionaba el garrote, con deleite.

Merçona corre hasta la cárcel mientras recuerda su última conversación con su hermano, cuando le pidió que se fuese con Quim a Nueva York.

Al final, a las 9’40 certifican su muerte.

Cuando su hermana pequeña llega a las puertas de la prisión ve salir el coche fúnebre, corriendo una de sus hermanas a consolarla.

Una de las hermana le redacta a Quim contándole que cuando vieron a Salvador en el depósito tuvieron la impresión de que no había sufrido, y que la multitud en Barcelona abarrotaba cada día las iglesias desde la desaparición, contándole que inclusive el capellán de Sant Just mencionó que se había cometido una injusticia.

Al entierro acudieron 1.500 personas, todas con flores rojas, aunque la policía no dejó ingresar a nadie, solo a la familia y amigos íntimos, actuando contra los concentrados, más allá de que se consuela suponiendo que por lo menos la desaparición de Salvador sirvió para lo que él quería, para que se despertase la conciencia política de la multitud.

Pasados los años su familia sigue peleando por la revisión del desarrollo.

Calificación: 3