Un mundo feliz
Es una triunfadora y recurrente novela redactada por Aldous Huxley en el año 1932. Esta obra marcó una inclinación literaria para el constructor, gracias a que lo impulsó a escribir nuevos ensayos como una clase de secuela que vincula íntimamente a esta obra.
Resumen de Un mundo feliz
Un mundo feliz consiste en una historia que intenta reflejar la perfección de todo el planeta y cuestionarla bajo una única visión. En ese mundo feliz que plasma Huxley, muestra la manipulación que sufren todas la multitud a través de el lavado de cerebro. Cada sujeto en el planeta feliz tiene un mismo objetivo: ser adoctrinados para vivir lo más contentos que se consigua.
En ese mundo feliz que cuenta el constructor, no existe el cariño, tampoco la religión y muy menos la política. Lo único que tienen la oportunidad de hacer los ciudadanos de este planeta es tener relaciones sexuales apartados del aprecio y hacer divertido cada vivencia o cada momento exacto. Un mundo feliz adquiere una inclinación futurista, a través de la manipulación y del estilo de vida que desempeñan todos los individuos primordiales.
La narración de este relato no se cuenta en forma lineal, debido a que despliega un cúmulo de acciones con diferentes tramas. Desde luego, Huxley señala con muy detenimiento cada avance para arrimar a su sociedad a la más grande perfección posible. Eduardo Galeano se apega más a la realidad de Latinoamérica, cuando decidió escribir Las venas abiertas de América Latina.
Un mundo feliz está representada por una sociedad utópica y descomplicada, en la cual la tristeza y demás pensamientos pésimos no tienen cabida. Sin importar todo, la alegría de ellos tienen un valor muy prominente, debido a que se ha suprimido la necesidad de amar, de aumentar la familia y de los entendimientos humanísticos.
El primer capítulo de Un mundo feliz relata a un grupo de estudiantes sobre las normativas de cómo vivir en Utopia (nombre designado a la localidad donde se se llevan a cabo los hechos). El director de la región deja muy en claro que es la máxima autoridad del lugar, además que el planeta está gobernado bajo su mando. El director cuenta que una única vida nace a través de huevos que se protegen en botellas.
El director arremete contra las ciencias humanísticas, cuando refuta la existencia de los filósofos y los literatos, porque según su método, ellos rompen con la armonía de su sociedad. El gobernante ofrece un paseo gratis para estos estudiantes, para mostrarles todas sus invenciones tecnológicas. En el sitio, define la clasificación de todos los humanos presentes de la siguiente manera:
- Ciudadano Alfa: son la multitud de clase pudiente, ostentosa y sin limitaciones económicas. Representan la élite de las clases sociales.
- Ciudadano Beta: son esos humanos que representan la clase media alta. No tienen los mismos privilegios de vida de los Alfa, pero viven de manera decorosa y con pocas limitaciones.
- Ciudadano Gamma y Delta: pertenecen a la clase media baja. En la mayoría de las oportunidades son los obreros que desempeñan cargos de obrería en Utopía.
- Ciudadano Epislón: es la sociedad de clase más baja, totalmente dependientes del trabajo y las regalías del director. La máxima autoridad manifiesta que estos ciudadanos no necesitan de sabiduría, para que no se rebelen en su contra más adelante.
El director o controlador representa a uno de los seres superiores, capaces de gobernar todo el planeta azul, con otros 9 gobernantes más. Otras proyectos de fantasía, como El principito, muestra la vida del personaje importante en su asteroide, del cual era su único habitante. A los pobladores de Utopía no se les enseña historia, porque todos correrías el deber que un maleante transforme el pasado histórico hasta trasladarlo al presente para editarlo a su favor.
Otro aspecto destacable de cada ciudadano utópico, es que no tienen la oportunidad de presenciar otro sentimiento que no sea el de felicidad. Para asegurar que esto sea así, a cada bebé que nace, se le brinda una pastilla recurrente como soma para sostener estática la alegría y la diversión de los mismos. Enamorarse no está permitido para ellos, debido a que el cariño también puede conducir al mal cuando no es correspondido; además, las relaciones sexuales si están contempladas en la ley utópica.
La obra literaria de Huxley enseña cómo son acondicionados los bebés que nacen en Utopía, los cuales debían seguir estando bajo el sol en un inmerso jardín, para que así reciban descargas eléctricas en sus organismos. A las sociedades excepto a los alfas y betas, se les incentiva un espíritu de trabajo, para que ejerzan funciones tanto en fábricas como en otros entes. Ningún ciudadano podía tener libros en sus viviendas, al considerarse elementos insignificantes para el avance en Utopía.
