Shrek 2
Shrek 2 (2004) * USA
Duración: 93 min.
Música: Harry Gregson-Williams
Guion: Andrew Adamson, Joe Stillman, J. David Stem, David N. Weiss (N.: William Steig) (Diálogos adicionales: Cody Cameron, Chris Miller, Conrad Vernon, Walt Dohrn, David P. Smith)
Dirección: Andrew Adamson, Kelly Asbury y Conrad Vernon
El Príncipe Encantador fue cabalgando hasta la fortaleza del dragón para dejar en independencia a la princesa hechizada, esperando que su beso rompiera el hechizo, encontrándose al llegar al torreón en la cama al Lobo Feroz, que le comunica que llegó muy tarde, dado que Fiona, la princesa a la que deseaba dejar en independencia está ya de luna de miel con Shrek, su nuevo marido, con el que pasa unas ricas vacaciones, en las que ya juntos se enfrentan a los campesinos que se animan a intentar finalizar con ellos.
Finalizado su viaje vuelven a la ciénaga, donde les espera Asno, impaciente por escuchar las historias de su luna de miel, resistiéndose a marcharse a su casa con Dragona, que dice está un poco extraña, más allá de la insistencia de los recién en matrimonio, que tras echarlo ven cómo no tienen la oportunidad de disfrutar de su intimidad al llegar un heraldo que les convoca al baile que organizan los reyes Harold y Lillian, padres de Fiona en el Reino de Muy Muy Lejano, para comunicar a sus súbditos al nuevo matrimonio.
Shrek recibe de mala gana la invitación, dado que está convencido de que los padres de su mujer no lo aceptarán como es y lo culparán de lo ocurrido a su hija, aunque acaba por ceder por amor hacia Fiona, partiendo a un riguroso y pesado viaje, que Asno se ocupa, con su incapacidad para callarse de que se les haga todavía más pesado.
Cuando llegan, están con un espacio diametralmente opuesto a la ciénaga donde habitan. Un reino de lujo y esplendor, en cuyo majestuoso palacio les esperan los reyes colocado junto con un colosal número de súbditos, quedándose tanto unos como otros estupefactos al ver a la pareja cuando se bajan de su carruaje.
Harold, precisamente irritado no disimula su enojo, habiendo una colosal tensión durante la cena que acaba con una discusión cuando Harold se entera de que su hija vive en una ciénaga, lugar que no cree acertado para que se críen sus nietos, echándole en cara Shrek a él que dejara a su hija dejada en un torreón.
Violenta por la discusión, Fiona se quita a su habitación, donde se le hace aparición su Hada Madrina, lista para ofrecerle todo tipo de comodidades y lujos, hasta que se entera de que su marido es un ogro.
En el momento el Hada acude a comentar con Harold al que le reprocha que rompiera su acuerdo admitiendo que su hija se casara con un ogro, en vez de con su hijo el Príncipe Encantador, de esta manera que habían pactado, instándole a que lo cambie todo si no quiere que ella se vengue.
Y para conseguirlo Harold va hasta “La Manzana Envenenada”, el bar en que se reúnen los villanos de los cuentos, regentado por la Hermanastra Fea dispuesto a encontrar a alguien con la aptitud de finalizar con el ogro.
Le proponen a un espadachín, el Gato con Botas, al que el rey contrata para que acabe con Shrek por una cuantiosa suma.
Entretanto Shrek lee el períodico de Fiona, donde narra todo lo ocurrido en su juventud y su deseo, repetido en incontables oportunidades de finalizar como mujer de Encantador.
Poco después el rey acude a su habitación para pedirle perdón por lo ocurrido durante la cena, y citándole para el día siguiente en el bosque, adonde Shrek acudirá a las 7’30 ignorando que Harold le ha listo una trampa, siendo el Gato con Botas y no él quien acuda a la cita, y, aunque de un tamaño muy inferior a él, la agilidad del felino le se usa para torcer a Shrek, hasta que súbitamente se atraganta con una bola de pelo y es tomado por su contrincante, al que le suplica que le perdone la vida, confesándole que fue el rey quien le pagó para que acabara con él.
Hechizado por el ronroneo y la dulce mirada del minino, Shrek elige llevarlo con ellos, y, aunque enfadado con su suegro, piensa que este tiene causas para estar furioso, y que Fiona sería más feliz si él fuera un apuesto príncipe de cuento, por lo cual, para intentar encontrar cambiar y hallar la alegría de Fiona, acuden a la fábrica del Hada Madrina, llevándose con ellos al Gato con Botas frente los celos de Asno que ve cómo es desplazado en el aprecio de Shrek, reclamando su papel de animal parlanchín y cargante.
Cuando llegan a la fábrica, contemplan cómo esta tiene a todo un ejército de trabajadores progresando embrujos y hechizos.
Consultan al Hada sobre la razón de que Fiona no sea feliz, señalándole esta que en todos los cuentos en que acaban contentos las princesas acaban con un príncipe y no con un ogro.
Tras comprobar la hostilidad del Hada, que no se observa lista para asistirle, se cuelan en el almacén donde almacena sus pócimas, robando una, la de Contentos para toda la existencia, que, señala puede proporcionarles hermosura a quien la toma y a su pareja.
Sorprendidos durante el robo, se ven obligados a huír debiendo verter para eso una de las pócimas que preparaban y por influjo de la cual acaban todos los trabajadores convertidos en palomas.
Decidido a realizar feliz a Fiona, Shrek toma la pócima que antes probó Asno, comprobando que no se produce ningún cambio sobre ellos, que se ven obligados a ocultarse en una cabaña al ser sorprendidos por una fortísima tormenta, empezando al llegar a la misma a sentirse mal y a marearse.
