Sofía y Ambrose estaban destinados a chocar en Cudillero.
Ella iba todos y cada uno de los veranos.Él vivía allá.
2 ignotos que cayeron abrazados a la piscina aquel mes de julio.Cinco años después, Sofía vuelve presta a cumplir una vieja promesa y romper cualquier vínculo que le ate a Ambrose.
Mas está diferente.En su intensa mirada azul hay una dureza ignota. Y todo se dificulta. Da lo mismo lo que intente separarle de su psique, recuerda los atardeceres reflejados en las olas. Recuerda subir a Marte. Recuerda que le partió el corazón.
Esta es la historia de una chavala.Un chaval.
Y un puñado de tal vez.Por el hecho de que hay huellas en la arena que ni el viento es capaz de borrar.
Porque hay amores de verano que subsisten al paso del tiempo. o bien no.