El director aconseja a sus pupilos jamás estudiar idiomas como el francés o el alemán, debido a que bajo su concepción son lenguas muertas que no meritan ser difundidas en su sociedad. El sexo era aprobado en esta ciudad, pero de ninguna forma se apoyaba la promiscuidad y el cambio de pareja en un transcurso de tiempo exacto. Esta destacable historia es igual de atrayente como El arte de la guerra, un libro escrito en chino clásico.
En Un mundo feliz llega un personaje llamado Mustafa Wond, para apoyar todo lo que se ha dicho por el director, primordialmente para recalcar que la historia es inútil y muy más para que los ciudadanos epsilón la aprendan. De la misma manera, rescata que la familia es maligna, así como el hecho que las bases cimentadas estén constituidas por un padre y una madre. Dios no existe en esta sociedad, pero se debían acatar todas las leyes estipuladas por Henry Ford.
Un mundo feliz da un vuelco en la narración, cuando se detallan los individuos primordiales, Bernard Marx y Lenina Crown. El hombre forma parte a la clase alfa dentro de Utopía, por lo cual vivía cómodamente y sin adversidades, en tanto que Lenina era trabajadora en el departamento de los embriones en la fábrica. Bernard rompe con los esquemas sobre el ciudadano alfa, porque ocasionalmente rompe con las reglas y se comporta de manera peculiar, como un ciudadanos beta, delta o gamma.
La contraparte de Bernard es exactamente Lenina, quien si trata de seguir las reglas de Utopía al máximo, su indispensable lema es que jamás se puede hallar el poder de alguien. Tiene por amiga a Fanny, a quien aconseja meterse con hombres sexualmente para exceder sus estados de soledad total. En Un mundo feliz, Lenina siente una fuerte atracción por Bernard, pero incapaz de amarlo. La novela de Huxley dista un poco sobre los temas pasionales, como si lo refleja León Tolstoi con Anna Karenina.
Una cualidad considerable en Bernard es su sabiduría, aspecto distintivo de algún ciudadano alfa en Utopía. Uno de sus puntos de vista es la irritación de contemplar que las mujeres alfa se rechazan mutuamente y también, a otros que corresponden de la misma clase. Bernard en sus inicios, no despertó en él un interés sexual por las mujeres. Tampoco fue recurrente por gustarle los deportes y las aptitudes físicas. Leal cliente del soma, porque esta medicina le hacen olvidar sus inconformidades.
En este texto se detallan reflejados una secuencia de hechos que forman parte del acervo cultural e histórico de todo el planeta, como la Guerra de los 9 años y otros hechos indispensables que marcaron inclinación. En este aspecto, la obra de Huxley se asemeja a La Guerra y la paz, también de Tolstoi, cuando introduce la invasión napoleónica a Rusia.
Lenina sin importar su temperamento jovial y alegre, permanecía renuente a tener relaciones sexuales con otro hombre. En una conversación, Fanny la exhorta a darse la oportunidad de contemplar otros hombres y tener sexo con ellos, a eso que responde hacer su mejor esfuerzo. Lenina confiesa abiertamente su atracción por Bernard, pero su mejor amiga no estaba en concordancia en asociarse sexualmente con él, por ser de baja estatura y poco agraciado (por consecuencia (por secuelas en su fecundación).
Como hecho fortuito, Bernard escucha un diálogo entre Henry (admirador de Lenina) y su asistente, cuando los dos hablan de la chica, en cuya conversación la definen como un fácil pedazo de carne. Bernard se llena de indignación por la forma en que se expresan de la mujer, pero después se brinda cuenta que ella misma tiene una concepción similar sobre su ser. Los dos hombres se dan cuenta de la presencia de Bernard, a eso que le ofrecen soma para olvidar, más allá de que se niega a aceptarlo.
Bernard y Lenina tienen que ir juntos a una reservación salvaje, allí conocen a John, quien también padeció de las consecuencias de un error en su formación. John tiene un secreto bien ocultado, gracias a que es el hijo del director o gobernador de Utopía. Con la pareja protagónica de la historia, una tercera persona los acompaña. Para el infortunio de la chica, queda embarazada, estando completamente contraindicado en la ciudad utópica. La fémina jamás regresó a casa, para parir con tranquilidad a su hijo en la reservación salvaje.