Entretanto Fiona habla con sus padres a los que les recomienda que se equivocó al haber ido a observarlos, mostrándose lista para regresar rápidamente a la ciénaga, aunque súbitamente, y mientras habla con ellos comienza a sentirse indispuesta, desmayándose.
Cuando se despierta al día siguiente Shrek declara que se convirtió en un apuesto y forzudo humano, teniendo a su lado a tres mujeres dispuestas a conquistarlo, estando a su lado un hermoso corcel, que revela es Asno, leyendo en el prospecto de la pócima que para encontrar que los efectos sean permanentes debe recibir a media noche el beso de su amor verdadero.
Corren tras ello hacia el palacio tras remover la ropa a unos usuarios, llamando la atención una vez en la ciudad por su apostura.
Entretanto, en palacio Fiona se ha despertado, comprobando que se transformó en una princesa como lo era antes durante el día, por lo cual se asusta, al ignorar la causa de su cambio.
Shrek trata de buscar a su mujer, suponiendo que su nuevo aspecto la hará feliz, aunque no consigue llegar a verla, impidiéndoselo el Hada Madrina.
A quien Fiona encuentra es a Encantador, que se hace pasar por Shrek en su ambición por encontrar ser rey, y al que Fiona no encuentra tan atrayente como cuando era ogro.
La madre de Encantador trata de seducir a Shrek de que Fiona solo conseguirá ser feliz si la deja vivir con Encantador, llegando Shrek a sospechar que tiene razón, decidiendo marcharse y sacrificarse para que ella sea feliz.
Deprimido al haber perdido a su mujer, llega hasta La Manzana Envenenada con sus amigos, observando cómo hasta la misma llega también Harold, observando, al seguirlo, que habla con el Hada Madrina y con Encantador.
Harold piensa que Fiona no es feliz con Encantador, por lo cual el Hada le distribución otra poción, con la que conseguirá que su hija se enamore del primer hombre que le bese.
Y esa noche, antes del baile ordenado por los reyes, y al que acudirán numerosos individuos populares de todo el planeta de los cuentos, Harold le transporta la pócima a su hija, la cual le confiesa que no quiere ir al baile, dado que el príncipe no se se ve para nada al Shrek que ella conocía antes de su transformación, no gustándole sus modales ni su modo de accionar, arrepintiéndose su padre en el último momento y cambiándole la taza.
El Hada Madrina quiere poseerlo todo bien atado, por lo cual, para omitir que algo vaya mal hace que detengan a Shrek y sus amigos.
Entretanto en la ciénaga algunos de sus amigos, como Pinocho, El Hombre de Jengibre (Jengi), los Tres Cerditos, los ratones ciegos y el Lobo Feroz ven en televisión la retransmisión del hecho, observando durante los anuncios un trozo de otro programa, “Caballeros”, donde se muestra cómo actúan los soldados reales con los delincuentes, retransmitiendo la detención de sus amigos.
Deciden trabajar entonces para ayudarlos, logrando liberarlos del calabozo, aunque ve muy difícil el ingreso al castillo, por lo cual deciden soliciar asistencia al maestro pastelero para que cree un Hombre de Jengibre colosal, sobre el que se dirigirán al castillo, en el que, entretanto, Encantador y Fiona bailan.
Al llegar al castillo les esperan los soldados, que, para finalizar con la gigantesca galleta lanzan sobre ella leche hirviendo, más allá de lo cual Shrek consigue entrar por último en el castillo, al tiempo que Fiona trata de omitir por todos los métodos que Encantador la bese, al no sentirse en absoluto atraída por él.
A lomos de su córcel (Asno), Shrek cabalga hacia el sitio donde tiene lugar la ceremonia del baile mientras el Gato con Botas entretiene a los soldados, consiguiendo llegar al baile justo antes del beso entre Encantador y Fiona
El Hada tratará de omitir que llegue, pero el Lobo Feroz, con su fuerte soplido la hace volar, mientras el resto de los amigos de Shrek tratan de encontrar sacarle su varita, observando Pinocho, cómo por medio de la confusión pasa a ser un niño enserio, para después volver a ser un muñeco.
Decidido a no perder su ocasión, Encantador acaba besando a Fiona, suponiendo que esta se enamorará de él para toda la existencia, aunque enseguida se dará cuenta de que no había tomado la pócima al comprobar que no le logró ningún efecto, y que, lejos de enamorarse de él lo golpea.
Furiosa, el Hada Madrina lanza un hechizo contra Shrek. Pero en ese momento Harold se interpone entre la barita y Shrek, llevando a cabo que el rayo lanzado contra este choque en su armadura y volviéndose contra ella.
Harold desaparece. Y cuando el Hada se dispone a divulgar un nuevo maleficio contra Shrek, súbitamente desaparece debido al rayo que le dio con anterioridad.
Hace aparición entonces, entre los ropajes del rey Harold, este convertido en rana, su verdadero aspecto, al que el Hada Madrina amenazaba con devolverle, pidiendo perdón a su hija y a Shrek por todo lo que logró.
El reloj le recomienda entonces que llegó la medianoche y Shrek insta a Fiona a besarle para seguir estando así para toda la existencia
Fiona, emocionada por el sacrificio llevado a cabo por Shrek para intentar encontrar que fuera feliz, pero no le brinda el beso, dado que escoge ser feliz como lo eran antes, transformándose los dos en ogros y volviendo Asno a su estado previo una vez pasada la medianoche.
Pero no es algo triste, por lo cual deciden continuar la fiesta bailando mientras Asno y el Gato con Botas canta Livin’ la vida loca.
Poco después, y mientras todos se detallan contentos, Asno se siente nostálgico, hasta que súbitamente hace aparición la dragona, llevando consigo a cinco burritos con alas de dragón, hijos de los dos frente la alegría de Asno.
Calificación: 3