Lenina admite que la compañía de Bernard le agrada y no se siente cómoda con ningún otro hombre de la región. El hombre como es más abierto a numerosos temas, pregunta a la mujer qué piensa sobre la independencia, pero no obtiene respuesta alguna a través de la proporción de soma consumida y a las limitaciones que tienen los ciudadanos beta, al que forma parte. A Bernard le disgustaba un poco estas reacciones, debido a que se sentía incomprendido en la mitad de seres limitados en pensamiento.
John representa una mancha negra en el expediente del director, porque sin importar tener bien cimentadas sus normativas, cometió el delito de embarazar a la madre de John. El mencionado estableció buena empatía con Bernard, debido a que los dos se sentían inconformes con los métodos de dudar y de accionar de sus civilizaciones.
Lenina fue victima de una sobredosis de soma, que la mantuvo durmiendo durante muchas horas. John explota la oportunidad de arrimarse a su habitación para contemplar su hermosura sin que se diera cuenta. John por primera ocasión asegura que está enamorado de aquella mujer que es difícil de amar por su cultura arraigada de Utopía. El hombre se espanta cuando se brinda cuenta que Bernard se aproxima hacia la vivienda donde se estaban quedando los tres.
Bernard poco a poco se convirtió en un ciudadano poco grato para Utopía, a través de su rebeldía y sepa de identidad nacional. En Un mundo feliz, el director trata de enviarlo lejos de la región, específicamente a Islandia para exiliarse. Bernard como un arma bajo la manga, exhibe al director a John, su hijo y la madre de éste. Todos quedan asombrados en la oficina cuando John llama papá al director.
John se desagrada al contemplar el nivel de vida de Utopía, aunque adoptó en Bernard a un gerente que velara sus intereses. Bernad se escudó de John para hacerse recurrente y tener el reconocimiento de las demás mujeres de Utopía. Otras se aprovechan de él por su ingenuidad, en tanto que John seguía enamorado de Lenina, quien sólo quería de él un momento sexual.
El climax de Un mundo feliz llega al momento en que John le pide matrimonio a Lenina. Cabe denominar que en este punto de la obra literaria, se establece un choque de culturas, debido a que por un lado estaban las prácticas de Lenina, cuya intención no es enamorarse, pero si disfrutar del sexo, en tanto que John creía en el cariño y en el matrimonio como la consolidación de ese amor. Lenina se enoja, porque quiere tener sexo con él, pero es rechazada incontables oportunidades.
Lenina no aguanta su deseo sexual por John y explota para desnudarse frente a él, pero la ofende al llamarla prostituta. En ese exacto momento, la madre de John cae gravemene enferma y es llevada al hospital, donde muere frente a la presencia de varios ciudadanos beta y delta. Bernard se acerca a su amigo con la intención de calmarlo con soma, pero este responde de forma combativa al arrebatarle las pastillas y tirarlas al suelo.
John manifiesta que el soma es un medicamento maligno y deja en claro a los ciudadanos de todas las clases para que se preocuparan más por su propia independencia. Los ciudadanos comenzaron a hacer una pelea por el acto poco responsable de John en el hospital; Bernard y demás compañeros trataron de tranquilizar al joven.
El nuevo habitante asegura a Shakespeare, debido a que alabó su obra vital Romeo y Julieta por el sentimiento experimentado hacia Lenina, pero rápidamente comenzó a escuchar críticas negativas sobre el constructor, gracias a que la obra apoya el cariño, que ya estaba contraindicado en Utopía. El controlador justifica la presencia de los ciudadanos epsilón, porque en toda ciudad, debían detallar inferiores que recibieran todo tipo de órdenes.
Todo lo citado llevó por consecuencia que John renegara de Utopía y de todos sus pobladores, Bernard apoya esta opinión y instantaneamente se triunfaron la enemistad de todos. Ya de vuelta a su comunidad, John empieza a padecer cambios su amor por fácil deseo, pero odiaba esta idea, debido a que no era suya propia y comienza a flagelar su cuerpo. Poco a poco comienza amar al sexo y dejar a un lado sus sentimientos, esto lo llena de culpa y acaba suicidándose.
Personajes de Un mundo feliz
Todos los individuos de Un mundo feliz, tanto primordiales como secundarios, estaban delegados a través de las categorías antes expuestas, que van desde ciudadanos alfas, de clase alta, hasta los epsilón, de clase baja u obrera. La mayoría de ellos, excepto John El Salvaje, ingerían soma para ser más contentos y no desviar sus sentimientos en cosas que estuviesen fuera de contexto de la región utópica.
A continuación, los individuos más indispensables de Un mundo feliz, de Aldous Huxley:
-El director de crianza o director de predestinación: es el personaje que hace aparición en el comienzo de la obra. Su función es velar que se cumplan todas las reglas en Utopía, la cual gobierna con mucha rectitud y exigencia. No se transporta verdaderamente bien con Bernard, porque sin importar ser ciudadano alfa, su accionar lo saca de quicio en más de una ocasión. Tiene un secreto guardado bajo llave, debido a que embarazo a una mujer y John es producto de esto.
Bernard como muestra de rebeldía, transporta a Utopía a madre e hijo, para sacarle su careta de hombre recto, por lo cual renuncia instantaneamente y sale avergonzado de su oficina.
-Bernard Marx: personaje indispensable que está adscrito dentro de la sociedad alfa. A través de una malformación al momento en que fue engendrado, su complexión física es baja y de rostro poco agraciado. Como si fuera poco, esa degradación también influyó en su forma de ser y de dudar sobre la vida. Hombre de colosal sabiduría y discernimiento, con método propio; aspecto que disgustó totalmente al director de crianza y predestinación.
El comportamiento de Bernard durante Un mundo feliz hace dudar al director que es un hombre rebelde que no merece el título de alfa. A este personaje nada lo ejecuta realmente feliz, no es un cliente compulsivo de soma. Sin importar su físico, no hay que subestimarlo, debido a que sabe sacar provecho de su sabiduría para escalar en una sociedad que no comprende en lo absoluto.
-Lenina Crown: personaje indispensable femenino que forma parte a la clase beta. Físicamente es muy atrayente. Está muy apegada a las reglas establecidas en Utopía, es la conveniente amiga de Fanny, a quien aconseja que debería sostener una vida sexual plena y activa con varios hombres. Al inicio de la novela mantuvo una fijación hacia Bernard, pero al contemplar a John El Salvaje, su propósito cambia, por lo cual anhela tener sexo con él. Su misión no es enamorarse, sino vivir de los bienestares sexuales.
En Utopía corrobora el departamento de reproducción, para que los nuevos pobladores de la región no contraigan patologías y crezcan saludablemente. Su viaje a la reserva salvaje hace estallar su crónica libertina y promiscuidad, aunque John no ingresa a sus caprichosos, más allá de estar enamorado de ella.
-El controlador: junto al director de crianza y predestinación, es otro de los individuos con más grande poder y jerarquía en Utopía. Se ocupa que todos los ciudadanos cumplan verdaderamente con sus dogmas.
-John El Salvaje: es uno de los pocos individuos que permanece distante de la vida utópica. Fue criado en una civilización totalmente opuesta, en la cual el cariño y el matrimonio eran totalmente válidos. Formó parte de una familia indígena primitiva, por tal razón su nick de «el salvaje». Su cultura y modo de ser contrasta de forma destacable con toda Utopía, debido a que expresa lo que siente y no únicamente revela felicidad como los ciudadanos de la misma.
John es producto de un embarazo natural, su madre se vio en la obligación de huír del padre de éste, debido a que se trataba nada más y nada menos que del director de crianza y acondicionamiento. John creció en las sombras, gracias a que sabía que su padre lo rechazaba. Se conquista de Lenina, pero ella sólo deseaba tener sexo con él. Al darse cuenta que la lujuria fue más fuerte que su amor por ella, empieza a flagelar su cuerpo como castigo, frente el irrespeto por sus atrayentes. En el desenlace de la historia se suicida.
-Helmoholtz Watson: es el más considerable amigo de Bernard, destacable por sobresalir en algún actividad, de hecho la sexual. Su fisonomía es muy atrayente, por lo cual llama la atención de muchas mujeres. Odia la literatura y la filosofía. También forma parte a la sociedad alfa con su compañero.
-Mustafá: el personaje afirma que fue científico desde que se graduó en la facultad. Es otro de los gobernantes de Utopía, en contraste con numerosos otros, Mustafá no mira con desprecio el género literario.
-Linda: es la mujer a quien el director embarazó en una de sus visitas a la reserva salvaje. Madre de John, muy comprensiva y amable con su comunidad y con su hijo. Al inicio no fue aceptada por la comunidad indígena, pero poco a poco comenzó a ganarse el cariño de la multitud. Muere por una sobredosis de soma en un hospital de Utopía.
-Henry Foster: amante de Lenina, igual de promiscuo y lujurioso que ella.
-Fanny: mejor amiga de Lenina, no es promiscua como ella. No tiene muy fortuna con los hombres.
Otra obra destacable que tienes que contemplar es El cariño en la época de cólera, destacable novela que dió la vuelta al planeta por su reproducción y buena acogida de parte de los críticos.
Análisis de Un mundo feliz
Una de las características que llama completamente la atención al realizar la lectura de Un mundo feliz refiere al régimen de su lenguaje, debido a que Huxley trata de utilizar un método coloquial, para que el lector se vea envuelto con la historia rápidamente. La misma agilidad y simpleza literaria se ve ejemplificada al leer otros clásicos, como Relato de un náufrago.
Con Un mundo feliz, Huxley manifiesta abiertamente una crítica hacia la sociedad de su época, pero se adelanta hasta el futuro para detallar esa crítica, a través de la sociedad compuesta de los utópicos. Lo que más intenta reflejar el constructor en su obra, es la sociedad vacía y materialista recreada con sus individuos, debido a que sin importar vivir en un mundo aparentemente feliz, corresponde desligarse de otras cosas atrayentes como el cariño para prestar paso a elementos efímeros.
La novela hace hincapié en su comienzo en el planeta feliz y de todos sus estatutos, para que el lector comprenda el continuar de todos los seres que hacen vida en Utopía. Esta ciudad es muy opuesta a la realidad vivida en Macondo, la población sumida en la pobreza que exhibe García Márquez con 100 años de soledad.
Cuando sus tres individuos principales: Bernard, Lenina y John ganan consideración con el paso de la novela, se puede ver ese encontronazo cultural con el modo de dudar de Lenine y el de John. Mientras ella era totalmente desenfrenada y ardiente, John era más racional y sentimental, leal de Dios y de todos sus sacramentos. No obstante, Bernard tampoco está satisfecho con esa vida estática llena de felicidad, pero tampoco fue con la aptitud de exhibir otro tipo de sentimiento.
Frases de Un mundo feliz
Conoce las oraciones más célebres desplegadas en la obra Un mundo feliz de Haxley:
- «Uno cree todo lo que escucha y mira, porque estamos facultados para ello».
- «El mal es un goce fascinante».
- «Comí civilización, pero me sentí tan mal que terminé por enfermarme».
- «Qué bien se pasaría si no se pensara en la alegría todo el tiempo».
- «Una persona que piensa diferente siempre estará sentenciada a la soledad».
- «Un hombre puede ser villano y sonreír todo el tiempo».
- «La mala manía de querer llevarlo a cabo todo en privado, acarrea a no hacer nada».
- «Todo nexo que une a los hombres, la naturaleza no participa en separarlos».
Editorial de Un mundo feliz
La vivienda editorial que se ha solicitado de la más grande proliferación de ejemplares sobre la obra de Huxley es la Editorial Barcelona, cuyo IBSN corresponde al 978-350-3340-4. La expansión de la obra comenzó en el año 2004, contando con un basto repunte de ventas.
Tengamos presente que hay otras editoriales de prestigio como Libros del Asteroide, que vendió realmente bien Mi planta de naranja lima, texto del recurrente constructor Brasileño José Mauro de Vasconselos. Un mundo feliz fue publicada por primera ocasión en 1932, cuyo movimiento vanguardista estaba en pleno auge, primordialmente los ismos literarios; que engloba la obra bajo la influencia del futurismo.
Filosofía de Un mundo feliz
La novela Un mundo feliz refiere a una única filosofía y estilos de vida que se desempeñan en Utopía, una ciudad de estilo futurista que está doblegada a algunas reglas algo peculiares.
En Utopía, sus pobladores no debían presenciar otro sentimiento que no fuese la alegría, tampoco podían contemplar lo que es el cariño ni el matrimonio. La promiscuidad y el consumo de una sustancia llamada soma son una religión que cada sujeto tenía que cumplir. Las especialidades humanistas estaban totalmente prohibidas, así como la filosofía y la literatura.
La obra de Shakespeare no es atrayente para todos los ciudadanos de Utopía, debido a que el tema del amor irrealizable entre Romeo y Julieta podía cambiar la formas de dudar y creer en el cariño. La historia no estaba permitida, porque al contemplar los hechos del pasado, podía trastocar lo vivido en el presente.